Era un secreto a voces cuando llegó a la capital del baloncesto catalán, Stutz no venía en forma. El americano llegó el último y eso le hizo contar con menos entrenamientos al inicio de la competición doméstica. Su rendimiento en pista no se acercaba a lo esperado y la impaciencia comenzaba a apoderarse de algunos sectores.

Garrett Stutz tiene trabajo por delante. Llegó de una liga minoritaria como es la D1 de los Emiratos Árabes Unidos. Su adaptación a la ciudad y al equipo no está siendo la deseada y esto hacer ralentizar sus resultados en las canchas.

Garrett Stutz promedia 7 puntos y 5 rebotes en 14 minutos disputados en 6 partidos de liga

El pívot acumuló en los primeros cuatro partidos una media de 2,5 puntos de valoración. Anotación insuficiente para un jugador llamado a ser el referente en este equipo. Tras el partido frente a Iberostar Tenerife y cosechar un -2 de valoración, surgió el punto de inflexión esperado. Tenía un reto ante sí, Baskonia llegaba a Badalona y era a cara o cruz para él, se estaba jugando el futuro en el club verdinegro. Catorce puntos y trece rebotes calmaron las aguas, su mejor partido hasta ahora.

La pasada jornada y ante la primera victoria del Divina Seguros Joventut de la temporada, Stutz firmó 12 puntos y 6 rebotes ante el ICL Manresa. El jugador va tomando forma semana tras semana pero el club ha decidido reforzar su posición con un jugador con experiencia NBA y en la Liga Endesa (C.B. Sevilla), Jerome Jordan.

Stutz sigue trabajando para mejorar sus números y aportar al equipo lo que Diego Ocampo le solicita, anotación, rebote, defensa dura y ninguna concesión sencilla dentro de la pintura. La Penya cuenta con la pareja de pívots más alta de toda la competición (214 y 215cm. de altura), datos suficiente para poder jugar por dentro y dominar territorios a base de puntos. Tierras por conquistar, jugadores por descubrir, ese es el reto que tiene por delante el americano.