Antes de que comenzara la temporada uno de los aspectos claves del curso era el rendimiento de Luka Doncic. La lesión de Sergio Llull les rompió el corazón a los aficionados del club merengue, pero una vez llegó el Eurobasket, quedó claro que la dirección del conjunto en la pista quedaba en buenas manos. Actuaciones como la que tuvo el de Liubliana contra Letonia en los cuartos de final -anotó 27 puntos y cogió nueve rebotes- eran un ejemplo claro de lo que nadie en todo el continente dudaba. No hay nadie que lo pare pese a sus 18 años.

El MVP del mes de octubre de la Euroliga ha sido Luka Doncic. Es el primer jugador de 18 años en ganar este premio. Aunque hay ocasiones en los que se dan premios solo por hacer historia, en este caso el galardón es totalmente merecido. Tiene el segundo registro más alto desde el año 2000 en Player Index Rating (PIR). Ha igualado y superado su mejor marca anotadora (anteriormente 27 puntos, ahora 28). Es solo cuestión de tiempo que consiga un triple doble. Su manejo de balón sigue mejorando al igual que su habilidad con el pase. Quizás el aspecto de su juego que más ha evolucionado es su tiro en suspensión desde media y larga distancia. En la Liga Endesa también es el líder del equipo. El escolta está especializándose en las últimas fechas en lanzar el balón entre las piernas de sus defensores.

Luka Doncic, pese a ser jugador de baloncesto, está inmerso en una de las carreras más importantes del año. Sus rivales son Marvin Bargley III, Michael Porter Jr. y DeAndre Ayton. El premio es ser elegido en la primera posición del próximo Draft de la NBA y a la espera de que comience la temporada en la NCAA, el jugador del Madrid puede estar ganándole ventaja a sus competidores. El único apartado en el que debe mejorar de cara a un futuro en la mejor liga del mundo es su capacidad atlética, la cual le podría ayudar a defender más eficientemente al igual que a superar a su par sin la necesidad de pasar por tantos bloqueos. En Estados Unidos están empezando a atisbar un cambio de tendencia en la posición de uno. Ben Simmons y Antetokounmpo son los nuevos prototipos de jugador dominante. Todos superan los dos metros y juntan una gran visión de juego y un físico asombroso.