El descaro personificado, el talento bruto y la inteligencia veterana. Estos tres factores se juntan en un solo jugador, Luka Doncic, con tan solo 17 años. El esloveno, por edad, es júnior de segundo año, pero su reto esta temporada es el de tapar el vacío que deja la marcha de Sergio Rodríguez a la NBA.

El Madrid apuesta fuerte

Desde hace cinco años, cuando Herreros y Angulo descubrieron a este talento, el Real Madrid le ha concedido grandes dosis de protagonismo y confianza al bueno de Luka. Y el bueno de Luka siempre ha respondido con creces. No hace falta enumerar de nuevo los logros con los que avasalló Europa junto al júnior de oro y el impresionante dominio que exhibía siendo el más joven en pista.

Tras los triunfos con Paco Redondo como su entrenador, ahora asistente de Pablo Laso, ambos subieron al primer equipo. Los números de la perla de Lubliana no sorprenden, 4.5 puntos, 2.7 rebotes y 2 asistencias, con un 39.7 por ciento en triples, en 13.3 minutos por partido, pero enseñan lo que es y será este jugador. Un todo terreno, un point-forward de 2.00 metros capaz de anotar, organizar, rebotear y defender. 

En su primera campaña completa con el primer equipo Doncic ha dejado sensaciones inmejorables. No era de los que más tiempo pasaba en pista, pero Laso ha sabido distribuir los minutos, a diferencia de con otros jugadores, para que el esloveno desarrolle su juego y pula los pocos defectos que tiene, principalmente las pérdidas de balón.

Ante todo, las sensaciones. Con un joven así, cumplió 17 años en febrero, habría que tener paciencia. Sin embargo Luka Doncic no es un joven cualquiera. Ha demostrado en las grandes citas, como algunos encuentros de Euroliga importantes, especialmente en primera fase, que no necesita anotar para influir en el juego, pero además sabe anotar. Frente el Fenerbahce en esa primera fase fue el revulsivo de los blancos en un partido en el que se jugaban mantenerse vivos en la competición continental. En los playoffs de la Liga Endesa Doncic se mostró solvente, aprovechando todos los minutos que tenía, con buenas defensas y una sólida toma de decisiones. Carácter, calidad y desparpajo. La pregunta es, ¿será suficiente?

El primer mate del esloveno en su carrera ACB, frente al Valencia en la primera jornada de Liga de la 2015/2016

El Chacho es mucho Chacho

A pesar de los refuerzos del verano, especialmente en la pintura con Randoph y Hunter, y todas las renovaciones, la salida de Sergio Rodríguez deja un vacío imposible de rellenar. No existe un jugador igual en toda Europa para reemplazar lo que es el Chacho en este Real Madrid. Un mago, un MVP, un base élite.

La directiva ha decidido apostar por un viejo conocido de la casa, Dontaye Draper, que ya estuvo dos temporadas en la capital española. El americano con pasaporte croata es un jugador infravalorado: excelente defensor, buen tirador y no arriesga en la ofensiva. Un base que ha pasado por grandes de la competición, como el Anadolu Efes y el Lokomotiv Kuban, donde compartió equipo con Anthony Randolph.

Aunque Draper tendrá un rol similar al que ya tuvo entre 2012 y 2014, pocos minutos y especialmente para aportar defensa y agresividad. Un base de garantías y veterano, 32 años, que tendrá por delante en la rotación a Luka Doncic. El esloveno podrá aprender mucho del croata, especialmente en defensa.

De esta manera Doncic tiene el difícil papel de, no reemplazar al Chacho, pero si minimizar el impacto de su salida. Con 17 años se le pide que de un paso de gigante. Sin duda es la temporada más importante de su todavía jovencísima carrera como profesional, pero si pretende presentarse al Draft de 2018 tiene que empezar a demostrar que es una estrella en ciernes.

El descaro y la madurez de Doncic, sus dos puntos más destacados

Qué esperar de Doncic

Las diferencias con Rodríguez, aparte de la calidad, son muy pronunciadas. Mientras que el nuevo base de los Sixers imprime un ritmo altísimo y tiene un uso de balón muy elevado, el esloveno tiene un juego más lento y cerebral, aunque es muy capaz de correr los contraataques, no llega al nivel del Chacho. Doncic, a diferencia de Rodríguez, no tiene siempre el balón en las manos, por lo que en la segunda unidad se necesitará que otros jugadores creen juego.

En anotación Luka debe comenzar a ser más consistente en el lanzamiento de tres. Los porcentajes del esloveno son muy buenos, rozando el 40 por ciento, muy cerca de las cifras del internacional español, pero la regularidad en este aspecto será clave en la campaña. La potencia de Doncic es un punto muy a tener en cuenta.

El potencial que atesora Doncic es defensa es descomunal. Tiene un físico privilegiado para defender a cualquier exterior, además de mucha inteligencia y madurez para su edad, aunque lógicamente sigue estando algo verde y en ocasiones peca contra jugadores veteranos con las faltas. La velocidad lateral del esloveno no es la mejor, debe mejorar en este aspecto que, si en Europa no es un mal mayor, en su futuro como profesional puede afectarle. Aquí el Madrid debería ganar, ya que a pesar de que el Chacho intercepta muy bien las líneas de pase y si se empeña es capaz de realizar buenas defensas no es un defensor fiable durante un encuentro entero.

Luka Doncic se enfrenta a un gran reto, uno realmente complicado. No será el nuevo Sergio Rodríguez del Real Madrid, porque ni tiene ese nivel ni es el mismo tipo de jugador, pero puede aportar mucho en otras facetas y darle otro toque al equipo. También puede que se quede corto en algunas ocasiones, pero para eso estará Draper en el banquillo, mientras tanto háganle hueco porque la joven perla de Lubliana quiere despegar.

Fotos del texto: Euroliga y ACB