Casi sin despeinarse, fruto de un gran trabajo y de la inercia ganadora. Así pasó Unicaja por el Nou Congost, ante una afición que vio cómo su equipo cosechaba su novena derrota de la temporada, la más abultada en su pabellón. Los malagueños han entrado en una dinámica triunfal excelente que le ha permitido no sólo convertirse en uno de los equipos más en forma de la Liga Endesa, sino también en un claro candidato a poner en aprietos a los grandes favoritos al título. La siempre complicada cancha manresana, otrora un bastión inexpugnable, se ha convertido en un pasaporte a la victoria para la mayoría de los equipos de la competición, que aprovechan la situación crítica del ICL Manresa para ir ahondando en su maltrecha moral.

Igualdad efímera

Sobre el papel, el duelo se presentaba muy desigual, con dos equipos en rachas diametralmente opuestas. El comienzo del partido pareció romper esta previsión, y fue fiel a los partidos del conjunto entrenado por Ibon Navarro en Manresa, donde todos los equipos han conseguido la victoria pero con un estrecho margen. Sin embargo, la igualdad de los primeros minutos se fue diluyendo a la misma velocidad que entraban los lanzamientos de Unicaja Málaga, que vive un momento dulce en el tiro en las últimas semanas.

Dejan Musli logró un doble-doble de 16 puntos y diez rebotes

Así, superado el ecuador del primer cuarto, un triple de Waczyski permitió a los malagueños conseguir la máxima ventaja hasta el momento (9-18), una diferencia que, lejos de reducirse, fue creciendo hasta llegar a los 16 puntos tras un triple de Alberto Díaz, que estableció el 11-27 en el marcador. Luksa Andric continuó empecinado en acercar a su equipo en el marcador, pero el gran acierto del cuadro cajista impedía cualquier atisbo de remontada, llegando al final del primer cuarto con un claro 16-31 en el electrónico del Nou Congost.

La ventaja parecía sustancial para los hombres de Joan Plaza, que aún así continuaron acertados y concentrados, conscientes de que el baloncesto siempre guarda esa magia de remontadas milagrosas. Los intentos de Andric y Trapani quedaron reducidos ante el buen hacer conjunto de Unicaja, que mantuvo una buena línea defensiva y continuó castigando a la defensa rival en cada ataque. 

Los malagueños superaron los 20 puntos de ventaja en la primera mitad | Foto: ACB.
Los malagueños superaron los 20 puntos de ventaja en la primera mitad | Foto: ACB.

Un triple de Trapani a menos de cuatro minutos para el descanso situó el 31-42 en el marcador y dio ciertas esperanzas a los locales y su afición, pero Waczynski y Carlos Suárez hicieron acto de presencia para para encadenar un parcial de 2-8 que colocó la diferencia una vez más en torno a los 15 puntos (36-50), una ventaja que parecía más que suficiente para que la victoria no se le escapara al conjunto de la Costa del Sol.

Sentencia prematura

Tras el paso por los vestuarios, otro parcial malagueño, esta vez de 2-12, supuso la sentencia definitiva del partido, aún con más de 15 minutos por jugarse. Waczynski y Musli, que volvía a Manresa tras su excelente temporada pasada, siguieron haciendo daño al cuadro catalán y estiraron la diferencia hasta los 29 puntos (40-69), un resultado abultado pero que refleja a la perfección el momento de forma y la diferencia entre ambas plantillas en este momento de la temporada.

Fue el turno de Aranitovic, que tiró de orgullo para asumir la responsabilidad ofensiva del ICL Manresa y ser el protagonista de un parcial de 12-4 favorable a los manresanos, anotando los 12 puntos del parcial y ganándose los aplausos de una afición desangelada ante la imagen mostrada por sus jugadores. La diferencia era tan grande para Unicaja Málaga que, pese a este buen hacer de Aranitovic, el resultado reflejó un contundente 52-73 a falta de diez minutos para el final del partido.

Los 21 puntos de Aranitovic fueron la única buena noticia para ICL Manresa | Foto: basquetmanresa.
Los 21 puntos de Aranitovic fueron la única buena noticia para ICL Manresa | Foto: basquetmanresa.

En el último cuarto, los malagueños se mostraron algo más erráticos y los manresanos continuaron luchando cada posesión, pero Musli quería dejar buena impresión en Manresa y siguió castigando la zona del ICL Manresa, que pese a mejorar ligeramente en ataque, se desangraba en defensa. La ventaja andaluza bajó de los 20 puntos y se situó en los guarismos de los dos primeros cuartos, pero un triple de Alberto Díaz supuso la última canasta del partido y estableció el definitivo 70-89.