La nueva perla del proyecto del Real Madrid de baloncesto, Anthony Randolph. El ala-pívot viene para ser la guinda a un pastel maravilloso como es el juego interior que tendrá Pablo Laso a su disposición esta temporada. Randolph era el jugador más cotizado del mercado y los blancos no dudaron en lanzarse a por él.

Más talento NBA en Madrid

Sergio Llull, Rudy Fernández, Luka Doncic, Jeff Taylor, Andrés Nocioni, Trey Thompkins, Gustavo Ayón... Mucha carne NBA en el Real Madrid y ahora llega un nuevo prospect de la mejor liga del mundo. Randolph realizó una prometedora temporada freshman en la universidad de LSU, lo que llamó la atención de unos Golden State Warriors que le draftearon en 2008 con el pick 14 de primera ronda.

Sin embargo el interior nacido en Alemania no gozó de constancia en la NBA. En Oakland superó los dobles dígitos de anotación en su segunda campaña, 11.6 puntos en 22.7 minutos, pero el traspaso que llevaba a David Lee a los Warriors le hizo recoger sus maletas y buscar su sitio en Nueva York. En la Gran Manzana vivió la misma historia. El mega-traspaso de Carmelo Anthony apenas le dejó media temporada en los Knicks y terminó en Minnesota, donde volvería a demostrar su talento con 11.7 puntos por encuentro. Como agente libre eligió Denver, mal destino, pues no tuvo minutos y volvió a ser traspasado, para ser cortado a posteriori por Orlando y dar el salto a Europa.

Anthony Randolph es el típico jugador joven que debería haber pasado más tiempo en la NCAA formándose, subir en el Draft y llegar a la NBA con algo más que un cartel de "promesa por fojar". A sus 27 años es uno de los mayores talentos que existe en el Viejo Continente y, aunque firme por el Madrid, su objetivo apunta de nuevo a la NBA.

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En Krasnodar, Randolph ha vuelto a demostrar su talento ofensivo

Una fuerza anotadora diferencial

En Rusia con el Lokomotiv, Anthony Randolph se repartía el papel de estrella con Malcom Delaney, nuevo jugador de Atlanta Hawks, pero con roles distintos. Randolph es un finalizador, aunque en rebote puede ser un jugador de élite, como ya demostró en la NBA llegando a un 18 por ciento de rating reboeador (porcentaje de rebotes capturados sobre el total de rebotes que se pueden capturar en el tiempo que dicho jugador está en pista).

Su fuerza es la anotación. Randolph es un pívot moderno, de los que juega de cara, muy capaz de botar el balón y marcharse por velocidad o de sacar ventaja gracias a su gran atletismo. Un finalizador de lujo cerca del aro, con sus potentes mates, también objetivo de alley-ops, y acrobacias y rectificados. Además de un excelente tiro a media y larga distancia, zona en la que se siente cómodo para arrancar la ofensiva. Tampoco se le puede dejar espacio, ya que a pesar de haber promediado un flojo 25.3 por ciento en triples es un microondas desde más allá del arco. En su primer año con el Loko superó el 50 por ciento, una barbaridad, y contra el Barcelona en su espectacular partido en cuartos de Euroliga acumuló un tres de cuatro en el encuentro para pasar a Final Four.

Altura, atletismo y técnica, un jugador que lo tiene todo para marcar diferencias en ataque, pero también puede hacerlo en defensa. Desde luego su rol no será defender, para eso está fundamentalmente Othello Hunter y otros jugadores como Andrés Nocioni o un Trey Thompkins que estuvo imperial en el aspecto defensivo durante los últimos meses de competición, coincidiendo con sus partidos como titular. Randolph suele acumular despistes en defensa y aunque puede actuar bien como ancla defensiva durante varios minutos no es el defensor ideal para poner sobre la estrella interior del rival.

Frente a los blaugranas sumó 28 puntos, 13 de ellos entre el cuarto cuarto y la prórroga
Frente a los blaugranas sumó 28 puntos, 13 de ellos entre el cuarto cuarto y la prórroga

Rol, rotación y futuro

A veces fichar una estrella no es tan necesario como hacerse con los servicios de un jugador que encaje en el rol que tienes que cubrir. Un ejemplo claro es el fichaje de Dontaye Draper, compañero de Randolph en el Loko y clave para su llegada a Madrid, para sustituir la salida de Sergio Rodríguez. Si bien no es el mismo perfil ni atesora la calidad del Chacho será Luka Doncic el que deba ir poco a poco metiéndose en ese papel, salvando distancias claro. Por lo que la llegada de Draper cubre un perfil defensivo y de garantís al lado de una joven promesa. Buena apuesta.

Con Randolph lo más importante ahora es decidir qué papel tendrá. La pareja que formará con Gustavo Ayón será élite en ataque y rebote, pero en defensa flojeará más, con dos jugadores eminentemente ofensivos, con calidad para defender pero con claros despistes. En ataque deberían producir muchísimo, aunque quizá con dos anotadores puedan estorbarse y crear algo de "efecto jaula". Trey Thompkins, por ejemplo, demostró ser una pareja espectacular para el mejicano. El ex de los Clippers aporta mucho trabajo sucio y abre la pista al ser un interior que vive mucho de su tiro exterior.

La mayor tarea de Pablo Laso durante los primeros meses de temporada será cuadrar a Randolph en el juego interior del Madrid para que exista equilibrio. Sin duda el ex-NBA acumula un talento extraordinario y se adaptará a la perfección al bloque, porque como han declarado compañeros y miembros del staff ha llegado en una forma extraordinaria. La presencia de Draper también ayudará a que se acople.

Por último toca hablar de su futuro. Este verano ya se dijo que Randolph estaba esperando ofertas de la NBA y todo apunta a que el Real Madrid es el trampolín que le lleve de nuevo a la mejor liga del mundo. El alemán quiere resarcirse de su anterior etapa y no hay mejor escenario posible que pelear por todos los títulos con el mejor conjunto de Europa.

Fotos del texto: Real Madrid y Euroliga