El duelo en el Target Center entre los Warriors y los Timberwolves se presentaba como uno de los atractivos de la noche NBA. Dos equipos que han comenzado con buen pie la competición, y que están llamados a luchar por estar lo más arriba posible en los playoff se veían las caras anoche. Los duelos particulares entre Ricky Rubio y Curry, o entre Love y Lee en la pintura, complementaban un encuentro que ya se planteaba interesante de por sí. Pese a que los locales permanecieron a la estela de los Warriors durante gran parte del encuentro, lo cierto es que el dominio fue, en gran parte, para unos Golden State que pusieron la directa en el final del tercer cuarto, y comienzo del cuarto, evitando sufrir así en los minutos finales. 

Y eso que fueron los Timberwolves quienes empezaron más enchufados el partido, logrando una ventaja de hasta ocho puntos (18-10) mediado el primer cuarto, aunque la ventaja al final del primer asalto se reducía a dos puntos (28-26), gracias en gran medida a los números de un Love que al término de los primeros 12 minutos registraba 8 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias. Todo ello escoltado por un acertado Martin que acababa con 9 puntos. 

Sin embargo, un parcial de 9-0 en los primeros minutos del segundo cuarto hacía que el partido empezase a ser dominado por los Warriors (35-30), que no dejarían de liderar el partido hasta el final, pese a lo igualado de los segundos 12 minutos, donde la ventaja oscilaba alrededor de los tres puntos para los visitantes. Dos tiros libres de Iguodala a falta de tres segundos para el descanso ponía el marcador en un 50-47

Con la reanudación apareció la figura de un imponente Klay Thompson, que aunque algo desaparecido en la primera mitad, hizo del Target su diana particular en los segundos dos cuartos. Siete puntos del jugador de los Warriors en apenas un minuto sirvió para dar a los suyos una ventaja de nueve puntos (61-52). El resto del tercer cuarto fue un baile constante de marcador, donde los Wolves se acercaban por momentos, apoyados en la figura de Brewer, y se volvían a alejar en cuanto Curry e Iguodala se unían para desplegar uno de los mejores juegos en equipo de la liga. Un triple de Speights sobre la bocina minaba la moral de unos Wolves que se iban ocho abajo (79-71) antes de encarar el definitivo cuarto.

La hora de Klay Thompson

De nuevo aparecía la figura de Thompson para sentenciar a los locales y no dar opción alguna de victoria. Anotó en el último asalto 19 de sus 30 puntos, llegando a lograr una diferencia de 18 puntos tras un triple fruto de su acierto en ataque (99-81). De ahí al final, minutos para los menos habituales en ambos equipos, llevando el partido a su final con un definitivo 106-93 que refleja el tirón final dado por los visitantes, y que dejó sin esperanzas a unos Timberwolves que suman así su segunda derrota de la temporada, y la primera en su estadio. De nuevo destacado papel de Kevin Love (25 puntos, 16 rebotes), mientras se sigue esperando la mejor versión de un Rubio que volvió a estar algo por debajo de su nivel, con 7 puntos y 7 asistencias. 

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