En un equipo que rebosa talento ofensivo por todas las posiciones de la cancha, ahora llega lo que les puede convertir en un equipo ganador: un entrenador que destaque por hacer equipo férreos y con solidez defensiva. Adrian Wojnarowski y Marc Stein lo adelantaron la tarde del miércoles y Minnesota Timberwolves lo confirmó pasada la medianoche.

Thibodeau y Layden a los mandos de los Timberwolves

Ambos se conocen de su paso por los Knicks a finales de los 90s, Thibs como asistente y Layden en los despachos. Ahora se encargarán de todas las operaciones del equipo de Minnesota. El pripio Layden tiene una larga carrera en los despachos de las franquicias NBA. Hasta ahora, era el asistente del GM de San Antonio Spurs, R.C. Buford.  

Regresa a la liga Tom Thibodeau tras un año de parón. Vuelve un entrenador que no dejaba indiferente a nadie por su fuerte carácter, su disciplina y sus pocas ganas de sonreír. Lo hace un lugar que ya le es conocido, ya que su etapa en los banquillos de la NBA comenzó en los Minnesota Timberwolves como asistente de Bill Musselman en 1989.

El acuerdo de Thibodeau es por cinco años, en los que se embolsará aproximadamente ocho millones de dólares por temporada. Layden por su parte cobrará algo más de dos millones.

El entrenador ideal para las estrellas de los Wolves bajen al barro y defiendan

Si por algo a destacado Thibodeau ha sido por ser un especialista defensivo. En su etapa como asistente, él era el especialista defensivo en los equipos que ha transitado, como Rockets o Celtics (cuando ganaron el anillo en 2008).

Además, ya en su etapa como entrenador-jefe, sus Bulls eran un equipo que siempre destacaba en defensa, y era siempre un equipo muy difícil de ganar. Llegó a los Bulls en 2010, y en su primera temporada consiguió el mejor récord de la temporada regular con 62 victorias, aunque perderían la Final de Conferencias ante los Heat.

En las cinco temporadas que entrenó a los Chicago Bulls, los suyos siempre estuvieron entre las mejores defensas de la NBA. Los Towns, Wiggins, LaVine, Rubio y compañía, ya saben que eso de abandonar la transición defensiva y el pasotismo en aro propio se han acabado con Tom Thibodeau.

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