Luces, cámaras y acción. Se acabó la larga espera. Después de que Cleveland Cavaliers se coronara campeón de la NBA al derrotar a Golden State Warriors, la espera ha sido eterna, y es que a pesar de que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro saciaron las ganas de baloncesto, no había llegado la mejor liga de baloncesto del mundo, y lo ha hecho por todo lo alto. Como no podría ser de otra manera, los encargados de disputar el primer encuentro de la campaña son los campeones, que aprovechan los minutos previos al partido para que Adam Silver les entregara los anillos de campeones, en lo que era una auténtica fiesta en el Quicken Loans Arena.

Los Knicks aguantan diez minutos la embestida

Buscando resurgir de las cenizas en las que estaban sumidos durante las últimas campañas, los Knicks hacían acto de presencia en el templo de los Cavaliers buscando la primera victoria del curso. Y como no podría ser de otra manera, comenzaron mandando en el choque, con un parcial de 0-4, que rápidamente recuperaba Cleveland para evitar que los visitantes camparan a sus anchas. El paso de los minutos mantenía una clara igualdad, sin que ninguno de los dos equipos pasara problemas ni en defensa ni en ataque, llegando al ecuador del partido con un empate a diez puntos en el electrónico que conseguían desnivelar Kyrie Irving y LeBron James con cuatro puntos consecutivos.

LeBron James, el hombre más destacado de la primera mitad, buscando la canasta | Foto: New York Knicks

Una vez el ritmo de juego fue poco a poco aumentando, los Cavaliers se mostraban muy cómodos sobre la cancha, jugando un baloncesto vistoso donde LeBron James organizaba las acciones ofensivas para que sus socios convirtieran sus pases en canastas. Una vez New York comenzó a hacer aguas en ataque, Cleveland empezó a correr de un lado a otro sin oposición alguna, lo que propiciaba que llegara un amplio parcial a favor de los locales que les colocaba con 24-16 a favor a menos de un minuto de la conclusión del primer cuarto. A tan solo tres segundos de la conclusión, LeBron James sumaba su quinta asistencia del encuentro dando la posibilidad a Kevin Love de anotar un triple que colocaba a Cleveland Cavaliers con 28-18 a la conclusión de los primeros doce minutos de la temporada.

LeBron James hace trizas las esperanzas de New York Knicks con una auténtica exhibición imparable que no impide la reacción final de los Knicks

Tras un pequeño descanso en el que clarificar ideas y sobre todo, solventar los primeros errores del curso, Cavaliers y Knicks hacían de nuevo acto de presencia sobre la pista continuando la misma tónica vista en el primer cuarto durante los primeros compases del segundo episodio. El hecho de haber tenido por delante un tiempo de reflexión no impedía que los Cavaliers continuaran mostrando un juego que pasaba por encima de su rival sin mayores problemas. En la franquicia neoyorquina, durante el primer cuarto debutaba Willy Hernangómez, disputando sus primeros minutos en la NBA. A pesar de irse hasta los catorce puntos de desventaja, New York recortaba camino hasta quedarse con solo diez puntos de retraso en el marcador, volviendo a pista a falta de nueve minutos para el descanso Derrick Rose y Kristaps Porzingis.

Kyrie Irving penetrando a canasta | Foto: Cleveland Cavaliers
Kyrie Irving penetrando a canasta | Foto: Cleveland Cavaliers

Los hombres fuertes, altos y con calidad están llamados a dominar la NBA, pero LeBron James ha ido aniquilando a todos y cada uno de los competidores que ha tenido a lo largo de los años, y como no podría ser de otra manera, en su primer partido, la estrella de los Cavaliers dio una nueva exhibición de baloncesto. A pesar de jugar un gran baloncesto, Cleveland también sufría las embestidas de Anthony, Rose y compañía, recortando estos su desventaja a tan solo nueve puntos, lo que hacía que Tyronn Lue pidiera tiempo muerto en el que evitar la reacción de los Knicks.

