El Real Madrid ha ganado al Herbalife Gran Canaria en un partido que ha dominado en todas las fases del juego. El marcador final fue de 96 a 72. Sendas rachas al final de los últimos dos cuartos le han permitido al equipo isleño no salir con una diferencia mayor en el marcador de un choque contra un rival que no se le ha dado especialmente mal en los últimos tiempos. Luka Doncic fue el jugador blanco más destacado mientras que Albert Oliver lo fue para el equipo entrenado por Luis Casimiro.

En el primer cuarto el parcial ha sido de 23-17. Del lado del Madrid, ha habido dos nombres propios claros: Rudy Fernandez y Walter Tavares. El primero ha destacado por su acierto en el tiro de tres y su implicación en defensa. El descanso en los meses de verano y una buena preparación durante los últimos meses están surgiendo sus frutos. La conexión con la grada se ha retomado. Se escuchan menos quejas y silbidos y la cantidad de aplausos recuerdan a los que recibía noche sí y noche también en sus primeros años tras volver de la NBA. Walter Tavares se está ganando también el apoyo de la afición. Su intimidación bajo los aros no es algo que la afición esté acostumbrada a ver. Su rapidez, agilidad y habilidad tanto en la defensa como en el ataque están sorprendiendo a propios y extraños. Al descanso sus estadísticas hablaban por sí solas: ocho puntos y tres tapones. El bloque y continuación fue su arma principal.

Acompañándolos en el buen hacer defensivo estuvo Facundo Campazzo quien como siempre se mantuvo hiperactivo durante los minutos que formó parte del equipo en los dos primeros cuartos. Las manos de los jugadores del Madrid estuvieron realmente activas. Se robaron varios balones. Entre los “ladrones” se podría citar tanto al pívot de Cabo Verde como al base argentino o el capitán, Felipe Reyes. El cordobés coincidió durante varios minutos en pista con Maciulis por la cantidad de faltas de Thompkins y las ausencias ya de sobra conocidas. En esos momentos, el Herbalife aprovechó para no desconectarse del partido aunque en los últimos cinco minutos de la primera mitad el Madrid se fue en el marcador que reflejaba un 53-36. Entre otros detalles del primer tiempo está la presión sobre Randle al subir el balón. La aportación de Doncic fue reducida, perdiendo varios balones, pese a esto en los dos últimos minutos corrigió un poco su actuación al encestar un triple a falta de cinco segundos.

Al comenzar el tercer cuarto, el alero esloveno anotó con algo más de facilidad pero siguió contribuyendo sobre todo, en el rebote y con su visión de juego. Walter Tavares siguió con su gran hacer defensivo pese a las faltas. En el ataque de Gran Canaria, Marcus Ericksson empezó a contribuir con varios triples, siendo acompañado por Albert Oliver. A falta de tres minutos y y treinta y nueve segundos, DJ Seeley y Luka Doncic se encararon tras una jugada del esloveno, llegando el estadounidense a darle un golpe en la cara. El encontronazo sirvió para que se viera en el joven una de las cualidades que más se le exigen a un deportista, la capacidad de lucha. El público se enfadó con los colegiados por sancionar dos faltas técnicas. Trey Thompkins tras varios partidos grises comenzó a aportar en el rebote de forma parecida a cómo lo hacía en el Nizhny Novgorod, cosa que se le pedía desde hace tiempo. El marcador al terminar el tercer periodo era de 71 a 53.

La valoración de Luka Doncic, como ha pasado en otros partidos, se disparó en un solo cuarto. Con dieciséis puntos, cinco asistencias y cuatro rebotes tapó sus cuatro pérididas y alcanzó los 21 de valoración. Oliver y Seeley eran los dos jugadores de Herbalife que anotaban con mayor facilidad. Pese a ello, el partido a mitad del último cuarto ya estaba decidido. Tras siete minutos en este periodo, la grada se dedicó a cantar a los lesionados. Cada cántico era respondido con el saludo del jugador en cuestión siendo el saludo de Randolph el más sorprendente y mejor recibido. Yusta y Radoncic hicieron acto de presencia en los últimos tres minutos de encuentro. El recuerdo a Fernando Martín fue continuo: “Siempre presente, Fernando, siempre presente”.