El año 2016 no quedará marcado en la memoria de los aficionados de los Pacers como una época memorable. Los de Indiana no han logrado volver a consolidarse dentro de la élite de la Conferencia Este -como lo estuvieron hace entre tres y cinco temporadas-, y todo parece indicar que pocas cosas vayan a cambiar, al menos a corto y medio plazo.

 “En 49 estados es solo baloncesto, pero esto es Indiana”. 

Se suele decir que “en 49 estados es solo baloncesto, pero esto es Indiana”. Aun así, los de Indianápolis han registrado un record de 42-40 en el cómputo de todo el año natural 2016, una marca discreta para un equipo liderado por una superestrella cómo Paul George, y escudado por una serie de jugadores que suelen ofrecer un buen rendimiento: Monta Ellis, Jeff Teague o el veterano, pero siempre cumplidor, Al Jefferson –estos dos últimos, han sido las adquisiciones más importantes realizadas durante el pasado verano-. A pesar del balance victorias/derrotas, que sobrepasa levemente el 50% de éxito, los Pacers pueden presumir de haber vuelto a ser, otra vez, un equipo de Playoffs.

La temporada regular de 2015/2016 terminó con los de Indiana en 7ª posición del este, y segundos dentro de la división central. La post temporada fue relativamente fugaz, pero no se marchó sin dar, al menos, un poco de guerra y espectáculo a los aficionados. Indiana se enfrentó a los Toronto Raptors –a la postre finalistas de conferencia este- , y consiguieron alargar la serie hasta los siete partidos, momento en el que los Pacers dieron definitivamente su brazo a torcer. La última vez que los de Frank Vogel disputaron un partido de playoffs, Lebron todavía no había regresado a su Ohio natal, y Paul George no había caído lesionado de gravedad al romperse la tibia con la selección americana: primavera de 2014, final de Conferencia Este ante los todopoderosos Miami Heat. El resultado es sabido por todos, 4 a 2 a para los de South Beach. Siendo justos, tampoco se le ha podido pedir mucho más a la plantilla. La temporada 2014/2015, Indiana no puso el pie en la postseason, y los dos últimos años el equipo ha sufrido las bajas de jugadores que antaño habían sido los pilares fundamentales dentro del quinteto inicial: Roy Hibbert, David West o Lance Stephenson.

Myles Turner durante la disputa del 7o partido de la eliminatoria de Primera Ronda de los Playoffs 2016 | Fuente: ESPN

Tras esta derrota en el 7º y último partido enfrente los Toronto Raptors, el contrato del técnico Frank Vogel expiró para no volver a ser renovado. El puesto de entrenador jefe fue tomado por Nate McMillan –entrenador asistente las últimas 2 temporadas de los mismos Pacers-.

Está claro que, con Turner, Indiana tiene un activo de mucho valor para el futuro

“Myles Turner es una clonación de LaMarcus Aldridge”. Estas fueron unas de las primeras palabras de McMillan como entrenador, y para muestra un botón: los números del Sophomore han aumentado respecto a su temporada de novato–promedia 5 puntos más por partido, juega 10 minutos más por noche-, además, es titular indiscutible dentro de la rotación de los Pacers: 31 partidos jugados/31 partidos de titular. Está claro que, con Turner, Indiana tiene un activo de mucho valor en vista al futuro. De todas formas, las orejas del lobo se asomarán por el verano de 2018, cuando Paul George finalice su contrato firmado en setiembre de 2013. El alero, que por aquel entonces ya tendrá 28 años cumplidos, tendrá que tomar una decisión crucial para el devenir de su carrera, y puede que Indiana no se encuentre entre sus prioridades.

A día de hoy, los Pacers son novenos en la Conferencia este a un solo partido de los Milwaukee Bucks, quienes copan la octava plaza. Siguen siendo uno de los peores equipos en el aspecto defensivo –son el décimo peor equipo en puntos encajados, uno de los cuatro peores en este aspecto, de la conferencia este-. Mucho trabajo tiene por delante Nate McMillan si quiere revertir la situación de este, ya efímero, 2016.