Utah empezó la temporada sin Gordon Hayward y, pese a eso, fueron capaces de conseguir un balance de tres victorias y tres derrotas que les mantuvo en buena posición pese a la baja de su estrella. El veterano Joe Johnson asumió la titularidad para suplir a Hayward y fue capaz de realizar un gran trabajo. Esto, junto a las grandes actuaciones de Rudy Gobert y, sobre todo, de un George Hill viviendo su seguda juventud permitió a Utah esperar a su estrella sin descolgarse en la tabla. La vuelta de Hayward les dió todo aquello que les faltaba y les catapultó con cuatro victorias en cinco partido para ponerse con un prometedor balance de siete victorias y cuatro derrotas.

Mucho más importante fue la lesión de George Hill, que tuvo lugar en el penúltimo partido de la racha mencionada anteriormente, cuando sufrió un esguince en su pulgar derecho. El gran nivel de juego que había mostrado el base esta temporada estaba haciendo surgir rumores de una renovación al alza, gracias al importante papel que estaba protagonizando en el equipo. Como era de esperar, su baja cortó una dinámica muy positiva y les hizo perder mucho fuelle. El base se perdió ocho partidos a causa de la lesión, durante los cuales Utah solo fue capaz de conseguir tres victorias, contra Philadelphia, Miami y Orlando, tres equipos con un balance combinado de 15 victorias y 32 derrotas. Sin Hill a los mandos, los Jazz no fueron capaces de realizar su juego ofensivo y, mucho menos, su juego defensivo. Durante la baja del base, la anotación de Utah bajó en 2.7 puntos por encuentro, mientras permitieron 1.7 puntos más al rival por partido. Parecen no ser cifras especialmente significativas, pero para un equipo que anota muy poco (es el cuarto peor equipo de la liga en esta faceta) y que depende extremadamente de su defensa (son el equipo que permite menos puntos por partido), cualquier mínimo cambio en estas dos facetas se nota en gran medida.

Viendo las estadísticas mientras sus dos estrellas estaban fuera y comparándolas con los promedios del equipo cuando sus jugadores están sanos, parece más que obvio que las lesiones les han mermado en gran manera. Pese a que eso sigue siendo totalmente cierto, no hace falta ser totalmente derrotistas, ya que los Jazz han sacado muchos puntos positivos de todas las bajas que han sufrido. La baja de George Hill le ha permitido coger minutos y confianza a Dante Exum que, tras perderse la pasada temporada debido a una rotura en su ligamento anterior cruzado, sigue en su segunda campaña en la liga. También debido a lesión se ha perdido los últimos cinco partidos Derrick Favors, lo cual ha permitido a Trey Lyles hacerse un hueco en el quinteto incicial en más de un encuentro. Ambos jugadores se han beneficiado claramente de las lesiones de sus compañeros, ya que sus minutos han aumentado en gran medidad y les ha permitido aportar mucho al equipo. Exum, que necesita recuperar el tuempo perdido la pasada temporada, ha conseguido disparar su promedio anotador desde 4.4 puntos por partido con George Hill en el equipo a 9.3 puntos por encuentro durante la lesión del veterano. El base australiano fue capaz de doblar su anotación gracias a un aumento en su importancia y en sus minutos, que pasaron de 15.9 minutos por partido a 27.8 minutos por encuentro disputado sin Hill.

Ninguno de los dos se ha convertido en una superestrella de la noche a la mañana pero el tiempo del que están disfrutando va a ser clave a largo plazo. Los Jazz saben que disponen de dos jugadores jóvenes, con 21 y 25 años respectivamente, y con talento en Exum y Favors y deben aprovechar todas las ocasiones que tienen para hacerlos crecer. Ponerlos en situaciones duras y darles más responsabilidad es justo lo que necesita hacer Utah si quiere desarrollar a estos jugadores para que lleguen a cumplir todo su potencial. Cuando necesiten que Exum o Lyles den un paso adelante en un momento importante, podrán hacerlo porque ya se habrán estado antes en esa situación. Esta claro que periodos de lesiones como los que han tenido este año no son la mejor situación para los Jazz, que se encuentran ahora con un balance de nueve victorias y ocho derrotas; pero sí que puede estar resultando positivo para el crecimiento de algunos de sus jugadores y de su proyecto a largo plazo.

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Sobre el autor
Santiago Arxé Carbona
Baloncesto, moticiclismo y fútbol. Ecribir y hablar sobre ello, mis grandes pasiones.