Tras perderse sus dos primeros años en la liga debido a una serie de lesiones, Joel Embiid está maravillando al mundo del baloncesto con su temporada de novato. La gran calidad que ya mostraba en la universidad, junto a los dos años de entrenamiento prácticamente constante a los que se ha sometido el camerunés, le han hecho entrar en la liga con una fuerza y un ímpetu pocas veces vistos en un novato. Actualmente, promedia 17.8 puntos, 7.6 rebotes y 2.4 tapones por encuentro, todo eso con un porcentaje de acierto más que sobresaliente (48.5% en tiros de campo y 46.2% en triples). Lo más increíble de todo, es que su estado físico sigue en duda, y está jugando con una restricción de minutos muy dura que solo le deja estar en pista 22.6 minutos por encuentro. En una franquicia como los Sixers, que venía de ser el peor equipo la temporada pasada, Embiid ha encontrado el lugar perfecto para desarrollar su juego y mostrar sus cualidades noche tras noche.

A parte de los aficionados, los que están más maravillados con el juego del novato son sus compañeros que, pese a haber compartido meses de entrenamiento con él, necesitaban una confirmación en partidos oficiales del talento de Embiid. Uno de los que ha mostrado más admiración ha sido Nik Stauskas, que no ha dudado en alabar a Embiid en Sauce & Co, un nuevo podcast dirigido por el propio escolta de los Sixers. "Dominaba en todos los entrenamientos que teníamos, pero jugar en la NBA y en situaciones reales del juego es diferente que jugar cinco contra cinco entrenando. Ver cómo ha transferido todo lo que estaba haciendo en los entrenamientos a la NBA tan rápido es increíble, y asusta pensar en lo que será capaz de hacer cuando lleve dos o tres años jugando en la liga y vea las cosas aún más claras. Porque yo soy alguien optimista y no veo ninguna razón por la que no pueda promediar 30 puntos y 15 rebotes. Es mucho más grande que los demás jugadores, tiene habilidad para postear, puede acabar jugadas cerca de canasta o abrir la pista para jugar a media distancia o tirar de tres. Es el mejor triplista en el equipo ahora mismo.", comentaba el compañero de Embiid.

Los comentarios de Stauskas son más que ambiciosos, teniendo en cuenta que solo seis jugadores en la historia han tenido promedios de 30 puntos y 15 rebotes en una temporada y todos ellos son miembros del Salón de la Fama, como era de esperar (Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Walt Bellamy, Bob McAdoo, Elgin Baylor y Bob Pettit). Actualmente parece casi una locura pensar que Embiid pueda estar a la altura de estos jugadores, pero si se analizan sus estadísticas puede verse que, tal vez, no está tan lejos. Los once partidos que ha disputado el camerunés en la NBA le han permitido tener unas estadísticas más que prometedoras para un novato en menos de 23 minutos por encuentro. Si se extrapolan esas estadísticas a lo que conseguiría si jugase 36 minutos por encuentro, algo normal para un jugador franquicia como promete ser Embiid, sus promedios equivalen a 28.3 puntos y 12.1 rebotes por partido, además de unos increíbles 3.8 tapones, lo cual ya no está tan lejos del sueño de Stauskas.

Joel Embiid posteando a Amir Johnson | Fotografía: Philly.com
Joel Embiid posteando a Amir Johnson | Fotografía: Philly.com

Embiid es un jugador sólido en el rebote y, como comenta el propio Stauskas, el arsenal ofensivo del pívot es lo que le ha permitido anotar con tanta facilidad nada más entrar en la liga. El camerunés tiene el octavo mejor porcentaje de lanzamiento en triples de la liga (entre los jugadores con un mínimo de 20 intentos) y eso asusta a las defensas. Los equipos rivales están obligados a salir a buscarle al perímetro, donde Embiid se encuentra más cómodo que el resto de pívots, y eso le permite zafarse de los defensas con fintas y llegar con facilidad a canasta. En el poste, su altura, fuerza y envergadura le permiten posicionarse con ventaja y dispone del juego de pies necesario para escaparse rápidamente de los jugadores más grandes. Su juego a media distancia es más que peligroso y puede usar multitud de fintas para engañar a sus defensores y crear el espacio para lanzar en suspensión. Por ahora, parece que Embiid solo tiene dos problemas que le retienen de mostrar todo su potencial: la gran cantidad de pérdidas que comete y la restricción de minutos a la que está sometido. El gran uso del pívot por parte de los Sixers le permite aportar al equipo todas las noches más pero también facilitan e incrementan sus pérdidas de balón. Embiid promedia 4.2 pérdidas por partido y pierde el balón en el 20.6% de sus posesiones, probablemente por la gran dependencia que tiene su equipo de él.

No cabe duda de su importancia dentro de los Sixers y eso le obliga a crear demasiado juego individualmente, lo cual, en ocasiones, provoca pérdidas innecesarias. Embiid tiende a botar demasiado cuando intenta acercarse a canasta y eso lo hace más propicio a perder el balón. La falta de otras armas ofensivas de los Sixers permite a las defensas rivales estar más encima del pívot cuando está botando, lo cual les permite robarle el balón con más facilidad. La experiencia que vaya ganando Embiid, así como el debut de Simmons cuando se recupere de su lesión o la adquisición de otros jugadores con potencial ofensivo son las soluciones más claras para este problema. Con el australiano, los Sixers ganarán otro jugador capaz de anotar, así como un jugador capaz de botar y mover el balón que le facilite el trabajo a Embiid a la hora de conseguir buenas posiciones de tiro. Cuando el camerunés efectúa el pick and roll con Sergio Rodriguez, promedia 1.26 puntos por posesión, lo cual es mucho teniendo en cuenta que las defensas no temen demasiado la capacidad del Chacho de anotar penetrando. Cuando la misma jugada pueda efectuarse con Simmons, un jugador mucho más físico y alto que Sergio, Embiid podrá recibir pases con mucho más potencial de acabar en canasta.

Embiid ha mostrado en más de una ocasión su descontento respecto a la restricción de minutos a la que le está sometiendo Brett Brown. Su entrenador, por otra parte, no pretende poner lo más mínimo en riesgo la salud del pívot y ha declarado que analizará la situación en Navidad, pero no parece que sus minutos vayan a aumentar demasiado. Por ahora, con la baja de Simmons y en una temporada de aprendizaje y crecimiento, lo más importante es que Embiid siga acostumbrándose al ritmo de la mejor liga del mundo y sea capaz de mejorar aún más. El tiempo es el único capaz de determinar hasta dónde llegará el camerunés, pero el sueño de Stauskas puede no estar tan lejos como parece.