Elegido en el puesto número 19 del Draft de 2010, con un contrato de 8,2 millones anuales, 25 años y siete temporadas en los Boston Celtics. Hablar de Avery Bradley es hablar de uno de los escoltas más infravalorados de la liga, uno de esos jugadores que todo entrenador querría. Bradley es ya el jugador que más tiempo lleva en los Celtics, ha vivido el proceso de reconstrucción de estos y ahora ante la nueva temporada se muestra cargado de ambiciones y objetivos tanto en lo colectivo como en lo individual.

De sobras es conocido que Avery Bradley es un extraordinario defensor de perímetro y que puede formar junto a Marcus Smart el mejor combo defensivo base-escolta de la liga. Y sobre ser el mejor van encaminadas las intenciones de Bradley que ambiciona ser el mejor jugador defensivo de la liga y cree que debe estar en las conversaciones por el premio cada temporada. Bradley ya ha entrado dos veces en el quinteto defensivo del año. La primera en la temporada 2012-2013 en el segundo quinteto y esta pasada campaña en el primer quinteto defensivo. El escolta comentó que le buscará sitio al premio en su oficina pero que no le importaría añadir un trofeo más llamativo a su colección este año.

“Si estamos jugando bien este año voy a tener la oportunidad de pelear por el premio al Jugador Defensivo del Año".Para ello, y pese a ser el ‘guard’ más votado la pasada temporada, Bradley cree que el éxito del equipo ayudará a conseguir del galardón. “Si estamos jugando bien este año voy a tener la oportunidad de pelear por el premio al Jugador Defensivo del Año, porque para ser honesto creo que siempre tendría que estar entre los nominados”.

Bradley achaca el no verse nominado más a menudo en el pasado a la falta de éxito colectivo. “Hubo jugadores nominados por tener un mejor año, jugar más o salir más en televisión. Son cosas que ayudan, pero este año me veo capaz de estar entre los nominados”.

“Ustedes le pueden preguntar a los mejores jugadores de la NBA, no hay tipo que les defienda como yo”Su papel de perfil bajo, en un equipo donde otros jugadores brillan más, supone una dificultad extra para recibir este tipo de premios, pero el escolta prefiere dejar que su juego hable por sí mismo. Aun así, no le falta confianza y declara abiertamente: “Ustedes le pueden preguntar a los mejores jugadores de la NBA, no hay tipo que les defienda como yo”.

Contra la historia

A estas dificultades, hay que añadirle el hecho de que la posición de Bradley sea la de escolta. Y es que desde que en la temporada 1995-1996, Gary Payton ganase el galardón, ningún base o escolta ha vuelto a hacerlo. Respecto a esto, Bradley respeta que los hombres grandes dominen el galardón, pero cree que no hay ningún jugador con su nivel en la posición de escolta por lo que se ve candidato a alzar el galardón.