Tercer asalto entre estos dos pesos pesados de la Liga, que podría ser el definitivo si los blancos tumbaban al rival. La serie se trasladaba a la capital del Turia, y la Fonteta recibía el duelo con un ambiente infernal. Por los taronja causaba baja el capitán Rafa Martínez (rotura de un hueso en la mano), y Diot estaba seriamente tocado. Pero todo ello eran alicientes extras para poner más pundonor que nunca. El partido comenzaba con el intercambio de triples entre Sergio Rodríguez y San Emeterio. Los dos conjuntos apretando el acelerador y viendo aro con soltura.

John Shurna marcando a Felipe Reyes (ACB.com)
John Shurna marcando a Felipe Reyes (ACB.com)

Jugada durísima cuando Shurna intentaba matar el aro blanco y Maciulis le hacía falta en el aire. Con el terrible impacto el americano se había roto algo en el brazo y salía de la pista mareado y apoyado en los fisios. Los taronja se enrrabietaban más, y la Fonteta era una olla a presión. Más dinamita en pista con el monstruoso mate de Lucic posterizando a Ayón. Entraba en cancha Antonine Doit, tocado desde el anterior partido, pero su equipo le necesitaba. Ventaja +6 para los locales y tiempo muerto de Laso. Tras la bandeja de Diot sobre la bocina, final del primer cuarto 25-19.

Lesiones, espectáculo e igualdad

Más rotaciones en pista, y los por los blancos entraban Rudy y Jaycee Carroll, buscando aire en los tiros exteriores. Defensa terrible de los naranjas, que se estaban dejando la piel en cada marca. La cara B de esa terrible lucha de manos largas es que los del Turia se cargaban de personales y llegaban al bonus cuando faltaba un mundo. En la pintura se repartía de todo menos caramelos, y Bojan Dubljevic demostraba su inmensa calidad. Desatascaba el marcador merengue Sergio Llull con un imponente triple desde Mahón. Más malas noticias para los locales: Diot se marchaba cojeando, no estaba para jugar. 

Ayón machaca el aro ante Dubljevic (ACB.com)
Ayón machaca el aro ante Dubljevic (ACB.com)

En enfrentamiento era eléctrico, con posesiones muy cortas, tiros de todos los colores y jugadas plásticas. Se podían ver tapones imponentes como el de Hamilton, asistencias picadas y rebotes de casta. Tras el excelso triple de Rudy los capitalinos se ponían por delante por vez primera en varios minutos. Ante las carencias por las lesiones entraba en pista el veterano Jordi Trias. pese a no jugar habitualmente, demostraba su experiencia. Auténtica batalla entre Sato y Rudy, dos hombres calientes que se estaban dedicando lindezas. Tras el 2+1 de Lucic final de la apasionante primera parte (47-45).

Pundonor taronja

Comienzo de la segunda mitad con el triple de Guillem Vives y los blancos muy atascados en el ataque, con malas selecciones de tiro y lanzando mandarinas. Tras el misil de Romain Sato la ventaja local alcanzaba el +7. Rápidamente limaba esa diferencia el Madrid con los triples consecutivos de Llull y Thompkins. Todo en un pañuelo y los puntos que comenzaban a sumar con cuentagotas. La presión comenzaba a hacer mella, y se cometían excesivos errores en los lanzamientos de campo. 

Lucic posterizando a Gustavo Aýon (ACB.com)
Lucic posterizando a Gustavo Aýon (ACB.com)

Pero los taronja son unos tremendos guerreros, y gracias a mayor movilidad de balón y el triple de Stefansson alargaban de nuevo la ventaja. Tiempo muerto de un encolerizado Laso. No les estaba entrando nada a los madridistas, ni siquiera el tiro absolutamente solo de Carroll. Electrocución merengue y la diferencia que se iba a +9 para los valencianos. Y más leña al fuego con el triple desde ocho metros de San Emeterio. Enorme tensión en la Fonteta y final del disputado tercer parcial con 64-56. Los blancos se quedaron en pírricos once puntos. 

Vuelve el Madrid

Golpe de efecto para comenzar el último cuarto. A Sergio Llull le pitaban falta y ante la protesta la técnica. Con ello llegaba a cinco personales y eliminado. Factor importante, ya que el genio de Mahón estaba especialmente caliente en los minutos finales. Tremenda la intensidad del duelo, plagado de acciones deportivas y extradeportivas. Más lucha en el choque entre Rudy y Sato. Lo aprovechaba el veterano de mil batallas Nocioni para poner a los blancos pegados (parcial de 1-8). Tirando mucho de físico los del Turia seguían metiendo algún punto.

Llull gesticulando en pleno partido (ACB.com)
Llull gesticulando en pleno partido (ACB.com)

En escena el magnífico Rudy Fernández, tremendamente asesino desde la larga distancia. Su puntería sumada a la intimidación total de Ayón (ya cosechaba cinco tapones), ponían al Madrid en la pomada. Momentos de la verdad y todo de nuevo empatado. Cada posesión valía un mundo, y el Madrid que defendía con el culo pegado al suelo. Espectaculares duelos individuales y al triple de Carroll respondía con otro el todoterreno Sato. El Madrid tuvo el último tiro para ganar el partido, pro no entró. Final del tiempo regular con 74-74, y a la infartante prórroga.

Superhéroe Guillem Vives 

Los dos equipos estaban fundidos, pero aún más los valencianos que estaban notando las bajas en la rotación. Además le caía la quinta personal a su máximo baluarte físico y anímico como estaba siendo Romain Sato. Los madridistas no bajaban el pistón y Rudy volvía a ver aro desde el 6.75, y ya iban seis misiles venenosos. Pese a ello el Valencia no se rendía nunca. La canasta circense de Vives y los tiros libres de Lucic les metían de nuevo en la lucha.

Guillem Vives forzando el error de Llull (ACB.com)
Guillem Vives forzando el error de Llull (ACB.com)

El Madrid tenía una ligera ventaja de dos puntos, pero los naranjas recuperaban las posesión tras una lucha. Última posesión y todo o nada en una sola jugada. Los valencianos no querían alargar el partido y buscaban un tiro de tres para cerrarlo. Pero el Madrid no lo permitía y Laso dio consigna de hacer falta. Sin embargo, Reyes sólo metió una de los libres y le dio la última opción a los locales. Y allí, heroico, imposible, desequilibrado, en el último segundo: la enchufó Guillem Vives. Valencia se llevaba el partido literalmente en el último segundo (87-86) y forzaba el cuarto.