Se enfrentaban en Santiago dos equipos igualados en la clasificación con cinco victorias que buscaban consolidarse en las plazas de honor. Con la baja de Pablo Aguilar en Herbalife (tras ser convocado por Sergio Scariolo para los próximos compromisos del combinado nacional), los canarios buscaban su tercera victoria en apenas seis días tras derrotar a Fuenlabrada en casa en Liga Endesa y a Asvel Villeurbanne a domicilio en Eurocup.

Los primeros compases de juego proporcionaban ventajas en el marcador para los de Luis Casimiro, gracias a un Eulis Báez al que no conseguían fijar los interiores locales y que desde el 4.60 aprovechaba sus oportunidades. Pese al desacierto en el tiro, Obradoiro se mantenía en el marcador gracias a los rechaces ofensivos, consiguiendo igualar el encuentro a 13 puntos a apenas tres minutos del final del primer parcial. Aparecía entonces un Oriol Paulí que cada día hace más cosas en cancha y con más acierto para hacerse con el peso de la anotación de su equipo, y con seis puntos cerrar el cuarto con 17-20 en el electrónico.

En el inicio del segundo parcial, Gran Canaria volvía a tratar de escaparse en el marcador con los exteriores Eriksson y DJ Seeley anotando con facilidad. Con 17-29, Moncho Fernández se veía obligado a pedir tiempo muerto para frenar la sangría visitante. Y bien que lo iba a conseguir: salía enchufado David Navarro, que con dos triples metía a su equipo de nuevo en el encuentro. Con una espectacular conexión entre Sabat y Pustovyi, Obradoiro se colocaba 32-33 y se llegaba al descanso con todo por decidir.

Problemas físicos

En la reanudación, el panorama cambiaba de forma notable. Como se está viendo de forma repetida en este inicio de temporada, los equipos que disputan competición continental sufren en las segundas partes un importante bajón físico que condiciona su rendimiento. Y Herbalife iba a sufrir un bloqueo en la anotación en el inicio del tercer parcial, que coincidía con la aparición en el partido del alero norteamericano Matt Thomas y la lesión de Markus Eriksson. Albert Oliver tomaba la responsabilidad y anotaba para su equipo, pero David Navarro y Pustovyi llevaban en volandas a su equipo hasta el 52-46 en el marcador, momento en el que Luis Casimiro detenía el partido para aclarar las ideas de los suyos. Sin embargo, Thomas seguía inspirado y mantenía para su equipo la diferencia en el marcador en cinco puntos para llegar al final del tercer periodo con 54-49.

Al inicio del último parcial, los visitantes volvían a sufrir para anotar. La tercera falta de Artem Pustovyi parecía que podía equilibrar el juego interior de ambos conjuntos, pero iban a ser de nuevo Matt Thomas y David Navarro los que tomasen el relevo en la anotación y colocasen el 62-51 que iba a ser ya insuperable para Herbalife. Con canasta y tiro adicional, el base israelí Gal Mekel ponía a los suyos a seis puntos (62-56). Sin embargo, la vuelta de Pustovyi al campo iba a acabar con las esperanzas de los grancanarios por remontar el encuentro.

Al final, 79-65 en un final cómodo para los de Moncho Fernández, que se mantienen invictos en Santiago y apuntan como una de las sorpresas del campeonato. Destacar en la estadística la producción en asistencias de los bases locales (siete pases de canasta para Pepe Pozas y cinco para Albert Sabat), que encontraron hoy canastas fáciles para sus interiores. Para Herbalife, su lacra fueron las pérdidas de balón (20 por apenas nueve de su rival), que lastraron cualquier posibilidad de remontar el encuentro con el condicionante añadido de la lesión de un Markus Eriksson, vital para su juego exterior. Sin tiempo apenas para descansar, los canarios se desplazarán a Rusia el domingo para disputar el martes ante el Zenit de San Petersburgo un nuevo encuentro de Eurocup.