Pese a ser uno de los equipos con las expectativas más altas en el Este al empezar la campaña, los Pacers han empezado la temporada con muchas dudas en su juego y en sus resultados. Con un balance de 6-7, el equipo de Indiana está decepcionando a muchos aficionados que esperaban su resurgimiento como uno de los grandes equipos del Este. El equipo sufrió una gran reconstrucción este pasado verano, reemplazando a Frank Vogel por uno de sus asistentes, Nate McMillan, y consiguiendo jugadores como Jeff Teague, Al Jefferson y Thaddeus Young, ya fuese vía traspaso o como agentes libres. Todos los cambios se hicieron con la intención de formar un grupo fuerte alrededor de Paul George para que éste pudiese liderarlos hasta lo más alto de la NBA. Como suele pasar con tantos cambios en la plantilla, está costando que el grupo acabe de adaptarse a jugar los unos con los otros y los resultados no acaban de ser los esperados.

Pese a saber que los cambios en la plantilla necesitarían un tiempo de adaptación, se esperaba mucho más de estos nuevos Pacers. Empezaron la campaña con seis derrotas en diez partidos, mostrando lagunas más que claras que aún no han conseguido solventar. Parece que la adaptación en ataque ha sido relativamente fácil y rápida, ya que los Pacers son el sexto equipo de la liga en asistencias por partido (23.9) y octavos en asistencias por cada 100 posesiones (17.7), lo cual indica una buena compenetración entre sus jugadores y un buen movimiento de balón. Se encuentran, también, en la undécima posición en cuanto a asistencias/pérdidas (1.65), mostrando que no les cuesta hacer pases de canasta pero que aún siguen sufriendo algo en el entendimiento ofensivo. Donde más están sufriendo los Pacers es en defensa, ya que son el octavo equipo de la liga que recibe más puntos por partido, con 107.5. Si algo se sabe en la NBA es que la defensa es la clave para ser un gran equipo, y eso es algo que queda patente esta temporada con los Pacers. Los de Indiana han sido capaces de mantener a sus rivales por debajo de los 100 puntos únicamente en tres ocasiones, y ganaron esos tres partidos.

Los Pacers tienen un buen grupo de jugadores fuertes y atléticos en la pintura, con Myles Turner y Thaddeus Young acompañando a Paul George, pero no puede decirse lo mismo de sus jugadores exteriores. Por ejemplo, Jeff Teague está dando mejores resultados que George Hill en ataque, pero ha quedado más que patente que ha sido un paso atrás en defensa. Los Pacers necesitan encontrar a alguien que sea capaz de ayudar a Paul George, que sigue siendo el mejor jugador del equipo en ambos lados de la pista. A parte de los problemas defensivos que está afrontando esta nueva plantilla de los Pacers, también están sufriendo en el rebote. Actualmente son el cuarto peor equipo de la liga capturando rebotes, obteniendo solo 41.8 por encuentro y solo atrapando el 47.1% de los rebotes posibles, la tercera peor marca de la liga. Mientras el equipo ha mejorado en cuanto a rapidez y agilidad, la plantilla ha perdido altura y físico en el interior. Thaddeus Young y Myles Turner son rápidos y ayudan mucho a la hora de defender los tiros exteriores y proteger la pintura de penetraciones, pero pierden la batalla en los rebotes noche tras noche. Los Pacers solo han conseguido más rebotes que el rival en dos de los once trece partidos que han disputado, cosa que les ha perjudicado gravemente.

Se esperaba mucho de los Pacers esta temporada y está claro que les falta un largo camino por recorrer antes de llegar al nivel deseado. Por ahora, seguirán trabajando por compenetrar mejor a sus jugadores y que sus piezas encajen, pero necesitan algo más que eso para mejorar. Tienen serios problemas que se acentúan cuando están lejos de Indianápolis, siendo uno de los tres equipos que siguen sin ganar como visitantes. Si sus fisuras en defensa y en el rebote continúan y su mejorado ataque no es capaz de compensarlas, los Pacers pueden acabar necesitando algún cambio drástico en su plantilla que les aporte todo aquello que les falta.