Son muchos los jugadores que entran en la lucha por uno de los premios más prestigiosos del deporte. El galardón a Jugador Más Valorado (MVP) de la NBA, es sin duda, uno de los reconocimientos más complejos de conseguir. Son 82 los partidos en los que se pone a prueba a los más de trescientos jugadores de una de las ligas más exigentes del mundo.

Como es tradición, en las numerosas previas a la presente temporada, han salido varios nombres a la palestra, como favoritos para convertirse en el nuevo MVP. Sin embargo, una vez más, existe una gran ausencia, como ha solido pasar en las últimas temporadas. Tiene 26 años, es base, juega en Portland, y entre otras cosas, es capaz de meter triples desde el centro de la pista, y si, es de manera literal.

Damian Lillard es el eterno infravalorado de la NBA. Los últimos All-Star habrían contado sin él de no ser por las lesiones, ya que, lejos de los votos de los fans (hay estrellas más mediáticas), los entrenadores de la Conferencia Oeste no le incluían entre los mejores. Por otra parte, Damian Lillard también se perdió el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio de este mismo año, cuando la selección estadounidense contaba con serias bajas. Y es aquí donde aparece su figura como underdog.

El término underdog se utiliza en la cultura anglosajona en los campos del deporte y la política. En este caso, se hace referencia al equipo o jugador, que apenas tiene posibilidades de vencer, bien sea un campeonato, o en este caso, un premio individual.

Damian Lillard se ha quedado de nuevo a la cola de los candidatos por el MVP. Son los Russell Westbrook, LeBron James, Stephen Curry, Kevin Durant o incluso James Harden entre otros, los favoritos para llevarse el premio. Pero al jugador nacido en Oakland, parece, que sigue sin contar para alcanzar la gloria.

El base ha comenzado la temporada al mejor nivel de su carrera. Consigue anotar 30,7 puntos, capturar cinco rebotes y repartir un total de 4,6 asistencias por partido. Son promedios de MVP sin duda alguna. Pero existe un gran problema para que Damian Lillard se haga con el ansiado premio.

El salvaje oeste

Los Portland Trail Blazers han mejorado su plantilla con respecto a la pasada temporada. A esto hay que añadir que, se ve al equipo mucho más cohesionado. Es decir, que los jugadores están más acostumbrados a sus roles dentro de la pista, y a su vez, que la compenetración es mucho mayor. Además, han firmado a Festus Ezeli y Evan Turner, como jugadores experimentados que les aportarán consistencia defensiva.

No obstante, los equipos en la Conferencia Oeste se han reforzado de una forma brillante. La igualdad está asegurada, y presumiblemente, salvo Golden State Warriors, Los Angeles Clippers y San Antonio Spurs, todos los demás equipos optan desde la tercera a la octava plaza para acudir a los Playoffs.

Lillard alzándose frente a la defensa de George Hill | Foto: oregonlive.com
Lillard alzándose frente a la defensa de George Hill | Foto: oregonlive.com

No obstante, eso es lo que caracteriza a un verdadero MVP. La capacidad de liderar a su equipo pese a los obstáculos que pueda sufrir o de soportar la presión en los momentos clave de un partido. Damian Lillard es un jugador que siempre se supera. El base está en el mejor momento de su carrera, y por ello, es el momento de que tanto aficionados como entrenadores, tomen nota del gran jugador que hay en él.

Son sólo cinco las temporadas que lleva en la mejor liga del mundo, pero son múltiples las pruebas que señalan, que podemos estar ante uno de los aspirantes a pertenecer al selecto club de mejores bases de la historia, y si la suerte está de su parte, a ser el mejor jugador que haya pasado por los Portland Trail Blazers.