Sergio Llull no para de recibir galardones y reconocimientos a su magnífico trabajo. El último el premio MVP Movistar + febrero, galardón con el que se reconoce al mejor jugador de la competición doméstica de cada mes. Lo ha alcanzado con media de 22.3 de valoración en los tres partidos (tres victorias) de los madridistas en Liga.

Números demoledores

La primera exhibición fue en la jornada 19 en el derbi madrileño contra el Movistar Estudiantes. Allí Llull firmó 10 puntos y 10 asistencias, siendo el que más pases de canasta repartió esa jornada. Su valoración fue de 14.

En la jornada 20 literalnente se salió en el triunfo blanco frente al RETAbet.es Guipuzkoa Basket, al que pasó por encima. Actuación monstruosa con 26 puntos, tres rebotes, ocho asistencias, dos robos, tres faltas recibidas, 6/9 en triples y 36 de valoración. Una tremenda exhibición en todas las facetas del juego.

Remató la faena en la jornada 21 venciendo en la Fuente de San Luis al que entonces era líder el Valencia, gracias a su canasta milagrosa desde propio campo que ha dado la vuelta al Mundo. Llull hizo 17 puntos, siete asistencias, 17 de valoración y gano el partido sobre la bocina.

Palabras del protagonista

Es la segunda vez en su carrera que Llull se lleva un MVP del mes en la Liga. Hay que remontarse a la temporada 2011/12 para encontrar la anterior. Totalmente desatado el Aeroplano de Mahón, mostraba su felicidad por el gran momento que atraviesa: "Ganar el MVP del mes en la Liga Endesa siempre es bonito, pero sobre todo si va acompañado de buenos resultados de equipo. Lo importante es que hemos logrado una buena racha de victorias y que el equipo ha superado diversas dificultades".

Como siempre el balear da mayor importancia al trabajo en colectivo, y sabe que si él destaca el porque el resto de compañeros también se encuentran mejor: "Es un premio de todo el equipo, no solo mío, ya que sin la participación de todos no hubiera podido tener esas buenas actuaciones individuales ni hubiéramos conseguido todas esas victorias".

Por último, no podía dejar de hablar de esa canasta alienígena que metió a los taronja en el último suspiro: "En Valencia pasó lo mismo con mi último tiro, pero el trabajo de todos y la confianza fue lo que nos permitió llegar a ese último segundo con opciones y al final, debido a eso, ganamos el partido".