En Indiana, hace ya unas semanas que, el frío, comienza a tener pinta de que todo se pueda conviertir en hielo, y este termina quemando. Así están algunos aficionados de los Pacers, viendo el rendimiento del equipo, que no termina de arrancar cuando Paul George y CJ Miles no están en pista. Un buen partido lejos del Bankers Life, ante los Thunder, pudo aliviar un poco las quemaduras de los fans. A pesar de la victoria ante un gran equipo, necesitaron del tiempo extra de la prórroga para terminar la faena. El equipo ha culminado una buena semana, con tres victorias y solo una derrota, ante los Suns. La franquicia de Indianápolis ha comenzado la temporada peor de lo que se esperaban incluso ellos mismos, y están séptimos en, la catalogada como, 'la Conferencia fácil'.
Los que visitarán hoy el templo, en el que la estrella es Paul George, aunque esta madrugada estará ausente por lesión, viven una situación totalmente distinta. Sus aficionados viven otro tipo de calor: ese que es agradable, el que se difruta; como si verano fuera la estación actual del año. Están enchufados, sobre todo los que deben estarlo, el big three junto a Green y Pachulia. Son ya siete victorias seguidas, así que, la última derrota fue ante Los Ángeles Lakers de Luke Walton, en el Staples. Aunque alguno de los últimos partidos les haya costado más de lo debido, lo terminaron sacando adelante sin problemas. Hoy tienen delante a un rival que nunca es fácil, pero que, con la situación que viven, pueden dejarles como si carroñeros fueran, terminando con las sobras que quedan de ellos.
Con hambre de parar a los intocables
Tres partidos, con el de hoy, sin su máxima estrella, Paul George. Los últimos dos, una victoria (en Oklahoma) y una derrota (en Indiana). Jeff Teague y Monta Ellis han tenido que tirar de la cuerda en estos dos encuentros, bastante solos desde el perímetro, con pocas aportaciones de los suplentes, excepto la de Aaron Brooks, con buenos minutos, sobre todo ante los Thunder. Una de cal y otra de arena, no terminan de conseguir esa estabilidad, esa regularidad, que les haría escalar posiciones en la Este. Un equipo preparado para poder doblegar a cualquier rival en momentos fáciles y difíciles, aunque no terminan de cumplir. Partidazos ante equipazos y partiditos cuando tienen en frente a equipitos.
Todo parece ponerse de cara, para que, esta madrugada, los dominadores del equipo sean los que estén debajo de los aros, aunque tarea fácil tampoco será. Myles Turner y Thaddeus Young son los dominadores de los Pacers bajo los tableros. En defensa, los más rápidos y explosivos del equipo, tendrán complicado parar a Curry, Durant y Thompson, ya que si no aparece uno, lo hará otro. Deben llevar el partido donde a ellos les interesa, jugando con gente alta para hacer daño en la pintura. Fácil decirlo, difícil lograrlo. Hoy tienen la oportunidad de cosechar un gran partido, plantando cara hasta el final a los segundos clasificados de la Conferencia Oeste y despejar las dudas que puedan tener sus aficionados, respecto al compromiso de algunos jugadores que no están rindiendo como se esperaría.
Barrer a un rival más de la lista
Ya son once las victorias que acumula el equipo, los quizá villanos de la NBA. Solo ante unos formados Spurs y unos sorprendentes Lakers dejaron escapar la victoria. Curiosamente ante dos equipos que juegan o que quieren jugar como ellos, con circulación rápida de balón y posesiones lo más cortas posibles. La última víctima fueron los Milwaukee Bucks, que estuvieron a punto de dar las terceras campanadas. Bastó con Kevin Durant y Klay Thompson, enchufados desde el primer minuto y ya imparables hasta el final. Con apoyo del otro splash brother, Stephen Curry. La victoria más complicada hasta el momento, en la que tuvieron que luchar hasta el final sin poder bajar los brazos en ningún momento.
Unas auténticas bestias que no paran de barrer a todos aquellos que se intentan interponer en sus caminos. Zaza Pachulia y Draymond Green mandan en la pintura, aunque los minutos que aportan los suplentes son bastante buenos, sobre todo los de Iguodala. Ellos intentarán parar la ofensiva de Turner y Young, y quebrar sus cabezas cuando les toque defender a estas apisonadoras en ataque. Los platos están servidos, los dos calientes, uno por lo helado que puede quedarse el pabellón, y el otro por el buen estado de forma del equipo, demostrando que este año volverán a estar ahí en la lucha por el anillo. Partidazo no apto para cardíacos, a pesar de las bajas importantes de 'PG23' y de CJ Miles. A los Pacers les toca despejar las posibles dudas ante unas bestias.