Minnesota marchaba con un récord de 1-5 y Orlando lo hacia con un récord de 3-4 antes de este partido. La exigencia aún es poca para dos equipos que esta temporada tienen como principal objetivo desarrollar talento. Los visitantes, dirigidos por Tom Thibodeau, cuentan con Karl-Anthony Towns y Andrew Wiggins como piezas más destacadas. Ambos son dos proyectos de superestrella que bajo la batuta adecuada pueden guiar a Minnesota a sus cotas más altas en años. En cambio en los nuevos Magic dirigidos por Frank Vogel, el talento es latente. Existe pero reluce a cuentagotas y sin regularidad. Orlando es un conjunto lleno de buenos jugadores que pueden tener gran potencial pero de momento nadie se erige como líder, nadie destaca noche tras noche. Que la no urgencia por ganar no confunda a nadie, de las derrotas se aprende pero nada mejor que una victoria para ir desarrollandose. Y los Timberwolves que venían de caer ayer en Brooklyn pronto han dejado llevar por los dioses del baloncesto.

Factores clave

Minnesota ha lanzado con un 62% de acierto en tiros y un 69% de acierto en triples en la primera parteNada más y nada menos que 74-47. Ese ha sido el parcial que le ha endosado Minnesota a Orlando en la primera parte. 62% de acierto en el tiro y 69% en los triples para acabar con un 51,7% y un 56,5% respectivamente. Un festival de anotación para el que los Magic no han encontrado respuesta en toda la primera mitad y que por supuesto les ha puesto el partido totalmente cuesta arriba. El resto es sencillo, los Timberwolves simplemente han asistido más, han robado más balones, han reboteado más y han perdido menos balones. Orlando que se ha visto muy abajo demasiado pronto ha ganado los últimos dos cuartos. Pero la diferencia era ya demasiada.

Nombres propios

No resulta difícil hablar de inspiración hoy en el bando de los Timberwolves, pero si hay que dar un premio al jugador del partido, este ha sido sin duda Zach Lavine. El escolta ex de UCLA ha parecido estar tocado por una varita mágica. 37 puntos para él con un 7 de 9 en triples, 4 rebotes y 3 asistencias. Una noche que seguro ha sido de las mejores de su carrera. Tampoco han estado nada mal Towns (20 puntos, 11 rebotes, +23 con él en pista) y Andrew Wiggins (29 puntos, 6 asistencias y +22 en para el equipo con el en cancha). Sin duda el reparto de tareas de estos dos cracks y su evolución marcará el futuro de los Wolves.

Zach Lavine ha estado tocado con una varita mágica esta noche 

Dieng ha ayudado con un doble-doble (12 puntos y 11 rebotes) y Tyus Jones está aprovechando la baja de Ricky Rubio para demostrar su valía dejando buenos minutos como base suplente. Kris Dunn ha sido de lo más discreto de los vencedores de la noche.

Ni un solo jugador de Orlando ha terminado con un +/- positivo

Más o menos igual de discretas han sido las estádisticas de los jugadores de Orlando Magic. Ni un sólo jugador ha acabado con un +/- positivo de los que han pisado la cancha. Vucevic, que ha sido el mejor de los locales, ha dejado muestras de su repertorio ofensivo aportando puntos. Elfrid Payton también ha realizado un correcto partido acabando con 18 puntos, mientras que Evan Fournier ha anotado 13 con unos porcentajes de tiro muy malos. Serge Ibaka continua adaptandose al equipo y de momento parece estar lejos de su mejor nivel. Aaron Gordon tampoco tuvo su noche firmando un 2 de 9 en tiros de campo. Orlando necesita encontrar a un jugador que tire del carro noche sí y noche también. 

Próximas citas 

Los Timberwolves tras sumar la segunda victoria de la temporada se enfrentaran a los Clippers en la madrugada del jueves a las dos hora española. Orlando por su parte, volverá a hacer de local en la madrugada del sábado, recibiendo a uno de los conjuntos más duros del oeste, los Utah Jazz a la una hora española. Ambos saben que ganar no es una urgencia pero que hacerlo es necesario para el desarrollo que buscan.