Los New York Knicks y los Atlanta Hawks se medían en una apacible tarde de domingo en España. Los conjuntos americanos se congregaron en el Madison Square Garden para disputar un encuentro de la Regular Season de la NBA. Este emocionante partido coincidió con el Día Universal de los Niños, y la NBA siempre atenta a este tipo de eventos les dedicó el día. Lo primero que hicieron es ponerlo por la mañana (ahí en América), porque sí mañana es lunes y eso conlleva vuelta al colegio. Pero aquí no acaba la cosa, los Knicks en cada tiempo muerto o descanso daban el testigo del protagonismo a los niños y ellos ocupaban los focos, aunque fuese por unos segundos. Carreras de bebés, competiciones de canastas e incluso un pequeño concurso de talento.

En cuanto a lo que el partido se refiere, los Knicks empezaron mandando. Los locales salieron con mucha intensidad y tremendamente acertados en los disparos de siete metros. La primera unidad fue claramente mejor que las de los Hawks en los primeros compases y pusieron una ligera ventaja en el marcador. Uno de los principales culpables fue el ala-pívot O’Quinn que salió de titular por la baja de Joakim Noah y demostró su talento. Fue clave a la hora de coger rebotes y también estuvo destacado en el apartado anotador (siempre bien escoltado por Porzingis, Carmelo y Rose).

Partido disputado entre los Knicks y los Hawks I Foto: NBA.com
Partido disputado entre los Knicks y los Hawks I Foto: NBA.com

Por parte de los Atlanta Hawks, la historia en el primer periodo fue diferente. Los de Atlanta sufrieron en el rebote defensivo y concedieron un gran número de segundas oportunidades. Sin embargo, un renovado Howard y el siempre efectivo Millsap hacían que la sangría fuese menor. Paul Millsap y Kristaps Porzingis se convertirían con el paso de los minutos en los dos principales pesos de cara a la victoria. Prueba de esta competitividad fueron las distintas canastas con tiro adicional que consiguieron cada uno de los dos jugadores de los dos equipos.

El banquillo de los Knicks aguanta el tipo

Willy Hernangómez jugó 29 minutos desde el banquillo

Sobre el papel y antes de que comenzase la temporada se preveía que los Knicks iban a tener problemas con la segunda unidad. Esto se vio perfectamente en el encuentro entre los Knicks y los Wizards, cuando todas las ventajas de la primera unidad, eran desaprovechadas por la segunda. En esta ocasión, Jeff Hornacek, decidió el siguiente plan. Jennings llevando las manijas en ataque, Holiday dando acierto y verticalidad, Kuzminskas abriendo la pista, el español Willy Hernangómez y un titular.

Willy Hernangómez se ha hecho fuerte en el banquillo de los Knicks y poco a poco se va haciendo con minutos. La lesión de Joakim Noah es una puerta abierta a contar con minutos y estos no deben de ser desaprovechados en ningún momento. El ex del Real Madrid se mostró participativo y activo en la pista, pero las pérdidas de balón tiñeron un poco su actuación. Sus números fueron: siete puntos, ocho rebotes y solo un tiro fallado en 29 minutos

Un partido abierto hasta el final

Pese a que los Knicks estaban dominando todas las facetas del partido, no conseguían cerrarlo y llevarse una victoria cómoda. Los dos equipos salían del túnel de vestuarios con todo por decidir y el marcador se mantuvo igualado hasta los últimos dos minutos. La estrella Hawk, Paul Millsap, mantenía a su equipo en el marcador y Howard se hacía grande en los tableros con más de quince rebotes. Por parte de los Knicks, Brandon Jennings y Derrick Rose cogían los galones del equipo. Este último, Derrick Rose, pese a no estar acertado en el tiro dejó muy buenos detalles. El ex de los Bulls repartió ocho asistencias y su equipo tenía un más diez cuando él estaba en cancha. Además, Derrick anotó los dos tiros libres que cerraron el partido.

Partido disputado entre los Knicks y los Hawks I Foto: NBA.com
Partido disputado entre los Knicks y los Hawks I Foto: NBA.com

Sin embargo, fue Carmelo Anthony el héroe de la noche. El ídolo neoyorquino se encendió en el último cuarto y a base de triples aniquiló a los Hawks. El jugador franquicia de los Knicks sumó más de 30 puntos y volvió a dar un recital en casa. Y fue precisamente en su casa donde se quedó la victoria. Los irregulares Knicks ganaron a uno de los peces gordos del Este y demostraron una vez más que son capaces de lo mejor y de lo peor. Aunque, otra cosa que quedó plasmada es que los de NY son más fuertes en el MSG y es que acumulan ya cinco victorias y sólo dos derrotas. Los Knicks sacaron una sonrisa en el Día Universal del Niño y es que no hay nada mejor que regalarles una victoria.