Hacer que un equipo prácticamente nuevo juegue como si se conociesen de hace varios años no es tarea fácil. En el Multiusos Fontes do Sar, donde Obradoiro y Manresa debutaron en la presente temporada, se vieron dos resultados totalmente opuestos a una gran renovación de plantilla: el que lo consigue y el que todavía necesita tiempo. El equipo compostelano partía con la ventaja de contar ya con todos los integrantes de su plantel con mucha anterioridad al comienzo de liga y eso se notó durante los 40 minutos. El Manresa de Pedro Martínez quedó a merced del Rio Natura, que amplió la ventaja hasta donde quiso. Además, a eso se le juntó un acierto en el tiro que se tiene pocos días durante la temporada —más de un 50 % en tiros de tres puntos y de dos y 21/22 en tiros libres—.

Comienzo gallego para enmarcar

La Bruixa d'Or llegó a Santiago mermado en el puesto de base y Pedro Martínez apostó por el joven Nil Angelats como titular por delante de Carles Bivià. El invento no le salió bien al técnico visitante, que vio como su equipo superó los dos minutos sin anotar en su debut. Mientras, un Obradoiro que se asemejó al de los años anteriores, ponía la directa para marcharse 7-0 para empezar y 18-9 antes del primer tiempo muerto solicitado. Triguero hacía daño en la pintura y Pumprla hizo su habitual juego basado en físico y rapidez.

Los enanos crecían en el bando visitante, ya que Grigonis cometió sus dos primeras faltas muy rápido, e incluso la tercera en el segundo cuarto, que le impedían estar los minutos que le gustaría sobre el parqué. A pesar de los fallos del triplista Corbacho en los lanzamientos lejanos, el Obradoiro aumentaba la ventaja, doblando con una canasta sobre la bocina de Chagoyen al Manresa (26-13).

El parón entre cuartos vino mejor al equipo gallego, que siguió aumentando la ventaja para llegar con cierta calma a la segunda mitad. Otro parcial de 8-0 situó a los locales con 20 puntos de ventaja (36-16) tras un mate de Maxi Kleber con falta incluida. El ala-pívot alemán siguió anotando hasta sumar 13 puntos en el intermedio y, con los 8 de Triguero, casi tenían la cifra de anotación total del Manresa al descanso (43-25). La defensa obradoirista fue perfecta durante la primera parte, lo que atosigó al joven Angelats y obligó a Pedro Martínez a poner como director de juego a Bivià, que fue el mejor de su conjunto.

Triguero anota con la oposición de Grimau y Haritopoulos | Foto: ACB Photo

Acelerón del 'Obra' para sentenciar en el tercer cuarto

Si aún había dudas de si el Obradoiro conseguiría la victoria, el tercer cuarto las resolvió. Otro arreón inicial colocó la renta en el doble de puntos (50-25) y, aunque el Manresa por medio de Samuel y Grimau intentó maquillar el marcador, la tensión que Moncho Fernández imprimía en cada parón a su equipo, les mantuvo alerta. Pepe Pozas aprovechó la ausencia de Rafa Luz para demostrar su nivel y anotó 8 puntos, con dos triples incluidos, en el tercer periodo. También Cárdenas tuvo minutos de gran calidad dirigiendo los ataques locales.

La generosidad del Rio Natura también fue un punto clave de la abultada victoria. Hasta siete pases de canasta dieron en el tercer cuarto —22 asistencias al final del choque—. Tan solo dio 6 asistencias el equipo manresano, que tuvo que recurrir a las individualidades al negarle el equipo santiagués las jugadas. La mayoría de los pases para anotar fueron obra de los escoltas, entre los que destacó Pumprla (6). Además Corbacho dio 5 y Waczynski 3. La diferencia era de 28 puntos para entrar en el último parcial (69-41)

Minutos pensando en las próximas jornadas

El último cuarto sirvió a los dos entrenadores para alargar un poco la pretemporada. Ambos quisieron perfeccionar conceptos que quieren transmitir a sus jugadores de cara a los siguientes partidos de la competición. Corbacho siguió fallando los triples y acabó con un 1/6 en su estreno de temporada. Sin embargo, para secundarlo, seguía Maxi Kleber sumando poco a poco hasta llegar a los 18 puntos con los que acabó el choque.

El Manresa, de la mano de Bivià, maquilló el resultado final en los últimos minutos, dejando la diferencia en 24 puntos (88-64) y con unas sensaciones de que tienen mucho que mejorar para pelear por la permanencia. El Rio Natura, un año más, parece que va en una dirección acertada y, a falta de que se adapten Daniel Miller —jugó 3 minutos e hizo 4 faltas— y Keaton Nankivil —hizo un tapón monumental a Marc García—, Moncho Fernández tiene la tecla de hacer que la nave obradoirista siga haciendo soñar a todos sus aficionados.

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Sobre el autor
Juan Manuel Serrano
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