La última campaña fue una de las más amargas en la carrera del nuevo jugador de los Knicks. Tras recuperarse de la terrible lesión que sufrió a principios de 2015 en el tendón de Aquiles y que le tuvo alejado de las pistas durante 11 meses, Brandon Jennings no ha sido capaz de volver a rendir al nivel que le llevó a promediar 21,6 puntos en la temporada 2011-12 cuando militaba en los Milwaukee Bucks. La campaña pasada sus estadísticas no superaron los 6,9 puntos y 3,5 asistencias por partido, hecho que le llevó a peregrinar de los Pistons de Detroit a los Orlando Magic.

El pasado mes de julio, en la rueda de prensa de su presentación como jugador knicker, el nuevo fichaje de los de Nueva York realizó una serie de declaraciones en las que habló sobre qué es lo que se espera del equipo esta nueva temporada. Entre ellas, destacó que no le importa empezar los partidos desde el banquillo y adquirir el rol de sexto hombre con tal de que lleguen las victorias y el buen juego. Además, se atrevió a dar un pronóstico y se mojó diciendo que a final de año espera estar, como mínimo, en las semifinales de la Conferencia Este de los playoffs.

Como cada época estival, los equipos de la NBA se han reforzado con nuevas incorporaciones y parten con objetivos totalmente distintos. Este año, los New York Knicks pretenden luchar de tú a tú con los Cleveland Cavaliers de LeBron, Irving y compañía y hacer del Madison Square Garden un fortín donde demostrar por qué la ciudad neoyorquina es considerada la Meca del baloncesto. Para ello, han aterrizado caras nuevas como la del propio Brandon Jennings, quien ha llegado con hambre y dispuesto a comerse la Gran Manzana.