Uno de los duelos más morbosos del baloncesto continental se cita para el segundo partido de las semifinales. Ambos equipos con el objetivo claro de vencer, en un punto de la temporada en la que se debe vender cara la derrota.
El Madrid quiere sentenciar
Segundo partido y también en Madrid. Dejando a un lado el cómo se llevaron el primero con un último cuarto para el recuerdo, si los merengues suman otra victoria dejarán la serie muy tocada. Con un 2-0 muy difícil sería no ver de nuevo al Real Madrid en la final.
El Barclaycard center debe ser el bastión blanco, que ya en el primer partido fue una referencia. Los de Laso no fallan en casa. Desde luego el Valencia estuvo errático, no es el Valencia que se acostumbra a ver, pero el hecho es que el Madrid sumó la primera victoria sin un juego excelente, llegaron a los 20 puntos a mitad del segundo cuarto, y el punto de inflexión llega en su fortaleza.
Un Valencia que solo puede mejorar
Ya lo dijo Pedro Martínez tras el encuentro. Ese 2 de 22 en triples fue la clave para la derrota. Cierto es que muchos de los triples fueron lanzamientos liberados, pero en muchos otros la defensa del Madrid fue la culpable de los fallos, especialmente en la segunda mitad.
Destaca ese fatídico segundo cuarto, en el que el Valencia realizó 14 tiros exteriores y no anotaron ninguno. Pero el entrenador a pesar de esto sabe que fue una noche para olvidar, que su estilo les funciona y esa noche simplemente no entraron los tiros. La bola no quería entrar en el aro del Barclaycard y ya en la segunda mitad la defensa local hizo el resto.
A pesar de todo lo negativo, el Valencia debe quedarse con la idea de que estuvieron todo el rato en el partido, con opciones de llevárselo, con esos horribles porcentajes y en el campo del mejor equipo de España de los últimos años. Los taronjas saben jugar y quieren demostrarlo para llevar la serie a Valencia con el empate y aprovechar en La Fonteta.
Una serie de alta intensidad
El primer partido se caracterizó por el fallo. Salvo ese cuarto cuarto perfecto que le permitió al Madrid matar al Valencia, con Carroll y Llull intratables y Reyes saliéndose en el rebote ofensivo, el partido tuvo muchos fallos y muchas pérdidas.
Teniendo en cuenta la rivalidad reciente entre ambos conjuntos, de las semis del año pasado y el famoso triple de Llull desde su campo, y la cantidad de fallos que hubo fue un primer partido muy intenso, con un Barclaycard que respaldó a su equipo en todo momento. El segundo encuentro será igual, incluso más duro, con un juego muy intenso y veloz entre dos equipos con estilos muy atractivos.
Jugadores a seguir
Cualquier jugador puede ser diferencial en la serie, aparecer y hacer daño, pero hay algunos nombres a tener en cuenta. El primero de ellos no es otro que Sergio Llull. El base de Mahón tiene enfrente a una de sus víctimas preferidas y ya se vio en el primer partido. Junto a él el cañonero silencioso, Jaycee Carroll, es otra referencia del Real Madrid. El americano llega a un ritmo espectacular y muy enchufado. Fue esencial en el último cuarto, con 11 de sus 15 puntos en apenas unos minutos. Por dentro los blancos no buscaron mucho juego, pero se vio que jugadores como Trey Thomokins o Gustavo Ayón, a pesar de la imponente presencia de Justin Hamilton, tienen claras ventajas. Destaca también la vuelta de Rudy Fernández. El alero es un jugador diferencial y, si consigue entrar en ritmo, Laso cuenta con una baza extra.
En el bando taronja no deben renunciar a su estilo, aunque sí no mirar tanto al aro desde fuera si se les hace pequeño. El americano Justin Hamilton, que puede estar ante sus últimos partidos con la camiseta del Valencia, hizo un buen encuentro pero se quedó algo corto. Necesita más balón para hacer verdadero daño. La sensación que dejó el equipo fue de dar poco balón a los grandes nombres, teniendo en cuenta que abusan del uno para uno, y de unos complementos muy fallones, como San Emeterio, Rafa Martínez o Diot.
Fotos del texto: ACB