Lo comentado en el intermedio por su técnico espoleaba a los Knicks, que con un triple de Porzingis, dos de Holiday, además de una canasta de Derrick Rose, para contestar la obtenida por Irving anteriormente dejaba la diferencia en tan solo tres puntos de adelanto para los Cavaliers a poco más de tres minutos para tomar el camino de los vestuarios. Hasta ni más ni menos que dos puntos consiguió llegar New York en los últimos compases del segundo cuarto, pero los Cavaliers aguantaron el envite, enfilando el camino de los vestuarios con un marcador de 48-45 a su favor. Habían ya pasado veinticuatro minutos y la igualdad era máxima sobre la cancha del Quicken Loans Arena.

Los Cavaliers encontraron un pasillo de cara al aro | Foto: Cleveland Cavaliers
Los Cavaliers encontraron un pasillo de cara al aro | Foto: Cleveland Cavaliers

Tras el descanso se desata el ciclón Cavaliers

Una vez regresaron de los vestuarios, Cleveland no dio opciones a sus oponentes. Los tres ases de los Cavaliers, Kevin Love, Kyrie Irving y LeBron James, comenzaron el tercer acto engrasando la maquinaria, anotando rápidamente canastas que colocaban a los Cavaliers con doce puntos de adelanto, pasando los minutos sin que ninguna de las dos escuadras fuera capaz de anotar hasta llegar al ecuador del tercer cuarto, momento en que dos triples de Kyrie Irving y Channing Frye ampliaban el hueco que tenía Cleveland en el electrónico se iba hasta los dieciocho puntos de ventaja, una renta insalvable a todas luces por New York Knicks.

Con el paso de los minutos, los problemas en defensa crecían a pasos agigantados en los Knicks, incapaces de encontrar soluciones para frenar el poderío de Cleveland, una escuadra que campeaba a sus anchas sobre la pista aumentando su distancia en el electrónico. Un triple de Porzingis dejaba la diferencia a favor de los Cavaliers en quince puntos, pero tanto Irving como Dunleavy, con sendas canastas de dos puntos conseguían dejar la renta al final del tercer cuarto en dieciocho puntos, con un marcador de 82-64. Los Knicks, totalmente destrozados, tenían por delante doce minutos en los que el paseo iba a ser triunfal para los suplentes de Cleveland, dando descanso Tyronn Lue a sus estrellas de cara a próximos compromisos. La primera victoria estaba muy encaminada.

JR Smith se levanta en la esquina para anotar un triple con la presencia de Porzingis | Foto: Cleveland Cavaliers
JR Smith se levanta en la esquina para anotar un triple con la presencia de Porzingis | Foto: Cleveland Cavaliers

Doce minutos de tranquilidad donde Lue da entrada a sus suplentes para aumentar la renta en el electrónico

Sin nada que perder al tener una amplia renta de desventaja en el marcador, los Knicks apostaban por su segunda línea para recortar distancias en el electrónico, siendo Kuzminskas el encargado de anotar cinco puntos consecutivos para bajar la renta a quince puntos. Tanto Love como James lograron llevar la ventaja de Cleveland hasta los veinte puntos de adelanto con siete minutos para la conclusión, aprovechando los fallos de los Knicks, donde en ningún momento estaban cómodos Anthony y Rose. En el ecuador del último cuarto, a seis minutos de la conclusión, tanto Tyronn Lue como Jeff Hornacek sustituían a sus estrellas dando por sentenciado el choque.

El paso de los minutos favorecía sin duda a Cleveland, que abría hueco en el marcador rápidamente hasta gozar de treinta puntos de ventaja, mientras que por contra los Knicks no acertaban con el aro contrario. A escasos segundos de la conclusión Baker dejó su marca con un triple, que no empequeñecía el espectacular partido disputado por parte de Cleveland Cavaliers para imponerse por 117-88. Noche redonda en el Quicken Loans Arena, primero con la entrega de los anillos de campeones de la NBA, y posteriormente con la aplastante victoria contra uno de los equipos que está llamado a pelear por los primeros puntos. LeBron James, estrella total, con diecinueve puntos, once rebotes y catorce asistencias.