Excelso partido en el Pireo entre dos de los titanes del baloncesto europeo. A la calidad del duelo se sumaba la necesidad del momento, puesto que ambos conjuntos (acostumbrados a disputar la Final Four), están sufriendo para poder superar este mortal Grupo F de la Final Four. Ambiente de lujo e infernal en Atenas, para recibir un encuentro que comenzó con los helenos saliendo en tromba. Una mayor intensidad en las marcas y acierto en los tiros les permitió cuajar una pronta ventaja de 14-4, propiciando el primer tiempo muerto de Laso.

Reyes marcado por Printezis (Euroleague.net)
Reyes marcado por Printezis (Euroleague.net)

Tras el rapapolvo del coach vitoriano, sus pupilos parecieron despertar gracias al triple de Carroll. Pero los griegos estaban dominando claramente en la lucha por los rebotes, y especialmente los ofensivos. Entraba a pista Rudy Fernández, que sigue en su proceso de ir entrando en el ritmo del equipo. Seguía la ventaja de los atenienses, con el dominio en la pintura de Milutinov y los misiles desde el 6.75 de Mantzaris. Cortaba la racha rival el triple de Sergio Llull, que sumada a la canasta interior de Nocioni limaba la ventaja. Final del intenso primer cuarto (23-17). 

Vendaval griego

Más minutos del duelo y seguían las rotaciones en ambos bandos. Por los helenos cambio en la batuta de mando, se sentaba el capitán Spanoulis y entraban en pista Daniel Hackett y el exjugador de la NBA Hakim Warrick. Ambos aportaron mayor velocidad y músculo, permitiendo que los griegos aumentaran de nuevo la diferencia. Por los merengues entraba Rivers, pero los madridistas estaban inertes en los tiros, tímidos en los rebotes y desconcentrados en las marcas defensivas. La ventaja del Olympiacos se alargaba a un más que peligroso +15.

Chacho y Mantzaris en carrera (Euroleague.net)
Chacho y Mantzaris en carrera (Euroleague.net)

Lamentable porcentaje de tiros exteriores de los merengues (2/12 desde el perímetro), que cuando no ven aro desde el triple sufren y mucho para mantener el ritmo de los encuentros. Warrick seguía percutiendo el aro blanco cual torbellino, haciendo mucha sangre. Rescataban de la zozobra a los madridistas las canastas individuales de Rivers a cinco metros y Ayón en contraataque. Pero los de Laso ya estaban en el bonus de personales, y los griegos anotaban también desde la línea de libres. Auténtica paliza de los helenos, que lo metían todo mientras defendían como perros. Final de la primera mitad con jugosa ventaja del Olympiacos (53-33).

Los árbitros a escena

La segunda mitad comenzaba más caliente y sombría que nunca para los madridistas, con dos técnicas consecutivas a Sergio Rodríguez y Felipe Reyes. Por si no fuera suficiente el castigo vivido en pista, los árbitros irrumpían para ser otro palo en la rueda de los blancos. Los del Pireo no estaban totalmente acertados en los tiros de campo, pero entraban al rebote ofensivo como lobos, ganando segundas oportunidades preciosas. A ello se sumaba el francotirador Mantzaris, que seguía apareciendo de manera esporádica para inocular su veneno desde el 6.75. 

Papanikolau vigilando a Taylor (Euroleague.net)
Papanikolau vigilando a Taylor (Euroleague.net)

Seguía el castigo arbitral a los blancos (hoy con la casaca gris), y le caía una más que dudosa antideportiva a Jonas Maciulis, que simplemente pasaba por allí. Todo cuestarriba para los madridistas, perdiendo por más de 20 puntos y ya en el bonus de faltas. Transcurrían los minutos y los merengues que se seguían golpeando contra una roca. Faltos de ideas ofensivas y muy atenazados dentro de la pegajosa defensa en zona 3-2 de los locales. Tres triples consecutivos del Madrid (dos de Nocioni y uno de Rivers) reactivaban el casillero blanco, pero la desventaja era aún abismal (73-54).

Dura derrota

Intento de reacción madridista en los primeros compases del último parcial. Pero no había continuidad en la remontada. Por mucho que los visitantes encontraran el aro heleno con canastas acrobáticas de Sergio Rodríguez, seguían respondiendo los griegos con tiros liberados desde la larga distancia. Allí Mantzaris y Strawberry seguían viendo el aro como una piscina. Además, según transcurrían los minutos el poderío físico de hombres como Othello Hunter o Hakim Warrick se hacía cada vez mayor. 

Mantzaris y Papanikolau celebran el triunfo (Euroleague.net)
Mantzaris y Papanikolau celebran el triunfo (Euroleague.net)

El partido estaba perdido, pero ahora tocaba perder por menos de 12 puntos y de esa manera mantener el basketaverage favorable entre los dos conjuntos. En un grupo tan mortal como el F, estos matices pueden ser claves si hay dobles o triples empates al final. Giorgios Printezis tomó el protagonismo griego tanto en ataque como en defensa, gracias a su intensidad la ventaja se mantenía. Los dos equipos estaban ya en bonus y hubo carrusel de tiros libres. Lamentable derrota de los madridistas 99-84, no sólo cayendo en el partido sino también perdiendo su guerra particular con los griegos en caso de empate. Se complican mucho las cosas para los capitalinos.