Ben McLemore se juega esta temporada su continuidad en Sacramento Kings. La franquicia californiana tendrá que decidir si renovar su contrato, pero vistos sus números, es entendible que los directivos puedan meditar no ampliar el contrato al joven escolta. Allá por el año 2013, en la capital del estado de California tenían grandes esperanzas en este rookie de la Universidad de Kansas y que era comparado con el mismísimo Ray Allen, pero nada más lejos de la realidad.

McLemore no ha hecho más que empeorar sus estadísticas curso tras curso desde que llegará a la NBA, promediando esta última campaña unos pobres promedios de 7,8 puntos, 2,2 rebotes y 1,2 asistencias en 21 minutos por partido. Este año tendrá todavía más complicado jugar y desarrollarse como todo el mundo esperaba con la llegada al equipo de Arron Afflalo y Garret Temple, una dura competencia que será un gran problema para Mclemore.

Sin embargo, con todos estos datos en su contra, El shooting guard afirma estar más confiado que nunca en sus posibilidades de triunfar. En unas declaraciones al medio Sacramento Bee, el jugador explicó que dejo que su mánager y su agente “manejaran todo ese asunto del contrato” para que él estuviera centrado en mejorar su juego durante el verano. “Mi confianza está como nunca. Más alta que nunca desde que llegué a la liga. El próximo año es uno de los más importantes para mí. Pero al final del día voy a continuar haciendo lo que mejor sé hacer, que es trabajar muy duro”, explicó.

Estas declaraciones tan positivas arrojan un poco de esperanza a la afición de los Kings, que han tenido que ver como su apuesta por Ben McLemore (número siete del draft 2013) no acaba de funcionar y ha condicionado todo el proyecto de la franquicia, que no ha sido capaz de alcanzar los ansiados Playoffs.