Los Wizards están atravesando un arranque de temporada difícil y muy complejo, en el que sus dos grandes estrellas están teniendo muchos problemas para rendir al máximo de sus capacidades físicas. Wall, hasta nuevo aviso, descansará en los back to back, y Bradley Beal ha tenido varios problemas físicos que le han impedido estar en la cancha todos los encuentros. Esto ha propiciado que los Wizards arranquen con un balance más que pesimista: 3-9 y muy lejos de los puestos de playoffs otro año más a pesar de tener uno de los bases con más talento de toda la NBA.

Días atrás, el escolta de los Wizards aparecería para guiar a su equipo en una importante victoria ante los Knicks, anotando 18 puntos en menos de 30 minutos, reconocería que seguía arrastrando molestias en la corva: "Es más que una cosa mental, ser capaz de jugar con algo de dolor, algún tipo de molestias", comentaría Beal.

"Es muy duro tener tener una tendinitis porque no se queda todo el camino despejado. Tú no vuelves al 100%; tú vas a tener que trabajar duro en algunas cosas. Estoy preaparado en tolerar un poco el dolor y la rigidez, y esto acutalmente me hace sentir un poco mejor también", diría el jugador de los Wizards para explicar sus sensaciones físicas.

El equipo capitalino necesita una reacción pronto para equilibrar la balanza y no despegarse de los ocho primeros clasificados. Si Wall vuelve al nivel excelso que acostumbra, y puede jugar los back to back, Beal sigue en un gran estado, y aparecen hombres secundarios cómo Gortat, Porter o Morris, los Wizards serán un rival a tener más que en cuenta, y que podría dar algún que otro susto a los principales espadas de cada conferencia de aquí al final de la temporada regular.

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