El viraje del Estudiantes el pasado verano ha terminado siendo efectivo en cuanto a objetivos deportivos primarios. Seguir en ACB volvía a ser la meta principal del club madrileño. Dejar atrás los peores años de su larga historia y cimentar las bases de un equipo reconvertido y reconocible por sus fieles.

Pues bien, los objetivos se han cumplido a medias. La salvación fue un hecho meses antes de la finalización del campeonato. En ese sentido, el 'Estu' pudo aspirar a más, contando en sus filas, además, con el máximo anotador y mayor valorado de la Liga. Un plantel que, por nombres, podía colarse entre los ocho primeros o luchar por ello hasta la última jornada. Sin embargo, Estudiantes se desinfló cuando el viento más soplaba a favor. 

Un comienzo peligroso

Viejos fantasmas se pasearon por los pasillos del Ramiro cuando el Estudiantes firmaba un 4-10 en los primeros 14 partidos. Una plantilla que soñaba con la Copa se vio en la situación similar a la de otras temporadas: sufriendo para no caer a los puestos rojos de la clasificación.

Foto: Club Estudiantes
Foto: Club Estudiantes

Además, Estudiantes evidenciaba una irregularidad peligrosa entre jugar en casa o fuera. Como en otros cursos, los exámenes en condición de local se aprobaban o incluso se sacaban con nota, pero lejos de Madrid el 'Estu' no conseguía la marca necesaria. Eso sí, existía una diferencia: ahora el conjunto colegial competía. Bastantes partidos se perdieron por un margen de menos de diez puntos- cinco en Bilbao, cinco en Vitoria, dos en Manresa, nueve en Murcia u ocho en Valencia-, síntoma de un crecimiento competitivo de la plantilla, donde Edwin Jackson comenzaba a imponerse como dominador necesario.

Pero, al fin y al cabo, esa suma de derrotas como visitante impidió al equipo estar en condiciones de luchar por la Copa y, a la postre, de hacer lo propio con el Playoff.

Mejora y stop

Con la llegada del 2017, Movistar Estudiantes apenas cedió terreno en el Palacio de los Deportes, que crecía en afluencia de público. Ganaba con cierta holgura y con ratos de buen baloncesto, como hacía tiempo que no se vivía por Serrano.

Foto: Club Estudiantes
Foto: Club Estudiantes

Jackson estaba en su pico de forma más alto, y el 'Estu' carburaba. Ataba victorias contra rivales de su liga, pero faltaba un nivel más para enganchar triunfos frente a rivales superiores, como pueden ser los que compiten en Europa. Ahí radica el foco del club para la temporada que viene: ser competitivo contra los mejores, que de la sensación de que Estudiantes puede ganar a cualquiera.

En esas estába el equipo cuando llegó el mejor momento de la temporada: la victoria en Málaga. Por fin, Movistar Estudiantes daba un golpe sobre la mesa fuera de casa y vencía en la cancha del campeón de la Eurocup. Fue una jornada redonda, ya que todos los rivales que optaban al octavo puesto de la tabla cayeron. El 'Estu' veía la postemporada más cerca que nunca. 

Y, de pronto, vuelta a la realidad. La lesión de Balvin fue un varapalo irreversible en los planes de Maldonado. Era, junto con Jackson, el hombre clave del roster. Brown le sustituyó, lo hizo bien, pero tenía un perfil muy distinto al que aportaba Balvin.

Sin el pívot llegaron varias derrotas consecutivas que alejaron al conjunto madrileño de sus aspiraciones de Playoff. Eso sí, cerraron la salvación de manera matemática cuatro jornadas antes del final. Algo es algo, pero siempre quedará la duda de cómo hubiera sido el final del camino con Ondrej Balvin listo para competir.

Villar hizo equipo y fichó a un MVP; Maldonado aprueba

Otro avance ha sido la confección de la plantilla. Por fin llegó a los despachos de Magariños un director deportivo serio, reputado y profesional como Willy Villar. Se notó: los fichajes fueron muy acertados, salvo el de Traoré, el cual no fue muy acertado

Por supuesto, el gran acierto fue la contratación de Edwin Jackson. Villar convenció al francés de que Estudiantes era el equipo apropiado para relanzar su carrera, como ya lo hicieran antes jugadores como Kyle Kuric o Nik Caner Medley. Una conversación con Maldonado argumentó las ideas del escolta y se vistió de azul. Desde ese momento, Jackson opositó al MVP de la Liga Endesa. Si exceptuamos un corto último tramo de la temporada, el galo no ha dejado de maravillar a la parroquia colegial. Más de una década sin ver estos números individuales: 21,8 puntos y 21,4 créditos de valoración por encuentro. Hubo fases de la temporada en los que nadie paraba a Jackson, de manera literal.

Foto: Club Estudiantes
Foto: Club Estudiantes

Edwin no fue el único acierto de Villar. No hay que olvidar el notable año de Suton, los sumatorios de Savané, la acertada dirección de Cook, o la increíble aparición de Brown. Con todos ellos, por cierto, cuenta el club para la próxima campaña. Y si Balvin no llega a lesionarse tal vez podría haberse optado a más.

En cuanto al entrenador, Salva Maldonado ha logrado estabilizar la situación del club. Y lo más importante: confeccionar un equipo distintivo. Triples y a correr, en este caso, un estilo ofensivo. Lo decía al llegar: "Quiero que los aficionados se vuelvan a identificar con el equipo", dijo Maldonado al inicio de la campaña. Era su objetivo principal, y lo ha logrado. Como prueba, el 'Estu' ha sido el séptimo mejor ataque de la Liga, únicamente por detrás de los equipos de Euroliga más Gran Canaria y Valencia.

Otra cosa es su política con los más jóvenes: con Jaime Fernández tuvo varios choques, y Darío Brizuela apenas ha jugado esta temporada, cortando su prometedora proyección. 

En conclusión, se han creado unas bases sobre las que seguir creciendo, con Europa siendo ya una realidad. Por fin, el Estudiantes parece tener un proyecto asentado y dispuesto a pelear por volver a estar junto con los mejores.