La decisión de dejar de contar con ambos pívots, además de la no renovación de Serhy Lishchuk, a expensas de que se confirme el nuevo entrenador, muestra una clara intención del Club a la hora de remoledar por completo el juego interior. Con la última decisión de no contar con Aguilar y Loncar, Valencia Basket solo tendría a Bojan Dubljevic como interior puro, al margen del papel de cuatro abierto de Harangody que tan buen resultado le ha dado al equipo esta temporada.

Balance agridulce

Pese a que ambos jugadores han llegado, por momentos, a un buen rendimiento para el equipo, ninguno ha llegado a demostrar, de manera regular, el juego que equipo y afición esperaban cuando Valencia Basket los fichó. Kresimir Loncar, con tan solo una temporada en Valencia, afrontaba la temporada con un roll distinto al que finalmente ha tenido. El croata llegaba como un jugador de rotación, pero las lesiones le han puesto en un sitio y con unas responsabilidades que, a veces, no ha podido asumir. Pese a ello, su rendimiento ha ido de menos a más, y su experiencia ha sido un valor añadido para el equipo durante la temporada. Su mejor cara, los grandes minutos que tuvo en el Playoff ante el Madrid antes de que se lesionara.

Pablo Aguilar, con dos temporadas completas vistiendo el naranja, venía de poseer un roll dominante en el CAI Zaragoza, convirtiéndose en uno de los jugadores más destacados de su equipo y de la Liga. Cuando aterrizó en Valencia, se fichaba a un jugador que iba a sumarse de manera protagonista a la rotación interior de un equipo hecho. Pese a que por minutos y rendimiento el jugador no ha tenido un mal rendiemitno, el granadino no ha cumplido con las expectativas puestas en el, y nunca ha cambiado la etiqueta de jugador de rotación a pieza principal o protagonista en el equipo. Una vez conocida su no renovación, Aguilar está en Estados Unidos probando con  Dallas y Portland.

Acabada la temporada, e iniciados los primeros movimientos de fichajes, parece clara la intención de Valencia Basket, que cambiará al equipo más por fuera que por dentro: jugadores como Ribas Van Rossom, o la irrupción de Vives en el Playoff han encaminado una remodelación donde la mayoría de caras nuevas de equipo el próximo año jugarán de pívot.