Al contrario que otras ciudades como Detroit, donde no ven un All-Star desde 1959, Nueva Orleans, que tiene equipo NBA desde hace relativamente poco tiempo, albergará por tercera vez el All-Star desde 2008, muestra de que la NBA confía en la ciudad sureña para albergar un evento tan importante dentro del calendario baloncestístico americano.

Problema con Charlotte               

Como es público y notorio, el estado de Carolina del Norte -al que pertenece la ciudad de Charlotte- aprobó hace unos meses una ley que atenta contra los derechos del colectivo LGTB -lesbianas, gays, transexuales y bisexuales- y la NBA, como adalid de los avances sociales, la igualdad y el progresismo, arrebató el evento a la ciudad donde se aloja el equipo propiedad de Michael Jordan para entregárselo a la ciudad del Jazz, algo lógico, viendo el poco tiempo material que tienen para realizarlo, siendo Nueva Orleans un seguro para los mandatarios de la asociación.

La NBA espera a Charlotte

A la espera de las elecciones de noviembre que elegirán nuevo presidente y renovarán las cámaras legislativas en Estados Unidos, el estado de Carolina del Norte es de mayoría republicana -partido conservador- y de momento no tienen pensado derogar la ley. Pero la NBA le deja la puerta abierta para organizar el All-Star de 2019, ya que el de 2018 está adjudicado a Los Ángeles. El Consejo Municipal de la ciudad aprobó ofrecer a la liga los mismos incentivos públicos que para 2017. Un plan que incluía ayudas en infraestructuras, transportes y alojamiento, debido al incremento de visitantes que supone ese fin de semana. La cifra propuesta para el de 2017 fue de 600.000 dólares, algo que mantendrán si son reelegidos en 2019.

La polémica

A algunos les chirría un poco que Nueva Orleans sea elegida por tercera vez en nueve años para albergar el evento, cuando otras ciudades con mucho más renombre, como la anteriormente citada, Detroit, así como Chicago, que no organiza uno desde 1988, año en el que Jordan ganó su primer MVP de la Temporada Regular. Dicho esto, Nueva Orleans es la séptima ciudad que más All-Star albergará, contando el del año que viene, solo detrás de Nueva York, Boston, Filadelfia, y empatada con Los Ángeles, Sant Louis y Houston, con lo que se coloca por delante de otras como Chicago, Indianápolis, Detroit, San Antonio, Dallas, Oakland, Sacramento, y muchas otras.