Con un día festivo en Madrid y con mucha gente sin tener que acudir a sus trabajos, el Palacio de los Deportes de la Comunidad de la Madrid ofrecía un plan interesante para pasar la noche en familia o con amigos. El menú de la noche no era otro que un Real Madrid contra Zalgiris Kaunas correspondiente a la undécima jornada de la Euroliga. Y fueron muchas las personas que decidieron pasarse por el pabellón, 10436 para ser exactos,  para disfrutar de una noche europea del equipo blanco con protagonistas como Luka Doncic, Jonas Maciulis, Rudy Fernández o Andrés Nocioni.

Sin embargo, había un protagonista principal que hoy no podría acudir a la función. Su nombre no es otro que Sergio Llull. El balear venía arrastrando unas molestias en la rodilla, no ha podido entrenar esta semana y Pablo decidió reservarlo. Pese a que no pudo jugar, si hizo acto de presencia en el Palacio de los Deportes. El motivo no fue otro que para animar a sus compañeros y recoger el trofeo de mejor jugador del mes de la Euroliga. 

Un inicio apretado

El Real Madrid acudía a un partido que se presentaba como más sencillo de lo habitual. Aunque, cuando el que está sentado en el banco se llama Jasikevicius (al que el público le dedicó una calurosa pitada) nunca se sabe lo que puede pasar. Los locales comenzaron mostrando un gran acierto en ataque y prácticamente no fallaron ni un solo lanzamiento en el primer cuarto. Cuando fueron solucionados los habituales problemas en el marcador del Palacio, el espectáculo se reanudó. Anthony Randolph levantó al público con su ya tradicional tapón y poco a poco fue cogiendo el protagonismo del partido. Con un mal lanzamiento de Dontaye Draper se cerró el primer periodo con un marcado de (25-22) para los blancos.

Partido del Real Madrid | Foto: Getty Images
Partido del Real Madrid | Foto: Getty Images

Sin embargo, fue en el segundo cuarto cuando el equipo lituano se reencontró con sus mejores sensaciones en el parqué. Los visitantes subieron un escalón defensivo y el equipo de Laso lo notó notablemente. Un parcial de (8-0) a favor del equipo verde hizo que se pusiesen por delante y llevasen la inercia del encuentro. Fueron destellos de Nocioni y un enorme Othello Hunter en los rebotes y la intimidación los que hicieron que no tomasen una ligera ventaja. Un triple del propio Chapu Nocioni fue el que mandó el partido al descanso con tablas en el marcador y con un encuentro que tenía mucho que contar.

Un Luka Doncic obligado a mandar

Un niño de 17 años con la obligación de dirigir al club má laureado de baloncesto europeo, esa es la situación con la que se encontró Luka Doncic esta noche en el Palacio de los Deportes. El esloveno se vio ante la situación de tener que ordenar el ataque madridista en Europa y guiar al equipo que le vio crecer hacia la victoria.  Con 17 años, un reto a la altura de los más grandes.

Luka Doncic anotó 17 puntos, repartió cuatro asistencias y capturó 4 rebotes.

Pese a que estuvo muy activo a las líneas de pase y lo intentó todo en ataque, las cosas no le acababan de salir en la primera parte. El ‘7’ blanco se fue al descanso con dos puntos y una asistencia. Fue en defensa donde si estuvo más acertado y el equipo lo notó. En cuanto al tercer cuarto, el Real Madrid comenzó con algo más de aire en el apartado defensivo, con constantes ayudas y atentos a los rebotes. Prueba de la presión a la que estaba sometido Luka fue el grito de rabia cuando le entró al fin un lanzamiento de tres puntos. Desde ese momento, la precoz estrella fue otra. 

Hora de cerrar el partido

La llegada de los últimos diez minutos reglamentarios no supuso un gran alivio para el equipo merengue. El Real Madrid no contaba con una renta suficiente y se veía obligado a ganar debido a las victorias del Fenerbahçe y del CSK de Moscú. Pablo Laso se mostró muy enfadado al término del tercer cuarto debido a una mala gestión de Draper y Hunter de la última posesión. Además, deberían de disputar los últimos minutos finales sin su especialista en la materia, Sergio Llull. Diez puntos en diez minutos, la distancia que deberían gestionar. 

Partido del Real Madrid | Foto: Getty Images
Partido del Real Madrid | Foto: Getty Images

El principal culpable de que el Zalgiris Kaunas estuviese en el partido en los minutos finales fue Milaknis y Motum, que traspasaron la barrera de los diez puntos y con porcentajes realmente espectaculares. Al mismo tiempo que el tiempo se consumía en el marcador, la ventaja del Madrid se iba reduciendo hasta el punto que el Zalgiris se puso por delante a falta de tres minutos. El partido finalizaría como debe de finalizar un buen partido de baloncesto, desbrochándose un botón de la camisa y mordiéndose las pocas uñas que quedan. 

En estos momentos es cuando se ven a los verdaderos jugadores, a los líderes, a los que no se les encoge la muñeca. Luka Doncic es uno de ellos. El niño al que había sido encargada la tarea de liderar al equipo blanco decidió meter dos triplazos para darle una bomba de oxígeno más que necesaria. Sin arrugarse, asumiendo su tarea y haciéndola más que bien. Sí, Luka Doncic decidió su primer partido de Euroliga. Sin ayuda de Lllull, el objetivo se había cumplido, los puntos se quedaban en Madrid.