Kemba Walker está realizando la mejor temporada de su carrera. El playmaker nacido en el Bronx se ha propuesto hacer de los Hornets una alternativa real en la NBA.
Hablar de deporte en Charlotte es hacerlo mayoritariamente de football. Los Carolina Panthers con su quarterback estrella Cam Newton acaparan portadas y titulares. A pesar de disfrutar de Michael Jordan en sus tiempos universitarios, el balón ovalado es el dominante en la ciudad. El equipo de baloncesto recuperó su "marca original", volviéndose a llamar Hornets hace dos años, para intentar cambiar esta mentalidad y parece que poco a poco lo van consiguiendo. Kemba Walker, su estrella, tiene gran parte de la culpa.
Tras realizar una temporada magnífica el año pasado, donde consiguió clasificar a su equipo para los playoffs, el base ha explotado en este inicio de curso, con varias exhibiciones ofensivas de las que hacen levantar al espectador de su asiento. Ha superado la barrera de los 30 puntos en dos ocasiones y se fue hasta los 40 ante los Raptors. Dichos encuentros aparte, Kemba está encontrando la regularidad en cuanto anotación con casi 25 tantos por noche y además, tira mejor que nunca: 47% en tiros de campo y 41% en triples. Su presencia en la cancha se hace imprescindible, con un PER (player efficiency rating) de 26.3, el más alto de toda su carrera. Sencillamente está jugando a un nivel que se le desconocía hasta ahora.
Walker ha conseguido llevar a la franquicia al mejor inicio de su historia (6-1) pero una mala racha de cuatro derrotas seguidas les deja un balance de 9-7. Todo y los últimos malos resultados, el equipo muestra un juego divertido a la par que competitivo y tendría que servirles para líderar la división sudeste cuando termine la temporada.
Futuro Garantizado
En Carolina ya están planificando los años venideros. El equipo dirigido desde los despachos por Michael Jordan quiere asegurarse la continuidad de Kemba Walker, cuyo contrato acaba en 2019. De cara a que la estrella de Nueva York vea un proyecto sólido y con continuidad, han invertido buena parte de su masa salarial en renovaciones a lo largo del verano. Zeller, Kidd-Gilchrist, Williams y especialmente Nicolás Batum se han llevado acuerdos millonarios gentileza de MJ destinados a mantener el bloque unido durante mucho tiempo.
Con un grupo consistente y Kemba jugando a este nivel, los Hornets disfrutan del presente además de mirar osados hacia el futuro. Quieren conseguir que el baloncesto vuelva al primer plano en la ciudad de Charlotte.