2014 ha sido un año único para Valencia Basket, dejando al margen la actuación del equipo en las tres competiciones, donde el equipo cumplió, de sobra, objetivos a excepción de la Copa del Rey, en la retina de la afición queda un estilo de juego identificable, único, y en el que la ambición se convirtió en pilar fundamental. Tal vez, el punto más alto de una etapa que parece venida a menos en el comienzo de la actual campaña, tanto en resultados como en sensaciones.

Final temporada 2013/2014

Después de terminar 2013 segundos con un balance de 11-2, Valencia Basket venía de conseguir dos victorias consecutivas ante Estudiantes y Cajasol. Pero no se paraban ahí los triunfos, sino que el Valencia Basket conseguía seis victorias más de forma consecutiva–con parón después de la victoria ante FC Barcelona para la Copa del Rey-, estas victorias fueron ante el Bilbao Basket, Iberostar Tenerife, La Bruixa d’Or, FIATC Joventut, FC Barcelona y Guipuzkoa Basket. Estas victorias, tenían doble mérito, ya que el conjunto taronja tenía siempre 2 partidos por semana, jugándose la vida en Eurocup y aún así ganando todos estos partidos manteniendo su segunda posición en la Liga Endesa.

Pero esa racha acabó, debía de hacerlo de alguna manera, y fue ante el CAI Zaragoza en el Pabellón Príncipe Felipe, tras un muy buen cuarto del CAI con mucho acierto, el equipo zaragozano pudo mantener la ventaja con un Sanikidze espectacular con 23 de valoración.

Después de ese partido, un punto de inflexión, estaba claro que por un partido perdido el Valencia Basket no iba a perder su eficacia y su gran ritmo en el terreno de juego. Partidos ganados por “inercia competitiva”, un Valencia Basket arrollador que no dejaba opciones a ninguno de sus rivales. Reflejo de ello son las 13 victorias consecutivas que demostraban el grandísimo estado de forma del conjunto de Velimir Perasovic. Empezando con el Laboral Kutxa en casa, continuaron su paso el UCAM Murcia, Unicaja, Valladolid, Rio Natura Monbús, Herbalife, Fuenlabrada, Estudiantes, Real Madrid, y aquí se debe hacer una parada obligatoria. Partido con mayúsculas el que se vivió en el Palacio de Los Deportes de Madrid, con un marcador final de 105-110, el mejor partido de la historia de la Liga Regular de la Liga Endesa rompiendo récords.

El festival taronja no quedó aquí, continuó con el Bilbao Basket, Iberostar Tenerife y La Bruixa d’Or, dejando un parcial de 13-0, el último partido ante el FIATC Joventut se perdía de 5 en el Olímpic de Badalona. Aún así el Valencia Basket entraba a los Playoffs segundo con 30 victorias y 4 derrotas. El 2014 en Liga Regular terminaba así con un increíble 17-2.

Empezaban los Playoffs contra un Cajasol dirigido por Aito García Reneses. En el primer partido, en casa, se le pudo ganar con facilidad con 84-54 con Sam Van Rossom de director de orquesta que hacía parecer que el conjunto valenciano podría pasar la ronda sin complicaciones. Pero no fue así, el Cajasol se hizo fuerte en su casa y consiguió rehacerse de su dura derrota, y consiguió ganar 84-78 con Marcus Landry con 27 de valoración. Aparecían fantasmas del pasado, como el año anterior, cuando se ganaba fácil el primer partido y se perdían los dos siguientes. Pero el Valencia esta vez no, consiguió rearmarse y ganar un disputado partido por 3 puntos de diferencia, el Valencia Basket lograba pasar a semifinales donde esperaba el FC Barcelona.

Un mal inicio, y todo sea dicho, un muy buen Barcelona ponía el 0-1 en el equipo blaugrana, con una muy buena defensa y con un Ante Tomic excepcional. El segundo partido, mucho más disputado, dejaba entrever que el Valencia Basket no quería hundir, y que si moría, lo haría matando. Una canasta de Tomic a dos segundos del final hacía que el Valencia perdiese otra vez y ponía la eliminatoria 0-2. La eliminatoria iba a Barcelona, el conjunto azulgrana lo tenía bastante fácil, solamente con una victoria, pasaría a la final. Pero no iba a ser así, un Valencia con mucha moral conseguía poner el 1-2 en la eliminatoria ganando de 4, con un prodigioso Justin Doellman quedándose en 31 de valoración, siguiéndole muy de cerca, llegaba Lishchuck con 16 puntos, 12 rebotes y 23 de valoración. Dos días después llegaba la última oportunidad para que el FC Barcelona pasara la eliminatoria ante su afición, pero no lo hizo, un partido del Valencia Basket aún mejor que el anterior, dejaba sin opciones al Barça que veía como perdía de 18 y sería en La Fonteta donde se decidiría todo con la afición del Valencia crecida, además de ella, medio país pudo observar.

