La primera vuelta de la presente edición de la Liga Endesa toca su fin tras diecisiete jornadas de lucha sin cuartel. Obradoiro y Bilbao Basket se encuentran en el Fontes do Sar en la procura de una victoria que les permita, ante todo, cerrar con una sonrisa la primera etapa de la Liga, después de un comienzo muy complicado.

Una victoria que de tranquilidad

El equipo de Moncho Fernández vio la luz al final del túnel la semana pasada en Murcia. En un gran partido de todo el equipo, los santiagueses lograron su victoria más abultada en la máxima competición del baloncesto nacional, con un contundente 47-83, con el que se puso fin a una serie de cuatro derrotas consecutivas. La nueva exhibición de Oriol Junyent, percutiendo una y otra vez al retornado Pete Mickeal, fue lo más destacado de un encuentro en el que también Durand Scott se desencorsetó y cuajó una actuación fantástica.

Con dos victorias ya de margen sobre el Tuenti Móvil Estudiantes, equipo que marca el descenso, el Río Natura Monbus pretende lograr la primera del 2014 ante su público, y cerrar así la primera vuelta con un bagaje que garantice tranquilidad de cara a la segunda mitad del curso. Para esta empresa, seguirá sin poder contar Moncho Fernández con Iñaki Sanz, que causará baja una semana más como consecuencia de sus molestias en la rodilla. Además, tampoco ha llegado el sustituto de Nick Minnerath tras la marcha del ala-pívot estadounidense. Ya en Murcia, Muscala, Junyent, Delas y Micky Stobart, minimizaron esa ausencia.

Solucionada la crisis, baloncesto

Por el otro lado, llegan los "Hombres de Negro". Las noticias en el entorno de la entidad bizcaína se han sucedido en las últimas semanas, con especial peso del apartado extradeportivo. Un vicio que ya viene de lejos, en un proyecto otrora grande e ilusionante, que fue subcampeón de Liga, hace no mucho tiempo. Los problemas por impagos, el litigio con Uxue, y la dificultad de encontrar un patrocinador, tuvieron a la entidad de Gorka Arrinda (máximo accionista), al borde de la quiebra. Tan crítica fue la situación, que este lunes se le concedió la carta de libertad a todos los jugadores, ante la imposibilidad de poder garantizarles sus nóminas. Finalmente la situación logró reconducirse, y parece que las aguas de la ría de Bilbao vuelven por su cauce, y el equipo sale a flote. El "cohete letón", Dairis Bertans, que ya tenía apalabrado su fichaje por el Partizan de Belgrado, se echó atrás, y a través de su cuenta particular en Twitter, manifestó sentirse contento por no tener que abandonar Bilbao, y agradeció al Partizan haber esperado por él.

Pero el Bilbao Basket viaja a Santiago con la intención de que sólo se hable de baloncesto. El equipo de Rafa Pueyo, después de un arranque nefasto que le tuvo entre la espada y la pared (5 derrotas en otras tantas jornadas), parece haber revertido la situación, y a su caminar triunfal por la Eurocup acompañan 7 victorias en la competición doméstica. Ganar en Santiago es condición necesaria para optar a entrar en la Copa. Un objetivo que era exigencia en septiembre, que parecía un sueño de otra época en noviembre, y que ahora está al alcance de la mano, carambola mediante. Y es que no sólo les vale con ganar a los bilbaínos, si no que además tendrán que esperar las derrotas de GBC, CAI Zaragoza, Joventut y Cajasol, y remontarles el average, muy negativo con los vecinos de San Sebastián (-47), y más asequibles con CAI (-6) y Joventut (-4).

Parece más bien una utopía, pero en el mundo del deporte, hasta el rabo todo es toro. Si el Bilbao Basket se consiguiese clasificar, sería una de las mayores remontadas de la historia, equiparable a la que llevó a cabo, en 2012, precisamente el Gipúzkoa Basket. Así pues, ganar esta semana es más bien dar un paso de cara a la lucha por los Playoffs al final de temporada, que no para garantizar su presencia en Málaga. Rafa Pueyo no tendrá bajas, pero Álex Mumbrú que buscará llegar a la sexta centena de triples en la Liga, con 598 en su casillero, sigue con molestias, y Kavaliauskas se dañó el dedo en el partido europeo.

En dos de los tres precedentes, la victoria se ha quedado en Santiago. El primero de ellos, en la temporada del retorno de los gallegos a la élite, el Obradoiro se impuso por 79-73, guiados por Rafa Hettsheimeir (15 puntos, 25 de valoración), en un encuentro tremendamente igualado. Dos años después, en medio del "enero negro", el por entonces Gescrap Bizkaia tomó Sar, y vención con contundecia (65-79) con 23 puntos de D'or Fischer, que acabó con 38 de valoración.

El duelo más cercano es, además, uno de los momentos más felices del obradoirismo. Corría la mañana del 19 de mayo, y Sar se vistió de gala para despedir la temporada. El Obradoiro necesitaba ganar (y la derrota de Unicaja) para entrar, por primera vez, en unas eliminatorias por el título. Los pinganillos estuvieron presentes en el pabellón, y nunca 1.200 kilómetros de distancia estuvieron tan conectados. El Barça venció, y a falta de un minuto para el final, Sar estalló de júbilo. El Obra mantuvo la calma y terminó venciendo, por 79-73 y certificando la histórica clasificación. Fue un partido donde destacaron Mejri y Kendall por los locales, y Lamont Hamilton por el cuadro de Katsikaris.