El duelo de barrios entre Manhattan (hogar de los Knicks) y Brooklyn (hogar de los Nets) terminó con victoria de los primeros en su hogar del Madison Square Garden. El equipo entrenado por Jeff Hornacek pudo remontar la falta de acierto de los primeros minutos de partidos para imponerse a unos Nets demasiado diezmados en su dirección. Sin los lesionados Jeremy Lin y Isaiah Whitehead ni el cortado Greivis Vásquez, Brooklyn pagó su carencia de talento en el puesto de base, cayendo por 110-96.
Cambio de tendencia
Al principio, eso sí, todo tuvo mejor color para Brooklyn. El acierto desde el triple (5/11 en el primer cuarto) sorprendió a unos fallones Knicks, descentrados en ataque y sin que Carmelo Anthony metiera su primera canasta hasta entrado el segundo cuarto. Pero, cuando los Knicks encontraron por fin su inspiración, sus vecinos se desvanecieron en la cancha. Más allá del sólido partido de Brook Lopez y el sorprendente Justin Hamilton (21 puntos cada uno), no hubo más armas para combatir la reacción de New York.
Apareció Porzingis
Carmelo Anthony, quien terminaría como máximo anotador con 22 puntos y 7 rebotes, encontraba a su lado la buena sintonía de Brandon Jennings (con más minutos que Derrick Rose en la segunda mitad) con Kristaps Porzingis. El primero terminaría con 11 asistencias, un buen puñado de ellas hacia Porzingis, destrozando la frágil defensa de los Nets. El ala-pívot letón acabaría rompiendo el partido en el último cuarto, anotando 11 de sus 21 puntos totales.
Sin un base del nivel de Jennings para plantar cara, los Nets acabaron claudicando en la segunda mitad. Sus 14 puntos de desventaja fueron suficiente castigo pese a su buen inicio.
El efecto sorpresa: Willy Hernángomez
El novato Willy Hernángomez, que empezó la semana entrenando con los Westchester Knicks de la D-League, fue el factor sorpresa de los Knicks en el derbi del East River.
El ex del Real Madrid cuajó el que hasta ahora ha sido su mejor partido en la NBA, y lo hizo en la meca del baloncesto, el Madison Square Garden. Hernángomez sorprendió anotando 14 puntos (6 de 7 en tiros de 2), para ser el tercer mejor anotador de su equipo, además de capturar 6 rebotes, y conseguir también un robo de balón y 2 tapones en menos de 15 minutos. Actuación que le puede ayudar a ir cogiendo confianza, y a ganarse la del entrenador de cara a próximos encuentros.
Futuro incierto para ambos equipos
Siendo objetivos, ninguno de los dos equipos de la ciudad de Nueva York han empezado la temporada como se esperaba. En el caso de los Knicks, y con los fichajes de Rose, Noah o Jennings, se olía un cierto olor a optimismo en la Gran Manzana. De momento, pero, los Knicks viajan con un balance de 3 victorias y 4 derrotas en un barco donde todavía no se sabe con claridad a dónde se dirige.
En el caso de los Nets, muchas personas los situaban como uno de los peores equipos de la liga, por no decir el peor. De momento están dedicándose a jugar y a no hacer caso de estas apuestas. Llevan un balance de 3 victorias y 5 derrotas, pero unas mejores sensaciones que las que se esperaban a principio de temporada.
Los Knicks se enfrentarán en el próximo partido a los Boston Celtics en el TD Garden, la madrugada del 12 de noviembre. Por su parte, los Nets jugarán en la pista de los Suns la madrugada del domingo 13 de noviembre.