Miami Heat está de enhorabuena, con este son tres los campeonatos cosechados hasta la fecha. Dwayne Wade, Chris Bosh y Lebron James son tres, tres estrellas en el firmamento de Florida, el Big Three de El Heat lo ha vuelto ha lograr, tres son los puntos que vale un triple y muchos más de tres son los triples que esta noche han dado la victoria a unos incontestables campeones por derecho propio. 

Haciendo un repaso estricto de la estadística de conversión desde fuera del perímetro las cifras no distan tanto entre Spurs y Heat en el partido, 31'6% para los texanos, 37'5% para los de Florida, la clave no reside únicamente en el acierto, si no en el número de veces que cada conjunto lo ha intentado. Diecinueve lanzamientos para los de Popovich, treinta y dos para los de Spoelstra. Ahí residen las diferencias, Miami Heat ha anotado el doble de tiros desde el perímetro y por tanto ha cosechado el doble de puntos, 18 para San Antonio, siendo Ginobili el único que sumó seis en dos lanzamientos y 36 para Miami, Shane Battier sumó la mitad de los triples cosechados por su equipo con seis conversiones en sólo ocho intentos, Lebron James anotó otros cinco y Mario Chalmers completó los doce triples a menos de un segundo del final del tercer cuarto. 

El análisis debe ir a más, Danny Green, máximo triplista histórico en una única final estuvo desafortunado, sumó un único triple pese a intentarlo en seis ocasiones, Ginobili anotó dos de cinco, Leonard uno de cuatro, Neal uno de tres, el único con buenos porcentajes de acierto fue un invitado de excepción, Boris Diaw anotó el único lanzamiento de tres puntos que realizó en el partido, no es su especialidad y tampoco estaba en su mano la responsabilidad de esta suerte. 

Por parte de los campeones (por segundo año consecutivo) los números son distintos, Lebron sumó quince puntos desde la línea de tres anotando la mitad de lo que lanzó, cinco de diez. Shane Battier, hasta el momento escondido en el banquillo, se puso el traje que mejor le representa, el de especialista consumado de la suerte de los tres puntos y ayudó a los suyos con dieciocho puntos en ocho intentos. Mario Chalmers apenas pudo anotar uno de sus siete lanzamientos desde el perímetro pero lo logró en un momento crucial, restaban décimas de segundo cuando el balón salió de sus yemas para poner a su equipo un punto por delante (72-71) en el momento que el tercer cuarto llegaba a su fin. 

Lebron James fue el faro que iluminó a su equipo con una actuación prodigiosa, 37 puntos y 12 rebotes, y lo hizo con la cinta en la cabeza. Tan importante como su papel fue el de los triples, no ya por la pura estadística si no por los momentos exactos en los que el propio Lebron, Chalmers y especialmente Battier lograron sumar de tres en tres

San Antonio Spurs cae derrotado por primera vez en la final de la NBA, triunfó en las cuatro anteriores pero a la quinta la magia se rompió, las estadísticas no eran halagüeñas, en setenta años sólo un número muy reducido de equipos han logrado vencer en un séptimo encuentro actuando como visitantes. ¿Adivinan cuántos? Sí, son tres