El equipo taronja empezaba el encuentro contagiado de la emoción del retorno a la Euroliga que se respiraba en la grada. De la mano de Harangody, la intensidad le llevó a los locales empezar mejor y empezar con un 6-1 en el luminoso.  Pese a los primeros instantes, rápidamente quedó claro quién visitaba La Fonteta, y es que sin hacer nada de ruido, el Olympiacos iba a igualar un partido donde el talento encabezado por la figura de Spanoulis se convertía en  el pilar fundamental.

El primer cuarto entraba en una dinámica de fuerte defensa e intensidad, donde prácticamente cada canasta venía precedida de una acción destacada por parte del atacante. El conjunto griego encontró su ventaja en el bloqueo y continuación, jugada a partir de la cual encontraban el oxígeno necesario para seguir anotando y continuar de lleno en el partido. Por parte del Valencia Basket, Harangody se asentaba como jugador más destacado, sobre todo en la faceta ofensiva.

Al son de Spanoulis

Un espectacular Alley-hoop firmado por Vladimir Lucic inauguró el segundo cuarto, momento en el que Olympiacos empezaba a encontrar la fluidez ofensiva.  Los griegos se ponían las pilas desde más allá de la línea de 3, dejando atrás la estadística del 20% que promediaron en el primer cuarto. Con 14 de valoración, Sato se convertía al final del segundo cuarto en el jugador más destacado del partido, pero la dirección de Spanoulis acompañada del acierto de sus compañeros le  permitía a Olympiacos empezar la segunda parte con dos puntos de ventaja.

La segunda mitad empezaba conforme acabó el segundo cuarto, el Olympiacos continuaba viendo el aro con facilidad desde larga distancia, sobre todo con un enchufado Mantzaris que anotó todos los lanzamientos que tiró desde más allá de la línea de 3. Fue en el ecuador de este cuarto cuando los griegos obtuvieron su máxima diferencia, renta de seis puntos que los visitantes iban a mantener durante gran parte del periodo.

A dos minutos para el final del tercero, Valencia Basket rompió la pequeña renta visitante, e instauró una igualdad que se iba a mantener hasta el último suspiro del partido. La grada se enchufaba, y tanto afición como jugadores empezaban a creerse que la victoria era posible. Tras 30 minutos, el encuentro llegaba al último cuarto con igualdad total, tanto en porcentajes de dos y de tres, como en el resultado (54-56).

Los últimos 10 minutos de partido comenzaban de la mejor manera para los locales. Tras muchos minutos a remolque, el  Valencia Basket recuperaba la ventaja en el marcador con una canasta del irregular Dwight Buycks. Los de Perasovic fueron capaces de mantener esta mínima renta durante varios minutos. A pocos instantes de acabar el encuentro, los griegos tenían claro a que jugador buscar, y Spanoulis se convirtió en el protagonista absoluto de cada ataque visitante en la segunda parte del último cuarto.

Final de infarto

A falta de 4:52 para el final, el Valencia Basket estaba cuatro puntos por delante en el luminoso, momento en el que se produjo la reacción griega que le iba a a dar la victoria a Olympiacos. El equipo heleno supo reaccionar, y apoyándose en una zona, supo romper el ritmo que el Valencia Basket estaba cogiendo. Pese a que a falta de 1:07 el resultado era de empate a 66, un ataque errado de los locales le daba  la oportunidad a  Olympiacos de sentenciar el partido con dos tiros libres: Sloukas anotaba el primero y fallaba el segundo, pero el rebote ofensivo le dio la victoria a Olympiacos.

Al final, el resultado fue 68-71, una derrota, sin duda dolorosa para un Valencia Basket  que tuvo en sus manos hasta el último suspiro empezar la Euroliga ganando al favorito del grupo. Pese a ello, imagen y actitud irreprochable de un equipo que va perfilando detalles y ensamblando piezas en este comienzo de temporada.