Con ambos equipos clasificados como cabezas de serie para la Copa del Rey, el mayor aliciente para ver este duelo es la búsqueda del último triunfo de la primera mitad de la competición. Los dos conjuntos comparten récord de victorias y derrotas, algo insólito e histórico en la localidad del sur de Madrid, más acostumbrada a ver al equipo luchando en la zona media-baja de la tabla. La espectacular campaña que están realizando los hombres de Néstor García les ha llevado a romper las barreras de lo imaginable y seguir en la pugna con los grandes equipos por los premios más apetecibles. En este caso, los fuenlabreños viajarán hasta Valencia para enfrentarse al último campeón de Liga Endesa, que aunque este año no está despuntando de igual modo que el anterior, siguen siendo un rival duro y favorito.

Primera vuelta de éxito

Con Txus Vidorreta en el banquillo, Valencia Basket está realizando una temporada competitiva nuevamente. Si bien es cierto que se ha llegado a criticar el rendimiento de la plantilla en determinados momentos (especialmente en Euroliga), el equipo toronja ocupa la tercera plaza con el mismo récord que Barcelona y Fuenlabrada. Los locales vienen de aplastar al Tecnyconta Zaragoza en La Fonteta por un abultado 103-58, lo que unido a la derrota del Fuenla les ha llevado a reengancharse a la carrera por la segunda posición. Más lejos queda el Real Madrid, pero con una vuelta por delante, todo puede ocurrir. Aun así, el objetivo del club valenciano es volver a luchar por el título en los playoff, restando algo de importancia a la fase regular.

Valencia cuenta con el facto campo a su favor. Foto: ACB
Valencia cuenta con el facto campo a su favor. Foto: ACB

Por otro lado, el equipo del sur de Madrid viene cargado de ilusión y optimismo para un duelo a priori desequilibrado, pero que seguro va a dejar momentos de igualdad y buen juego. Néstor García ha revolucionado al club desde su llegada al banquillo el pasado verano. El técnico argentino ha batido varios récords y ha permitido que el conjunto madrileño sea competitivo y pueda luchar de tú a tú con cualquiera. Es cierto que ante rivales de talla máxima como Barcelona o Real Madrid, el equipo ha dado un gran bajón respecto a lo visto ante equipos más modestos.

La derrota por 100-72 en el Wizink Center, lejos de ser un varapalo y un golpe anímico, ha servido de experiencia a los jugadores y al cuerpo técnico para corregir errores y mejorar. La increíble racha de cinco victorias en las primeras cinco jornadas o las victorias sobre equipos Euroliga como Baskonia o Unicaja les han permitido soñar y estar en la pugna con los grandes nombres de la competición. Con sufrimiento y esfuerzo han llegado los once triunfos que han permitido al Fuenlabrada ser partícipe de la Copa del Rey (esta vez como cabeza de serie por primera vez en su historia).

Futuro incierto pero optimista

Dejando a un lado la Copa del Rey, el foco de atención se coloca sobre el partido del próximo domingo en Valencia. Aunque el resultado ya no es significativo para la Copa, sigue siendo una jornada más que cuenta para el trayecto final hacia los playoffs de Liga Endesa. Tras el encuentro, uno de los dos va a volver a descolgarse ligeramente de la lucha por la segunda posición, por ello el partido es más importante de lo que puede parecer a simple vista.

Todo apunta a que Valencia cuenta con más posibilidades de dejar el triunfo en casa, pero no deben subestimar al conjunto del che, que siempre planta cara sea cual sea el rival. En este sentido, es Valencia el equipo que más presión tiene y quien más tiene que perder, ya que Fuenlabrada sigue viviendo un sueño que nadie hubiera imaginado en verano, y no cuenta con ese factor de presión añadida porque sus objetivos distan bastante de los del equipo valenciano. Con un Popovic en estado de gracia, Montakit Fuenlabrada saldrá el domingo a dar la sorpresa en una de las pistas más complicadas de la competición, mientras que el cuadro local hará lo propio para frenar el sueño fuenlabreño.

Año de ensueño para Fuenlabrada. Foto: Jon Imanol (VAVEL)
Año de ensueño para Fuenlabrada. Foto: Jon Imanol (VAVEL)