Cuando todo parecía perdido y el sueño parecía escaparse entre los dedos malagueños, el cuadro cajista puso su corazón verde sobre la cancha de la Fonteta para lograr una remontada que parecía imposible y alzar un título once años después. Y es que la situación no podía ser peor para Unicaja.Víctima de un ambiente infernal en la pista valenciana, los malagueños perdían por diez puntos a falta de siete minutos para el final y además, su único jugador interior destacado (teniendo en cuenta la inexperiencia de Okouo y la lesión de Musli), Alen Omic, había sido descalificado en el tramo final del tercer cuarto al intentar evitar una confrontación entre jugadores de ambos equipos. 

El público valenciano se veía festejando una nueva Eurocup de su equipo, que en los últimos años ha demostrado con creces su idilio con esta competición. Sin embargo, un parcial de 4-20 en los últimos diez minutos obró el milagro para el equipo cajista, que llegó a los últimos dos minutos de la final con ventaja en el marcador. La presión fue demasiado exigente para los locales, que no lograron acertar en sus lanzamientos y vieron cómo su rival alzaba el trofeo en su propia pista tras 120 minutos emocionantes de baloncesto.

Por fuera y por dentro

Sólo la fe del equipo entrenado por Joan Plaza hizo posible esta histórica remontada. Y eso que los malagueños, como en los dos encuentros anteriores de la serie, comenzaron muy concentrados y, con un inspirado Alberto Díaz, lograron un parcial de 2-10 que dejó muy a las claras las inteciones de los visitantes de salir a por el partido desde el salto inicial. Los valencianos fueron reaccionando con el paso de los minutos y, gracias a un mayor acierto en el lanzamiento y, sobre todo, a endurecer la defensa, enjugaron la diferencia en el marcador hasta llegar a los últimos tres minutos del primer cuarto, cuando un triple de Dubljevic colocó a los locales por delante por primera vez (17-16).

Los malagueños pasaron del 2-10 inicial al 31-21 al final del segundo cuarto

La tendencia era claramente ascendente para los hombres de Pedro Martínez, que volvieron a encontrar en el pívot serbio a su referente ofensivo. El jugador balcánico llevó las primeras alegrías a la afición 'taronja', firmando los últimos ocho puntos para su equipo de manera consecutiva, lo que permitió a Valencia Basket llegar al final de los primeros diez minutos con un resultado favorable de 22-18.

Dubljevic finalizó el encuentro con 16 puntos | Foto: Eurocup.
Dubljevic finalizó el encuentro con 16 puntos | Foto: Eurocup.

Las defensas y los errores en el tiro se impusieron en el segundo cuarto, lo que no impidió que se cortara el buen momento del cuadro valencianista, que logró aumentar su ventaja hasta los nueve puntos con un triple de Sikma en el ecuador del segundo periodo (29-20). Los malagueños intentaron reaccionar con la aparición de sus dos hombres interiores más importantes, Omic y Brooks, pero la profundidad del banquillo local llevó la diferencia hasta los diez puntos. Pero justo en el peor momento de los malagueños, varios errores de los locales y los tiros libres enjugaron la diferencia, llegando al descanso con un marcador de 33-30.

Corazón para escalar una montaña

Tras el paso por los vestuarios, la igualdad se mantuvo durante los primeros minutos, y cada intento valenciano de escaparse en el marcador fue contrarrestado por Unicaja, que se mantenía a duras penas en el encuentro. La ventaja de Valencia Basket creció hasta los 12 puntos a falta de cinco minutos para el final del tercer cuarto, una situación complicada para los malagueños que se volvió prácticamente imposible de revertir tras la descalificante a Omic, lo que provocó que el cuadro visitante se quedase sin su referencia interior para los últimos 13 minutos de partido y con ocho puntos abajo en el marcador, que se tradujeron en once al finalizar el tercer cuarto (54-43).

Los andaluces remontaron gracias a un parcial de 4-20 en los últimos diez minutos

Sin embargo, el milagro se obró en los últimos diez minutos gracias a varios factores. El primero, la fe inquebrantable de Unicaja Málaga, que ante las adversidades y al encontrarse ante una oportunidad única de sumar un título once años después y disputar la próxima edición de la Euroliga, se mostró más unido que nunca y realizaron un trabajo impecable pese a jugar con Brooks en la posición de '5'. El otro factor destacado es el escaso acierto de Valencia Basket en este último periodo, donde sólo consiguió cuatro puntos y en el que acusó la presión de jugarse el título como local y en una situación a priori tan ventajosa para ellos.

El último cuarto comenzó con una canasta de Thomas, pero a partir de ahí, Unicaja comenzó paulatinamente a reducir la desventaja en el marcador. Dos triples de Díez y uno de Smith situaron a los malagueños a sólo dos puntos de su rival, logrando Brooks una canasta que igualó el marcador (56-56) y cerrando un parcial de 0-13 a favor de los hombres de Joan Plaza. Pero el parcial no se cortó ahí, pues una canasta desde el 6'75 de Smith y dos tiros libres de Alberto Díaz (autor de 12 puntos y MVP de la Final) situaron el resultado en 56-61 a menos de dos minutos para el final. 

Los malagueños lograron un título once años después | Foto: Eurocup.
Los malagueños lograron un título once años después | Foto: Eurocup.

Dubljevic anotó dos tiros libres que hicieron creer a Valencia Basket, pero los errores se sucedieron y los malagueños conquistaron la primera Eurocup de su historia tras vencer por 58-63, lo que le asegura disputar la Euroliga la próxima temporada.