El Cajasol no se bajó del caballo de la Feria en todo el encuentro y no compitió en casi ninguna fase del partido. Los duelos regionales suelen ser disputados, a cara de perro en algunos casos, y llenos de emotividad. Pero hubo un equipo que no salió de los vestuarios. No quiso hacer el mismo esfuerzo que los casi 4000 aficionados que se desplazaron a San Pablo. La relajación se apoderó de los jugadores cajistas.

Necesidades muy distintas

La necesidad no era igual para los dos equipos. El Caja venía de certificar virtualmente la salvación en San Sebastián y Unicaja debía ganar sí o sí para seguir con esperanzas de clasificarse entre los ocho primeros. Y sin hacer un partido redondo, pero manejando el tempo del partido y defendiendo en momentos claves pasó por encima de un Cajasol desdibujado, sin orden, muy individualista y fallón. 

Unicaja entonado desde el inicio

Liderado por un gran Calloway, el conjunto de Repesa fue dominando el partido desde el principio. Un parcial de 0-8 y tras superar el único resultado adverso en todo el encuentro, doblaba en el marcador al Cajasol (7-14). No fue la máxima diferencia en este primer cuarto, ya que Panko la aumentaba (11-19). La reacción local no se hizo esperar. Dos triples consecutivos, uno de Holland y otro de Blakney, obligaron al técnico croata a pedir tiempo. Unicaja se puso en zona y volvieron los problemas para los de Aíto. 17-22 al final del primer periodo, con una canasta sobre la bocina de Simon.

En el segundo cuarto no cambió la cosa. La defensa de Unicaja ahogaba y el ataque del Caja empeoraba. Ya no entraban los triples, no había juego en equipo, nunca lo hubo, y el juego interior visitante se comía a los Triguero, Balvin y Williams. Éste último excusado por su reciente lesión.

Puntos interiores: 6-27

Sin ser brillante el partido de los pivots de Unicaja en el partido, la superioridad ha sido manifiesta, ya que han tenido enfrente a una pareja muy vulnerable. Triguero, que está realizando una temporada más que mediocre, ha metido dos puntos, Balvin otros dos y Williams cuatro. Así es muy difícil plantarle cara a cualquier equipo, y menos a jugadores de la talla de Zoric, que terminó el partido con 13 puntos y 7 rebotes, Fran Vázquez que acabó con seis y Augusto Lima con 8. Y sin apretar el acelerador.

Y eso que el equipo malagueño no apretaba mucho. Una canasta de Vidal (25-34), provocó que Aíto pidiera tiempo muerto. No cambió el panorama. Incluso, un parcial de 0-5 incrementaba el guarismo. Mal primer tiempo de un Cajasol desaparecido. Un alley-oop entre Blakney y Williams cerraba el segundo acto. 32-41. Resultado corto teniendo en cuenta las sensaciones del encuentro. 

En la reanudación el Caja seguía inmerso en una caraja enorme. La diferencia iba subiendo poco a poco y prácticamente sin que Unicaja se propusiese hacer sangre. El Cajasol no se encontró cómodo en ningún momento. Bogdanovic no la metía ni en una bañera y Calloway continuaba haciendo de las suyas. Literalmente pasó por encima de Satoransky y Blakney.

Último cuarto placentero para Unicaja

No hubo remontada en el último cuarto. Lógicamente la esperanza se pierde en el mismo momento que se pierde el corazón y las ganas de luchar. Han podido ser los 10 minutos más placenteros de Unicaja en toda la liga. De final de partido seguro. No ocurrió nada, sólo que la ventaja llegó a los 20 puntos (57-77), y que hubo jugadas de chiste, como una jugada en la que el Cajasol tiene hasta cinco opciones para meter un triple liberado, y por supuesto no lo metió. Un pase de Balvin a Sastre, sin que el balear estuviera mirando la bola. Otra pérdida absurda. Un cúmulo de precipitaciones y fallos que condenaron aún más al equipo de Aíto García Reneses.

Bogdanovic, otra vez cruz

El ala-pivot serbio puede ser uno de los jugadores de más talento del Cajasol. Eso no admite dudas. Lo que es extraño es la irregularidad abusiva de Luka Bogdanovic. No es normal que juegue bien de mes en mes. Su partido hoy ha sido pésimo. 0/1 en tiros de dos, 0/8 en triples, ningún rebote, una pérdida y tres asistencias, para -2 de valoración. Es uno de los hombres mejor pagados de la plantilla y su relevancia en este equipo es escasa. Te puede dar un partido brillante, pero también ocho infumables. Un caso a estudiar.