Jaycee Don Carroll (Laramie, Wyoming, 1983, escolta, 1,88 cm, 85 kilos). Jugar en el puesto de tirador puro en el Real Madrid no es nada fácil. Si tienes el partido caliente la gente se volverá loca, pero como falles los tres primeros misiles puede haber una ensalada de pitos. Es un puesto muy especializado y exigente el de escolta puro. En la historia de los blancos muchos han sido los excelentes cañoneros, pero también numerosos los que salieron escaldados. Pese a tener una calidad espectacular, ni Rakosevic ni Bullock tuvieron demasiada continuidad (y solo hablando de historia reciente).

Sin embargo, Carroll se ha asentado perfectamente en la dinámica del equipo y entiende y acepta perfectamente su rol de tirador que sale desde el banquillo y debe tener siempre la metralleta caliente. Había rumores, de que precisamente por tener ya 33 años no se le iba a renovar para la campaña que ahora comienza, pero el clamor fue popular de toda la afición blanca, que ya en el último partido de Liga gritaba "boom, boom" desde las gradas. Que el mormón se atreviera a sacar literalmente el capote para celebrarlo, fue el guiño definitivo.

Un tirador en evolución

Que Carroll es un tirador nato es cristalino. Ya en el Gran Canaria fue el máximo anotador de la Liga y su medias dese la larga distancia están siempre en torno al 45 % de acierto, o más. Especialmente afilado estuvo la pasada campaña, donde batió el récord previo de Chad Topper y dejó su media de aciertos en triples en un alienígena 52,4 % en la Liga Endesa. Pero lo bueno de Jaycee es que no se ha estancado en eso, no es solo un tipo delgado que sale de un bloqueo para lanzarse lo primero que le pasen. Sin duda que Carroll es mucho más.

Carroll encarando a un rival (ACB.com)
Carroll encarando a un rival (ACB.com)

Entre sus mejoras están la de una polivalencia mayor en el abanico ofensivo. Ha mejorado mucho sus entradas a canasta, tanto dejando bandejas a aro pasado para protegerse de los tapones como al estilo bomba. Quintando a Navarro, es el jugador de la Liga que las practica (y acierta), con mayor frecuencia. Y junto a lo ofensivo otra mejora muy importante es la de su capacidad defensiva. Los primeros años Carroll apenas seguía al hombre, se comía muchos bloqueos y cometía excesivas faltas porque llegaba tarde a las marcas o se frustraba. Lleva dos años mejorando, y el pasado se le vio más fuerte, sobrio y aplicado.

Cambio de actitud

Es curioso como la pasada temporada, al principio de la Liga y en un partido contra el Gran Canaria en el Palacio, Carroll fue expulsado. Y tras una falta que no le pitaron, el mormón se fue como un poseso a por el árbitro. Le gritó en la cara, le selaño con el dedo y sus compañeros tuvieron que pararle para que no fuera a más. Le echaron con descalificante y salió de la pista a pecho descubierto y visiblemente enojado. Algo raro en él. Pocas horas después se disculpaba en las redes sociales pidiendo perdón a afición, compañeros, árbitros y el deporte en general.

El escolta fue de menos a más (Noelia Déniz - VAVEL)
El escolta fue de menos a más (Noelia Déniz - VAVEL)

Decía Carroll que no entendía lo que le pasaba, que tenía demasiada rabia dentro y no era propio de él. Pero que esa situación tan desagradable vivida le iba a ayudar para ser mejor, para darlo todo en el baloncesto y poder sentirse agusto con sigo mismo. Y fue dicho y hecho. Desde entonces comenzó a estar más centrado en cada minuto en pista, y la muñeca más calinte que nunca. Su porcentaje mejoró exponencialmente. Como un ave Fénix, aquel incidente dio nuevas fuerzas al de Wyoming, una progresión y madurez que es de esperar que siga evolucionando este año.

Único en su puesto

Es curioso como la plantilla del Madrid se ha transformando a los largo de estos seis años que lleva Laso como entrenador. El baile en las posiciones ha sido bastante frecuente. Cambiando todo tipo de piezas e intentando paliar deficiencias. Así en el juego interior se pasó de Begic como torre sin bemoles, a Bourousis como torre con mucho carácter, y luego a Ayón con carácter pero mucha movilidad. Se ha tenido escoltas más altos y bajos, se han tenido bases más creativos, más tiradores, más defensores. Pero aunque en el Madrid muchos pueden enchufar desde lejos, escolta puro solo han tenido uno.

Carroll también ganó el concurso de triples (ACB.com)
Carroll también ganó el concurso de triples (ACB.com)

Ninguna temporada se le ha pelado un cable a Laso o a la directiva y han dicho, vamos a por este tirador que lo está rompiendo en Europa. Lo cierto, es que ello ha demostrado la plena confianza en que Carroll siempre va a cumplir con su trabajo, y así lo hace. El Madrid tiene tres bases (con Llull también como tirador), tres aleros (con Rudy jugando también de dos a veces), y muchos ala-pívots y pívots, pero solo tienen un escolta puro. Si Carroll se lesiona lo sienten, eso es evidente, pero por otro lado demuestra que es el especialista por antonomasia del equipo.