El Tuenti Móvil Estudiantes consiguió una importantísima victoria en la cancha del Río Natura Monbus, que le mete de lleno en la lucha por la permanencia, a sólo una de los santiagueses. El Estu fue mejor en todos los aspectos que determinan un partido. Defendieron y atacaron con más claridad, con unos porcentajes excelsos, y cuando fallaron, lucharon con más garra por el rebote. Al equipo de Txus Vidorreta le salió todo, y lograron una renta de 12 puntos que puede ser clave al final de temporada.

El ambiente en Sar era de lujo. Una gran entrada y con color azul en las gradas. Un batallón estudiantil viajó durante el día, luchando contra las adversidades meteorológicas que azotan Galicia, y la Demencia volverá a Madrid con una sonrisa y la victoria bajo el brazo. Los madrileños no cesaron de animar, y la hermandad entre aficiones fue la nota de color en la primera noche de baloncesto del 2014.

El Estu, imparable en ataque

Desde el salto inicial se vio a un Estudiantes serio con un partido muy bien planteado y una defensa asfixiante - al límite de la legalidad - sobre Alberto Corbacho. Estaba sobre aviso el equipo de Vidorreta, después de las últimas actuaciones del mallorquín ante su gente. Sorprendió Moncho Fernández de inicio, dejando a Muscala en el banquillo y dándole la manija del juego interior a Junyent y Delas. Pronto tuvo que deshacer el invento, como consecuencia de las dos primeras faltas del croata. Las canastas caían en ambas zonas, y los puntos subían al marcador de forma continuada. El equipo del Ramiro de Maeztu seleccionó muy bien sus ataques, hizo correr la pelota a un ritmo endiablado, y siempre encontró al hombre sólo. Los porcentajes de los azules fueron demoledores durante los 40 minutos: 64% en tiros de dos, 50% en triples, y 89% desde la línea de personal.

El Obradoiro no encontró solución ante el despliegue ofensivo de sus adversarios, y volvió a tener que bailar a un ritmo al que no se siente cómodo. Durante los cuatro cuartos, ambos equipos superaron siempre la veintena de puntos. Es significativo que tres de los cuatro triunfos de los gallegos este curso han llegado tras noquear a sus rivales e impedirles pasar de los 70. Cuando los han superado, con excepción del partido en Fuenlabrada, el Río Natura Monbus ha sufrido derrota tras derrota.

Junyent levanta al Río Natura

Y en esta ocasión el ataque funcionó correctamente. Aguantaron los locales sostenidos en una nueva demostración de fundamentos y de clase de Oriol Junyent. El pívot catalán cargó con los suyos en el segundo cuarto, y dejó al Obra tan sólo seis puntos abajo al descanso (43-49). El veterano capitán anotó 17 puntos, con un perfecto 11 de 11 desde el tiro libre, para acabar con 22 de valoración.

No obstante, el público que se dio cita en el pabellón santiagués, no terminaba de ver claro el panorama. Las sensaciones evocaban a partidos que parecían haber quedado en el olvido, eso sí, con una versión mucho más acertada en la parcela ofensiva. Irrumpió el Obra con ganas en el segundo tiempo, comandado por Billy Xanthopoulos, más suelto que en otras ocasiones, y se acercó hasta los 4 puntos.

Kuric e Ivanov sentencian el choque

Cortó de raíz el problema el entrenador visitante. Cada pequeño parcial local fue resuelto en tiempos muertos y Andrés Miso, Dejan Ivanov y Kyle Kuric actuaron como verdugos de los santiagueses. La partida de ajedrez preparada por Vidorreta fue perfecta, y movió a sus peones con maestría hasta dejar en jaque al Obradoiro. El alero, duda en las horas previas al partido, anotó 15 puntos, con gran fiabilidad cuando así lo requería la situación. No obstante, los principales protagonistas fueron el pívot búlgaro y el escolta estadounidense. El primero sumó 21 puntos, capturó 6 rebotes, para 28 de valoración. Kuric, también con 21 puntos, y un estratosférico 5 de 5 desde más allá del 6,75, acabó con las opciones del Río Natura.

Al final del tercer cuarto el colchón había crecido hasta los 10 puntos (65-75), y en el último parcial el Obra chocó una y otra vez contra la dura realidad. Ni el enorme partido de Durand Scott, perfecto en defensa y muy atrevido en ataque, que le valieron para abandonar la pista envuelto en una sonora ovación, ni la muestra de orgullo de Rafa Luz, con un derroche físico encomiable, permitieron la remontada. El Estudiantes no flaqueó, y ejecutó a su rival desde cuantas posiciones tiró. Esta vez, los milagorosos triples de Corbacho no econtraron la red, y el Obra hincó la rodilla en una fecha señalada en rojo en el calendario.

Tendrán que reponerse rápido los gallegos, que ahora afrontan dos visitas consecutivas, la primera de ellas a Sevilla, contra el Cajasol, y posteriormente contra el UCAM Murcia, antes de cerrar la primera vuelta en Sar contra el Bilbao Basket. El Estu respira, pero mirando ya a la siguiente cita, el próximo domingo, en el Palacio de los Deportes, contra el CAI Zaragoza