Cuando en el año pasado se anunciaron los equipos que participarían en la Euroliga, todos los aficionados malagueños se mostraron sorprendidos, devastados. El Unicaja, como tantos habituales de la máxima competición de baloncesto en Europa, se vio desplazado a la Eurocup, una competición de menor nivel y relevancia mediática. Desde aquel verano, el objetivo era claro, de cara a la temporada 17/18, los cajistas debían estar de vuelta en el campeonato del cual nunca deberían haber salido. Para ello había dos vías. Por un lado, se encontraba la posibilidad de ser el primer equipo sin Licencia A en la clasificación de la Liga Endesa, la otra posibilidad era la de ganar la Eurocup objetivo algo más complicado.

Eurocup como premio a una buena temporada

Temporada 16/17: La temporada regular de Liga Endesa fue exitosa. El récord al terminar las 32 jornadas lo corroboraban: 22 victorias y diez derrotas. Había una oportunidad real de cerrar la clasificación para la competición continental a las primeras de cambio; sin embargo, el Valencia se mantuvo un peldaño por encima durante todo el año. Solo una victoria les separó al final en la clasificación. Eso fue sudiciente para garantizarle al equipo entonces dirigido por Pedro Martínez ser el cuarto equipo español en la Euroliga 17/18. Unicaja debía esperar.

Jamar Smith, Nemanja Nedovic y Kyle Fogg se turnaban para darle una solidez al equipo que permitía soñar a los aficionados. Alberto Díaz se ha consolidado como una gran promesa a nivel nacional con grandes actuaciones y una impresionante evolución en el lanzamiento triple. Llegado febrero, el objetivo primordial era tener un gran papel en la Copa del Rey de Vitoria. Muchos analistas aseguraban que Unicaja podía dar más de una sorpresa. La suerte deparó que el rival en cuartos de final fuera el Fútbol Club Barcelona Lassa. La temporada de los catalanes no había comenzado bien y, tras un diciembre de 2016 en el que se perdió ‘El Clásico’ europeo de la forma más vergonzosa posible (63-102 en el Palau), cayeron en un hoyo del cual no pudieron salir.

Para mucha gente, el Unicaja era favorito. Los andaluces se impusieron al principio del partido, el marcador al final del primer cuarto era de 17-22. Tras un segundo cuarto donde el acierto en el tiro brilló por su ausencia—o quizás fueron las defensas las que sobresalieron—el tercer cuarto fue demoledor. El Barça fue demoledor. Se aprovechó de un brusco incremento del rendimiento de sus jugadores para anotar treinta puntos en el tercero y dejar a Unicaja en 18. Los malagueños estaban desmoralizados y se dejaron ir, el resultado final no fue excesivamente duro (82-70), pero el resultado daba igual, el Unicaja de Málaga estaba fuera de la Copa del Rey.

La temporada en Eurocup no fue perfecta al principio. El formato de la segunda competición europea es igual a la de la antigua Euroliga, y en fase de grupos los rivales de los andaluces fueron el Budocnost VOLI de Podgorica, el UCAM Murcia, el Zenit de San Petersburgo y el Bayern de Munich. A priori, pese a la igualdad en el grupo, no deberían de haber tenido problemas. Su balance de victorias fue de cuatro triunfos por cuatro derrotas. El bajo nivel de los montenegrinos que no ganaron ni un partido les permitió pasar de fase. Los tres rivales en el TOP 16 tenían pedigrí.

Tres equipos que en los últimos tiempos se habían codeado con los mejores del continente se enfrentaban por pasar a las eliminatorias. Valencia Basket era el nuevo rival español al que debían enfrentarse. A los ‘taronjas’ se les unía el Alba de Berlín y el histórico Cedevita Zagreb. El Valencia pasó sin perder un solo partido, certificándose como uno de los máximos favoritos a llevarse el título. Unicaja perdió tres encuentros pero también pasó de ronda. En los cuartos de final que se disputaron a principios de marzo el rival era conocido.

Tras enfrentarse en la fase de grupos, el Bayern de Munich volvía a interponerse en el camino. El primer partido de la serie lo ganaron los bávaros, pero el carácter cajista apareció cuando más se le necesitaba para remontar la serie. El Lokomotiv Kuban, que había participado en la Final Four de la Euroliga la temporada anterior, iba a ser una prueba muy dura. Gracias a una gran defensa, la serie solo duró dos partidos. El Unicaja estaba un paso más cerca de alcanzar su meta. El último obstáculo, el Valencia Basket.

El equipo de Pedro Martínez ganó el primer choque, quedándose a una sola victoria de ganar el trofeo. El Unicaja jamás se iba a rendir, ganó los dos partidos siguientes. La Eurocup iba a Málaga al igual que el billete para la Euroliga. En Liga Endesa se llegó a las semifinales donde se perdió en una igualada serie de tres partidos donde únicamente sólo el segundo partido fue desigualado.

Nuevo comienzo

Kyle Fogg y Jamar Smith, los dos grandes líderes del equipo, abandonaron la plantilla en verano. El primero se marchó a los Guangzhou Lions por un contrato de dos millones de euros, mientras que Jamar Smith se unió al Unics Kazan. Ray McCallum, de quien se esperaba mucho en la NBA, llegó para sustituirles, al igual que Sasu Salin, Dragan Milosavljevic y Mo Soluade.

De cara a las exigencias de jugar todas las semanas contra los clubes más potentes de Europa, se contrató a James Augustine y Giorgi Shermadini. Durante el verano surgieron rumores que vinculaban a Jayson Granger con el Real Madrid, el Barcelona y el Baskonia. El Unicaja poseía sus derechos, pero dadas las circunstancias en los puestos exteriores, se vio obligado a dejarle firmar por el Baskonia.

Temporada 2017-18: El Valencia Basket fue el rival, una vez más, de los cajistas, esta vez en la semifinal de la Supercopa de España celebrada en Gran Canaria. Los valencianos se vengaron de lo ocurrido en abril y pasaron a la final de un torneo que acabarían ganando. El comienzo de temporada no está siendo especialmente brillante por parte del equipo de Joan Plaza. Su récord en la competición doméstica es de seis victorias y seis derrotas.

Durante las últimas jornadas ha ido mejorando su balance en Euroliga. Tras ganar al Barça en el Palau y al Srmani Milán tienen seis triunfos y ocho derrotas. Según su propio entrenador ahora pueden “empezar a soñar con los Playoffs”.

Altas: Ray McCallum, Mo Soluade, Dragan Milosavljevic, Sasu Salin, James Augustine y Giorgi Shermadini.

Bajas: Oliver Lafayette, Jamar Smith, Kyle Fogg, Christian Eyenga, Juan José García, Hamady N’Diaye, Alen Omic y Dejan Musli.