Sonaba el himno de la EuroLeague en Rusia, el Valencia Basket y el CSKA de Moscú ya estaban listos y mirando el balón, que una vez posicionados en el campo ganarían los locales pese a las pretensiones de Pleiss.

Los taronja empezaron muy fuertes el partido, querían la victoria y para eso necesitaban no volver a repetir la imagen dada en Estambul. Con un juego muy rápido al contragolpe, confiando en las cualidades del equipo, el conjunto de Txus Vidorreta se puso con una ventaja de diez a los cuatro minutos y medio de partido (4-14).

Bojan Dubljevic intentando tirar ante . | Foto: Turkish Airlines EuroLeague
Bojan Dubljevic intentando tirar ante . | Foto: Turkish Airlines EuroLeague

Los moscovitas intentaron reaccionar con la canasta de Othelo Hunter, pero los rivales seguían anotando. Aunque ya de la mano de el extaronja Nando De Colo, fue cuando consiguieron acortar las distancias en el marcador (16-19). Ahora sí, CSKA había engrasado la máquina y ya estaba bailando en la pista, lo que le permitió salir vencedor de este primer cuarto (20-19).

Tras volver el balón a moverse, el Valencia reaccionó como si de un reto se tratase para anotar dos canastas seguidas y ponerse con ventaja de tres. Pese a ello, Vorontshevic anotó un triple para ajustar las cuentas.

Valencia intentaba anotar y CSKA le robaba los balones. En eso se había convertido el partido a cinco minutos del descanso, cuando Tibor Pleiss con un gran gorro intentó poner calma al juego, aunque no funcionó ya que CSKA no paraba de entrometerse en las jugadas de los taronja y se iban distanciando. Esto, obligó a Vidorreta a pedir tiempo muerto.

El partido se convirtió en un correcalles. Los rusos se ponían por delante en el marcador y los valencianos intentaban acercarse con un buen juego vertical. Así se iban al descanso ambos equipos, con un resultado que hacía que el Valencia pudiera pensar en que con ese juego, podría ganar por primera vez, en EuroLeague, en territorio ruso.

El balón volvía a pasar de mano a mano y el CSKA estaba imparable. Nando De Colo estaba haciendo un gran juego para su equipo, que junto a sus compañeros, logró una brecha de (53-40). Lo vivido en la primera parte, se había repetido a la inversa con los locales. Kurvanov con un gran mate dejaba claro el estado de su equipo, ¡el aro era suyo!

El equipo de la Ciudad del Túria había desaparecido de la pista por completo y el moscovita se aprovechaba de ello. Pronto empezó a hacer funcionar la maquinaria Txus Vidorreta, tras la entrada de Guillem Vives, con triple incluido.

Esa sensación duró unos instantes. El CSKA siguió distanciándose en el marcador (75-55), poniendo contra las cuerdas a su invitado. Únicamente pudieron respirar un poco, cuando sonó la bocina de final de cuarto.

Esos 20 puntos de distancia serían una losa para Valencia Basket. Si a eso le sumas el percance de Sam Van Rossom por pisar a Will Thomas que le obligó a abandonar la pista apoyado en los hombros de los servicios médicos del club, el partido estaba casi decidido.

Ya con los dos mejores jugadores del partido, Nando De Colo y Sergio Rodríguez, fuera de la pista, el Valencia intentó apretar el acelerador para acortar distancias. Lejos de conseguir su propósito, los anfitriones siguieron sumando puntos, siendo solo parados por el sonido de la bocina que indicaba el final del partido.