El último partido de la eliminatoria, todo se decidía en ese momento, una Fonteta llena, dispuesta a dejarse la voz ante sus jugadores, un partido muy bueno por parte de los dos equipos hizo que el partido se decidiera en la última jugada, con el partido igualado y con balón para el Barça, que tras un tiempo muerto lograba ganar el partido gracias a una canasta de Marcelinho Huertas. Una eliminatoria preciosa que cerraba una temporada increíble por parte del Valencia Basket.

Copa del Rey: la cruz de la temporada

La competición copera acabó siendo la cruz de la temporada 2013/2014 para Valencia Basket. Los taronja llegaban a la competición con un balance que rozaba la perfección en Liga Endesa y con la ilusión de que las buenas sensaciones pudieran fructificar en un título. Sin embargo, los de Perasovic no cumplieron estas espectativas, y tras ganar en el último segundo a Laboral Kutxa, cayeron en seemifinales ante un FC Barcelona, en un partido que Valencia Basket no llegó a competir.

Los de la capital del Turia empezaban con el pie izquierdo su primer partido en el Martín Carpena: El primer cuarto acababa con el resultado de 26-17, un resultado que pronosticaba la dificultad que iba a tener Valencia Basket para llevarse el partido. Tras el descanso, los valencianos fueron capaces de cambiar el partido, y se vió un Valencia Basket que ya era más identificable con lo que venía mostrando en Liga Endesa. Al final el partido se igualó, y pese a la reacción taronja, la buena defensa vasca provocó que el partido se decidiera a favor de los valencianos en el último suspiro en una falta sobre Rafa Martínez.

La puesta en escena se repetía en el partido contra el FC Barcelona. Los de Perasovic empezaron el partido resignados al juego que marcaba el equipo catalán, una superioridad total que se mantuvo hasta el descanso. En la segunda parte, y de nuevo con un Doellman que tiraba del carro, Valencia Basket se encargó de ponerle maquillaje al partido, y acabar con un resultado de 89-81. El partido dejaba un clásico en la final de Copa, un partido que ha pasado a la historia en el triple de Llull en el último instante que le daba el trofeo al conjunto madrileño.

Eurocup: la tercera del Valencia Basket

La competición continental se convertía en el título tan ansiado por la entidad valenciana, los de Perasovic conseguían levantar un trofeo que representó el gran papel que tuvo el equipo en la temporada, y no solo en Eurocup. Una andadura europea donde el equipo valenciano se vio en algún momento al borde de la eliminación, pero que se acabó imponiendo de manera contundente a Unics Kazan en la final.

Los de Perasovic ya habían empezado con fuerza su andadura en Eurocup ganando siete de los diez partidos disputados en la fase regular de la competición, pero el mes de enero inauguraba la fase más complicada del campeonato. Valencia Basket tenía por delante el Last 32, para más tarde medirse a doble partido con los equipos más poderosos de la competición.

Telenet Oostende, Unics Kazan y Zielona Gora fueron los rivales de los valencianos en el Last 32. Valencia Basket avanzaba de ronda, pero ni mucho menos se convertía en un camino de rosas. El equipo perdió los dos partidos ante Unics Kazan, y tras solo conseguir ganar en casa a Zielona Gora, las dos victorias ante Telenet Oostende fueron básicas para la clasificación del equipo para octavos de final de la Eurocup. Se acababa el Last 32 y empezaban las eliminatorias, unos enfrentamientos en los que Valencia Basket iba a empezar sufriendo, y con pie y medio fuera de la competición, pero que acabó con unas sensaciones que le otorgaban como justo vencedor.

El todopoderoso Khimki era el rival en octavos de final, y tras conseguir 16 puntos de renta, que podían haber sido más, en el partido de ida en la Fonteta, los de Perasovic iban a agotarla hasta el último punto en Rusia, donde a punto estuvo de acabar la andadura en la competición. El encuentro de vuelta se convertía en un duelo donde, poco a poco, los locales iban remontando el colchón taronja, y gracias a una canasta en los últimos segundos de Pau Ribas, Valencia Basket tumbaba la remontada local, y le daba el pase a su equipo hacia cuartos de final.

Los cuartos de final y semifinales, ante Alba Berlín y Nizhny respectivamente, dejaban el mismo patrón de eliminatoria. Valencia Basket jugaba en casa el primer partido del duelo en ambos casos, y en las dos ocasiones sentenciaba la eliminatoria en el partido de ida. En el caso de las semifinales, incluso conseguía también ganar en cancha del Nizhny, y se llenaba de moral para afrontar la gran final.

