Es innegable que Utah había jugado peor durante los anteriores cuatro partidos, y todos ellos terminaron con derrota para el equipo que viste de azul, verde y dorado. Muchos consideran que la ausencia de George Hill se notó mucho en el rendimiento del equipo y que era el causante de estos malos resultados.

Las estadísticas demuestran este hecho. Cuando George Hill ha jugado, el equipo ha promediado 100,7 puntos por partido, mientras que sin él, la anotación cae hasta los 94,8 puntos por partido. Los números hablan por sí solos (20,4 puntos de media para el base) pero para apreciar de verdad lo importante que estaba siendo George Hill para el equipo, hay que ver resúmenes de Utah para darse cuenta de que la contribución del nuevo base del equipo no se traduce en números. Gran parte de sus méritos son intangibles, como su defensa o su distribución del juego.

Los bases suplentes del equipo no han rendido al mismo nivel que Hill. Dante Exum, un esperanzador número cinco del draft, no ha sabido aprovechar estas oportunidades y su rendimiento ha sido pobre.

Por ello, la vuelta de Hill es una alegría para los aficionados de los Jazz. El martes se le pudo ver participando en el entrenamiento del equipo y estuvo driblando, pasando y lanzando, y en el partido de la noche del miércoles, en la que los Jazz se enfrentaron a los Nuggets, George Hill figuró como “cuestionable”, es decir, que no estaba totalmente recuperado, aunque eso no le parecio importar ni al base ni al entrenador Quin Snyder, ya que George Hill salió de titular, consiguiendo unos buenos números, con 22 puntos, cinco rebotes y tres asistencias en 28 minutos de juego. Se notó la vuelta del jugador, ya que Utah Jazz volvió a ganar, con un contundente resultado de 108-83.

Grandes noticias para el base, ya que lesiones como estas, en el dedo pulgar, pueden complicarse mucho y algunos jugadores han llegado a estar hasta seis semanas de baja.