“Cuando pensaban que no podían caer más bajo se los comió la tierra”. Los Sixers han personificado en la NBA la famosa frase, siendo el peor equipo de la liga en la última campaña, solo consiguieron 10 victorias (10-72). En el transcurso de 2016 el equipo ha ganado 11 partidos: cuatro de la pasada temporada y siete de la actual, si todo sigue igual van en una progresión de 22-60 en esta competición.
Durante los primeros meses de este 2016 un nombredestacó por encima del resto, Jahlil Okafor. El Pívot se adueñó de la pintura y fue firme candidato en aquellas fechas al Rookie del Año, con permiso del que a la postre sería el agraciado, Karl-Anthony Towns. El jugador nacido en Arkansas estuvo envuelto en multitud de polémicas fuera de las pistas con peleas nocturnas en la Ciudad del Amor Fraterno. Este desprestigio y la irrupción de Embiid en este inicio de la 16/17 han supuesto que su rol en el equipo se haya visto menoscabado. Aparecieron en escena, en su justa medida, jugadores interesantes como Robert Covington (12.8, 6.3, 1.8) . Nerlens Noel también estuvo a un buen nivel en su segundo año, cuando las lesiones se lo permitieron. En los últimos meses ha planeado sobre él la sombra de un traspaso. En la pasada campaña también destacó Ish Smith, el talentoso base puso la nota atractiva a un equipo perdedor y aburrido.
Con la esperanza de que esta mentalidad cambiara se decidió un movimiento drástico. La llegada de Bryan Colangelo supuso a la postre la salida del, hasta entonces, Presidente de Operaciones y General Manager Sam Hinkie. La toma de posesión del ejecutivo del año en 2005 y 2007 suponía un valor añadido a las negociaciones con los jugadores y con los demás agentes de la liga ya que le magnate posee una gran influencia en la NBA. Por otra parte el anterior GM, Hinkie, escribió una despedida de 14 páginas en las que explicaba su marcha y los motivos por los que la franquicia no había rendido como se esperaba.
Uno de los primeros cambios de cara del nuevo ejecutivo fue titular el momento del equipo como ‘El Proceso’. Para muchos este proceso está demorándose en el tiempo sin obtener resultados. Pero existe una magia sobre este equipo, equiparable con la de los Knicks de los últimos años, y es que siempre existen esperanzas de un éxito fuera del alcance, a priori, del nivel de la plantilla.
La labor de Colangelo durante este verano dejó mucho que desear ya que las expectativas eran altas, pero también hay que poner en la balanza que el equipo el cual dirige es el peor de la liga y las estrellas no quieren ‘perder’ varios años en el proceso de Philadelphia.
Las incorporaciones más destacadas se encuentra la del español Sergio Rodríguez. El ‘Chacho’ cruzó el charco en su segunda etapa en la liga estadounidense y lo está haciendo muy bien. Actualmente está siendo el base titular del equipo 9.6 puntos por partido y 6.3 asistencias instaurando el ‘chachismo’ en Estados Unidos. Otra de las incorporaciones más destacadas son el ex de Portland, Gerald Henderson o Ersan Ilyasova que con la liga ya empezada llegó desde los Thunder. El jugador turco ha pertenecido a cinco equipos diferentes en los últimos dos años y medio.
Uno de los momentos más especiales para la organización fue la ansiada primera elección del draft. Tras varios años sin tener la suerte de poder elegir el primero en la noche de los novatos la franquicia de Pennsylvania pudo hacerlo. El elegido fue el alero Ben Simmons, comparado por Sport Ilustrated con el mismísimo héroe de las finales Lebron James. El jugador estaba encantado y en el Wells Fargo Arena se les esperaba con ansias.
La maldición del rookie
El australiano firmó un contrato de 5.9 millones de dólares por cada una de las cuatro temporadas fijadas. Pero toda esta expectativa fue molida por la famosa maldición del rookie de Philadelphia. Jugadores como Saric, Embiid, Noel o el propio Simmons no han podido jugar un gran número de partido en el año de su elección. Saric prefirió jugar en Europa un año más, Embiid encandenó dos años de lesiones, Noel siempre ha estado entre la pista y la enfermería. Por su parte el alero nacido en Melbourne sufrió una lesión en el pie los días previos al comienzo de la nueva temporada. Aunque en un principio se hablaba de una posible temporada en blanco con la mente puesta en su estadística personal, el jugador comenzó a entrenar a mediados de diciembre. El entrenador cuenta con él como playmaker para el final de temporada.
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Cuando, tras la lesión del esperado novato, se pensaba que la temporada sería más desastrosa que la anterior la explosión de un novato inesperado, Joel Embiid (seleccionado en 2014) ha hecho olvidar al australiano. El jugador camerunés apunta al próximo Trofeo Eddie Gottlieb. Su versatilidad y su juego explosivo en los limitados minutos que tiene, por precaución médica, hacen de él uno de los mayores atractivos de la liga en la próxima década. El pívot promedia 18.7 unidades por partido y 7.8 rebotes. Ahora el problema se encuentra en la elección de las torres. Con tres pívots de tan extremada calidad se hace muy posible un traspaso inminente de alguno de ellos.
Se espera que le proceso madure con estos jóvenes talentos y que pronto puedan volver a ser competitivos durante toda la liga.