Después de conseguir doblegar de forma aplastante a Detroit Pistons en la primera ronda de los playoffs, Cleveland Cavaliers se clasificó para las semifinales de la Conferencia Este, donde se tendría que medir en duelo con Atlanta Hawks, quien previamente sufrió lo que no estaba escrito para imponerse a Boston Celtics. Tras dos partidos de la serie, disputados en el Quicken Loans Arena de Cleveland, el equipo dirigido por Tyronn Lue sumaba dos importantes triunfos que le permitían ver como en el casillero campeaba el 2-0 en favor de los Cavaliers.

Tras dos envites en Cleveland, le llegaba el turno al Philips Arena de Atlanta con la disputa del tercer punto de la eliminatoria. Tyronn Lue y Mike Budenholzer asumían que este partido podría marcar el devenir del choque, por lo que de inicio en Atlanta formaba el equipo local con un quinteto en el que estaban Jeff Teague, Kent Bazemore, Al Horford, Paul Millsap y Thabo Sefolosha, mientras que por su parte Cleveland arrancaba con LeBron James, Kevin Love, JR Smith, Kyrie Irving y Tristan Thompson.

Cleveland remonta sin mayores problemas

Empezaban fuerte los Hawks, que no querían dejar que su rival operara a placer, logrando una cómoda ventaja inicial de seis puntos, que obligaba a Lue a pedir tiempo muerto para detener la sangría del combinado local, tras solo un minuto y medio de partido. Lo dicho por el técnico de los Cavaliers surtía efecto, logrando los visitantes no solo empatar el encuentro rápidamente a ocho puntos, sino que poco a poco el ritmo de juego comenzaba a ser el que más le interesaba a Cleveland.

LeBron James defendiendo a Mike Scott | Foto: Cleveland Cavaliers

El paso de los minutos hizo que las dudas fueran apareciendo en el juego de Atlanta, que a pesar de coger una nueva ventaja en el electrónico, veía como Cleveland remontaba de forma espectacular, con un Kevin Love estelar, rozando el doble-doble en el ecuador del primer cuarto, para obtener hasta cinco puntos de ventaja primero, obligando a Budenholzer a pedir tiempo muerto, para que posteriormente, a falta de cuatro minutos el técnico de los Hawks se viera obligado a pedir un nuevo tiempo muerto, siendo 18-23 la ventaja de la que disponían los Cavaliers. De ahí en adelante los Hawks lo intentaron, pero no pudieron contrarrestar los ataques de Cleveland, que al final, con una entrada a canasta de LeBron James terminaron los primeros doce minutos del partido por 28-31.

Los suplentes de Atlanta Hawks ponen contra las cuerdas a Cleveland y se llevan una espectacular renta al descanso

Tras un pequeño descanso para refrescar las ideas dadas antes del partido, ambos equipos volvían a saltar a pista con clara mayoría de suplentes en cancha, siendo capaz Cleveland de afrontar sus ataques con mucha más intensidad que Atlanta, para así abrir hueco en el electrónico a toda velocidad. Un arreón de los Hawks recortó el espacio entre ambos conjuntos, pero la entrada en pista de los titulares llevó a Cleveland a mantener su renta. Al llegar al ecuador del segundo cuarto y, quedando seis minutos por delante, dos triples consecutivos y una entrada a canasta de Kyrie Irving terminaba dando a los Cavaliers ocho puntos consecutivos que obligaban a Mike Budenholzer a pedir tiempo muerto, con 40-48 a favor de los visitantes.

Jeff Teague entrando a canasta para dejar una bandeja en el aro | Foto: Atlanta Hawks

Los problemas empezaron a llegar para Cleveland al volver del intermedio, viendo como Atlanta rápidamene entraba en el partido de nuevo, recortando distancias hasta conectar dos triples de forma consecutiva, logrando ponerse por delante con 51-50 en el marcador, lo cual hacía enloquecer al Philips Arena. Dos puntos más caían en el cesto de los Hawks y eso obligaba a Tyronn Lue a detener la sangría anotadora de los locales, que habían colocado el 53-50 a cuatro minutos del descanso. Después del parcial de 10-0 a favor de Atlanta, sin que sus titulares cumplieran, desde el banquillo aparecían Korver y Humphries para sumar diecisiete puntos que ponían contra las cuerdas a Cleveland. La crisis era cada vez más grande, siendo los Hawks dueños y señores del partido, teniendo ni más ni menos que siete puntos de adelanto con un minuto y medio por delante. Rememoraban tiempos mejores los Hawks, que sumaban un fabuloso parcial de 20-5, para terminar llegando al descanso con un marcador favorable de 63-55, con quince puntos de Al Horford y trece de Kyle Korver.

Brutal arreón de Atlanta contestado por Cleveland

Un breve paso por los vestuarios terminaba desembocando en el inicio de la segunda mitad. El tercer cuarto estaba servido, siendo los primeros compases un festival de Atlanta, que no solo conseguía mantener su renta, sino que también la aumentaba hasta tener once puntos de adelanto después de cinco minutos. Con Kevin Love en el banquillo al sumar cuatro faltas Cleveland estaba a la deriva y sin visos de reaccionar a corto plazo. Siempre hay algún actor secundario que acude al rescate y en esta oacasión era Channing Fyre, quien con catorce puntos al paso por el ecuador del tercer cuarto era el referente de los Cavaliers en ataque.

Kevin Love lanzando un triple | Foto: Cleveland Cavaliers

A pesar de que encontrarse contra las cuerdas en un pequeño espacio de tiempo, los Hawks salieron a flote rápidamente para volver a contar con siete puntos de ventaja, apareciendo Kyrie Irving cuando más lo necesitaban los Cavaliers. El base de la franquicia de Ohio se echó el equipo a la espalda, empezó a anotar como si no hubiera un mañana y eso hizo que Cleveland llegara al último cuarto vivo, siendo la ventaja de Atlanta de 91-85, pero eso sí, aún faltaba un cuarto y los visitantes no se habían dado por vencidos tan fácilmente, aún quedaba mucho por decir en el Philips Arena.

Final de ensueño

Saltaron a pista aguantando los primeros compases del último cuarto los Hawks, teniendo cinco puntos de adelanto a falta de ocho minutos, pero ahí cavaron su tumba los locales, que vieron como a base de triples Cleveland no solo empató el choque, sino que logró ponerse por delante, encajando una serie de canastas consecutivas ante las que nada podía hacer Mike Budenholzer para poner fin. Cleveland dominó a placer los últimos minutos del choque y eso les llevó a terminar imponiendo su superioridad por 108-121, que coloca el 0-3 a favor de Cleveland Cavaliers en la eliminatoria, a tan solo un punto de pasar a la gran final de la Conferencia Este.