Albert Miralles ha realizado su décimoséptima temporada baloncestítstica a nivel profesional. Los años no perdonan y su estado físico, junto a otras situaciones que ahora analizaremos, no le han permitido dominar ni estar al 100% como en años anteriores. Recuerden que el interior barcelonés debutó en ACB con su equipo, con la Penya, en la '99 y hasta el 2001. Luego se marcharía a Italia, donde jugaría hasta el 2005. Volvería a tierras españolas de la mano del Pamesa Valencia hasta 2009 y en Guipuzkoa hasta 2011. Estaría los dos siguientes años en nivel Euroliga, gracias al Alba de Berlín, equipo que abandonaría para acabar su carrera y su círculo en el equipo que le vio crecer: el Joventut.

De él se esperaba este año en despachos, cuerpo técnico y afición, que diese el 100%, aportase intensidad reboteadora, taponadora y que, además, hiciese labor de vestuario junto a otros líderes carismáticos como Demond Mallet o el capitán Nacho Llovet.

Albert se ha perdido tres partidos esta temporada, no es un mal dato del todo pero lo cierto es que en los 31 restantes le ha costado dar una buena imagen, tanto a nível físico como meramente estadístico y de sensaciones.

La media de minutos de Miralles ha sido de 16 por partido, cayendo totalmente en la última posición de la rotación de pívots verdinegra. Tanto Llovet, como Drame, como Rakovic le han superado en importancia en cancha. En esos dieciséis minutos por encuentro, Miralles ha sido capaz de capturar 3'7 rebotes de media, 0'3 tapones, 0'9 asistencias y 4'8 puntos para una valoración total de 5'2. En cuanto a su cuadro numérico, ha finalizado la liga regular con un 45% en tiros de dos, un 60% en tiros libres y 7 mates en total.

Su mejor partido fue precisamente el penúltimo que disputó y frente a un equipo de Euroliga: el Laboral Kutxa Baskonia. Albert se sentiría fuerte y se alzaría hasta los 23 de valoración con 14 puntos, 5 de 7 en tiros de dos, 12 rebotes (9 defensivos y 3 ofensivos) y 3 tapones.

Pero eso tan sólo sería un espejismo en una temporada irregular colectiva e individualmente, un simple oasis que disfrutar. Ha llegado a estar en valoración negativa en hasta cinco ocasiones, marcándose un esperpéntico -8 en el partido que jugaría su equipo en pista del Herbalife Gran Canaria.

En cuanto a labor de vestuario y compromiso, sus intangibles, no lo ha hecho mal pero nuevamente le achacamos, al igual que al resto de cabezas visibles del vestuario, que se podía haber hecho más. En cuanto a nivel de compromiso e intensidad, Albert lo ha dado todo, lo da y lo dará hasta sus últimos coletazos.

Nota: 4

Duele leer suspensos pero lo cierto es que a un jugador que ha sido importantísimo y pasa en a penas unos meses a ser el quinto pívot de la rotación, algo le ha pasado. Sus números son malos, a excepción de tres, a lo sumo cuatro partidos. Mientras su importancia en el juego disminuía, sus minutos en pista eran aún peores. Y, aunque él siempre tenga compromiso e intensidad totales, a veces hace falta algo de acierto, confianza y azar para mantenerse a buen nivel.

VAVEL Logo
Sobre el autor