Esta temporada de NBA parece ser la de los regresos a casa como extraños. Algunos, como el de Kevin Durant frente a Oklahoma City Thunder, serán vistos como traiciones sin perdón. En otra consideración estará Dwight Howard cuando enfrente este sábado a Houston Rockets. El gigante estrella fue una de las grandes figuras del equipo tejano en las últimas tres temporadas, pero decidió dejar la franquicia con el objetivo de obtener más protagonismo del que podía exigir siendo compañero de alguien como James Harden. Así recaló en Atlanta Hawks. Sin embargo, no hay sentimientos de rencor por parte de sus excompañeros y seguramente el reencuentro sea de caracter amistoso.

“Dwight es un gran hombre. Nadie ve el tipo de persona que es afuera de las canchas. Todos lo ven en los partidos y piensan que es un egoísta o un niño grande, pero él tiene un gran corazón y siempre está para lo que necesites. Nos comunicamos siempre”, aclaró Montrezl Harrell, alero de los Rockets. También se le sumó Sam Dekker, otro jugador con poca experiencia en la liga al que Howard apañó durante su estancia en Houston: “Es de la misma forma de ser que yo. No se toma las cosas tan seriamente. Son esos tipos de personalidades los que necesitas en un plantel de la NBA, porque en algunos momentos debes desconectarte de tu vida profesional y divertirte un poco”.

En tres temporadas, Howard promedió 16 puntos y 11,7 rebotes por partido. Alcanzó su pico máximo en la edición de 2014, cuando fue la pieza clave del equipo y contabilizó 26 puntos de promedio. Con el pívot en sus filas, los Rockets llegaron a unas Finales de Conferencia  Oeste (perdieron con Golden State Warriors) y fueron eliminados en la primera ronda de los Playoffs en dos ocasiones.