Cuarto duelo letal de la serie, segunda oportunidad de los blancos de meterse en la final. Tras la canasta heroica de Vives en la prórroga, los valencianos más motivados que nunca y con el apoyo incondicional de una Fonteta que tiene vida propia. Shurna totalmente fuera tras ser operado de una fractura del húmero, pero Diot algo recuperado de las lesiones musculares. El partido amanecía con un Madrid que salía en tromba, jugando bien a las cuatro esquinas y encontrando los triples de Thompkins y Maciulis. Parcial de 2-10. Pero los taronja son una roca mental, y volvían al partido con el triple de Sato y el alley-hoop culminado por Hamilton.

Llull anotando sobre Hamilton (ACB.com)
Llull anotando sobre Hamilton (ACB.com)


Los capitalinos estaban practicando una pegajosa defensa 3-2, con muchas ayudas que fomentaban los errores rivales. Especialmente iluminado el lituano Jonas Maciulis, que enchufaba desde varias posiciones. Gracias a ello los merengues alcanzaban ventaja de +10, e inmediato tiempo muerto de Pedro Martínez. Primeros cambios, Vladimir Lucic y Antoine Diot en pista. Laso reaccionaba activando a Rudy Fernández, que estuvo excelso en el previo encuentro. Tras varias posesiones desacertadas por ambos conjuntos, Carroll reactivaba el casillero blanco. La canasta exterior de Stefansson sobre la bocina culminaba el primer cuarto 18-25.

Ligera ventaja blanca

Remodelación total del quinteto blanco para saludar el segundo parcial. Chacho a los mandos y Reyes y Nocioni por dentro. Los triples consecutivos de Carroll y Rudy volvían a ampliar la ventaja. Los madridistas estaban castigando duramente desde el perímetro. Al capitán Felipe Reyes le caía la tercera personal casi consecutiva y tenía que visitar el banquillo. Se reactivaba la batalla particular entre Rudy y Sato, que llevan dos partidos repartiéndose de todo menos caramelos. El Madrid alcanzaba el bonus de personales cuando faltaba un mundo, y los del Turia salían de su sequía anotadora a base de tiros libres.

Ayón armando el lanzamiento (ACB.com)
Ayón armando el lanzamiento (ACB.com)


Minutos de enorme calidad del islandés Jon Stefansson, muy acertado en los tiros y tremendamente activo en la defensa y los rebotes. Los naranjas estaban ganando en intensidad y Laso paraba el partido para reajustar las marcas. El enfrentamiento más espectacular y acertado que nunca. Duelo de triples entre Nocioni y Sato. San Emeterio entrando en la zona con bandeja a aro pasado. Todo se apretaba en el electrónico. Tras la canasta contra tabla de Llull la primera mitad se cerraba 38-44. Ventaja de +6 para los visitantes, pero el Valencia había vuelto a la pomada. 

El Valencia siempre vuelve

Comienzo del tercer cuarto con el triple de Justin Hamilton, ya máximo anotador del encuentro, y los taronja a sólo tres puntos. El Madrid estaba abusando de los tiros desde la larga distancia (0/4 en triples), y el Valencia se llevaba muchos rebotes. Buena conexión interior entre Dubljevic y Hamilton, dos torres con enorme calidad. Los del Turia eran los primeros en llegar al bonus de personales, notando el esfuerzo en sus duras marcas. Lo aprovechaba un incisivo Llull, que entraba en la zona rival cual kamikaze y forzaba los libres.

Lucic no paró de luchar (ACB.com)
Lucic no paró de luchar (ACB.com)


Pero los taronja no bajaban los brazos, todo lo contrario, estaban llevándose todos los rebotes y machacando el aro rival con segundas oportunidades. Tras el mate de Hamilton primera ventaja local en todo el partido. La Fonteta se volvía loca. Tiempo muerto de un disgustado Laso. Electrocución del ataque madridista, y momentos en que los naranjas ganaban el pulso a base pundonor e intensidad física. La conclusión fue un tercer cuarto que finalizaba con empate (53-53). Emoción a raudales.

Sufrida victoria del Madrid

Tras minutos de zozobra, los blancos volvían a reactivarse con el triple de Rudy (el primero después de ocho fallados). Pero respondía desde el 6.75 Vladimir Lucic. Ahora las canastas entraban con cuentagotas. Los valencianos habían conseguido retomar el mando del disputado partido, y a los blancos les costaba demasiado deshacerse de sus terribles marcas. Si Carroll dejaba una bomba, respondía Diot rompiendo la zona y con bandeja. Los locales estaban más acertados que nunca con los puntos de Dubljevic y Diot. 

Los blancos celebrando la victoria (ACB.com)
Los blancos celebrando la victoria (ACB.com)


Llegaban los momentos de la verdad, y Llull se clavaba un triple excelso desde ocho metros. Respondía Hamilton en la pintura. Carroll subía de nivel y de nuevo sacaba a pasear su venenosa muñeca. Le caía la quinta personal a Felipe Reyes. La pelea en ambas pinturas era cada vez más cruenta. Los capitalinos ajustaban la mirilla y conectaban tres triples consecutivos, pero Sato también veía aro desde el perímetro. Ayón anotaba contra tabla y mínima ventaja del Madrid a falta de segundos. Lo siguiente fue un eterno carrusel de tiros libres. Los dos en bonus y jugando a la táctica. Y de manera muy sufrida, el Madrid ganó esa última guerra psicológica y se llevó el duelo 80-82. El vigente campeón vuelve a la final.