Los precedentes ante Unics Kazan presagiaban una final que no fue la que finalmente se vio. Valencia Basket había encajado dos derrotas ante el equipo ruso en el Last 32, y verse las caras con el mismo equipo, en una final a doble partido daba como favorito a los rusos. Nada más lejos de la realidad: como en las anteriores eliminatorias, Valencia Basket sentenciaba en el partido de ida, esta vez, consiguiendo 13 puntos de renta que, visto el aroma del partido de ida, incluso sabían a poco para los valencianos. En el encuentro definitivo, lejos de plantear un choque conservador donde hacer valer el colchón, los de Perasovic salieron a por todas, y volvieron a vencer, esta vez por 12 puntos en un partido que le daba al Valencia Basket el ansiado título con billete incluido a la Euroliga.

Fichajes

Tras una temporada exitosa llegaba el periodo estival. El club afrontaba un verano movidito, tras la marcha de Justin Doellman, mejor jugador del club taronja. Las noticias positivas llegaban en forma de renovaciones de Serhiy Lishchuk, Rafa Martínez y Romain Sato. A estos, más los que tenían contrato, se les sumaban otros cuatro nuevos refuerzos: Dwight Buycks, Kresimir Loncar, Luke Harangody y Guillem Vives.

Buycks y Vives eran refuerzos para la posición de base, tras la salida de Oliver Lafayette al Olympiacos. El americano, con más experiencia, partía con ventaja. El catalán era un fichaje de futuro, tras despuntar la temporada pasada en la Penya.

Las otras dos incorporaciones fueron las de Loncar y Harangody. El primero más conocido para la parroquia taronja, ya que se habían visto las caras con él en la pasada Eurocup, cuando militaba en el Khimki. Con el conjunto ruso tuvo un papel imprescindible, que facilitó el fichaje por el cuadro valenciano. Por su parte, Harangody, con presencia en la NBA, era lo más parecido a Doellman. Un jugador hiperactivo con gran polivalencia tanto en ataque como en defensa. A todo eso se le sumaba la garra de no dar un balón por perdido.

A los pocos meses de comenzar la competición, Buycks rescindía el contrato para poner rumbo a la NBA. De la liga norteamericana llegaba el refuerzo para el Valencia Basket. Ni más ni menos que Nemanja Nedovic, que no había cuajado en los Golden State Warriors. El serbio se incorporaba a la disciplina de Perasovic en el mes de noviembre.

Inicio temporada 2014/2015

El comienzo de competición taronja no era el esperado, ya que caían los pupilos de Perasovic en su visita al Palacio de los Deportes de Murcia contra el UCAM (85-76). La situación parecía volver a la normalidad con la racha de tres victorias consecutivas sumadas tras la primera derrota: Baloncesto Sevilla (96-73), CAI Zaragoza (69-77) y Tuenti Móvil Estudiantes (84-67). A pesar de los triunfos, las sensaciones no eran tan positivas como la temporada pasada.

En la quinta jornada, los taronja visitaban al Real Madrid. En la memoria estaba la victoria conseguida la temporada pasada en el Palacio, dónde fueron el único equipo en vencer en la temporada regular. Esta vez la suerte sonreiría al Madrid (90-71). El Río Natura Monbus pagaría los platos rotos de la derrota en Madrid en la siguiente jornada disputada en la Fonteta (81-64).

La peor racha del club llegaba en el mes de noviembre. Los de Perasovic no arrancaban y caían con estrépito en el Palau contra el Barça (76-57) y en casa contra Unicaja (64-75). Los malagueños son hasta la fecha el único equipo que ha sido capaz de derrotar a los valencianos en su feudo en la Liga Endesa. El mes lo cerraban con una agónica victoria en la pista del MoraBanc Andorra (64-65).

Diciembre se abría en casa recibiendo al Laboral Kutxa, equipo que semanas antes habían derrotado en la Euroliga con claridad. El choque contra Baskonia probablemente haya sido de lo mejorcito de la temporada con un Luke Harangody imperial (85-70). Esa era la cara buena del Valencia Basket, la mala sólo una semana después en Manresa, dónde el equipo de Pedro Martínez derrotaba a los taronja por 78-77. De nuevo, la cara positiva del equipo dirigido por ‘Peras’ llegaba en casa. Los locales remontaban el 51-57 del descanso y se imponían por 101-92 al Herbalife Gran Canaria.

El año se cerraba con dos partidos en menos de tres días. El primero era una nueva muestra de la fragilidad del cuadro valenciano fuera de casa. Nueva derrota, esta vez en la pista del Gipuzkoa Basket (69-67). El último choque del 2014 se disputaba en la Fonteta. El equipo valenciano recibía a una Penya, que ocupaba la cuarta plaza de la clasificación. Con la victoria entre ceja y ceja. Los valencianos salieron enchufados y vencieron con comodidad a los catalanes. Buen sabor de boca para acabar un 2014 para la historia.